Este libro cuenta las peripecias de un joven dentro de una cantera de baloncesto. Y como tiene que hacer frente a situaciones de acoso que por su crudeza uno quiere pensar que no pueden ser realidad… si no fuera porque su autor se basa, en parte, en vivencias propias durante su etapa en las categorías de formación del baloncesto.
A lo largo de la lectura aparecerán algunos nombres de personajes reales del mundo de la canasta, y la parte baloncestista de la obra está muy bien narrada. Entretenida y de fácil lectura, este libro invita a una reflexión sobre la excesiva competitividad que existe en el deporte a edades tempranas, y sobre la necesaria educación más allá del deporte.
El libro es una especie de baloncesto ficción en el que tomando como punto de partida la realidad del baloncesto NBA desde los años 80 del siglo pasado, su autor se hace una serie de preguntas, algunas de los más extravagantes, tal y como se podría hacer cualquier aficionado, como por ejemplo, ¿cómo sería una primera ronda del draft con personajes de ficción?
Muy bien documentado con multitud de datos, esta obra cuenta también con el prólogo de la leyenda NBA, Reggie Miller, jugador favorito del autor, así como con muchas ilustraciones espectaculares.
Lectura amena y divertida que puede hacer las delicias de los aficionados NBA que podrán jugar a hacerse esas mismas preguntas que se hace el autor, e incluso a plantearse algunas otras.
Para quien esté interesado en otras lecturas de baloncesto, puede pasarse por aquellas que aparecen en este blog bajo la etiqueta de “Libros de Baloncesto”.
Lakers que hizo buenos resultados en los últimos quince partidos de temporada regular (11-4), terminó con más victorias (47) que el curso anterior (43), y, sin embargo, en el salvaje oeste ocupará una peor posición final (octavo) que entonces (séptimo), pero tendrá dos oportunidades de acceder a playoffs desde un Play-in que se jugará a partir de la próxima madrugada.
Final de temporada
La buena racha fuera de casa en la última gira angelina lejos del Crypto.com permitió atisbar esperanzas incluso de pelear por evitar el Play-in, pero las derrotas contra los Warriors (la última con la inoportuna baja de Anthony Davis) cerró esa posibilidad.
Por el camino, D´Angelo Russell se convirtió en el jugador que más triples ha metido en un curso para Lakers superando a Nick Van Exel (183 en 1994-95) tras una victoria frente a Philadelphia, dejando esa marca en 226 al final de la temporada.
Play-in contra Pelicans y luego ya veremos…
Los precedentes favorecen a Lakers (3-1 en temporada regular) después de la última victoria en el partido final en New Orleans con un triple doble estupendo de LeBron James: 28 puntos, 11 rebotes y 17 asistencias (en el día que superaba las 11.000 en su carrera). La mala noticia fue la retirada al vestuario antes de tiempo de Davis por problemas físicos en la espalda.
Cada partido es una historia y Lakers no se podrá confiar atendiendo a la derrota que tuvo en casa de Pelicans en el último partido de 2023 (129-109). Clave para acceder al playoff al primer intento, además de que pueda jugar Davis, estará en la aportación del banquillo con los necesarios minutos de calidad que deben dar Taurean Prince, Jaxson Hayes y Spencer Dinwiddie.
En caso de derrota, Lakers tendría una segunda oportunidad contra el equipo perdedor del enfrentamiento entre Sacramento Kings y Golden State Warriors. Y aquí los antecedentes de este curso son muy malos, porque los Kings barrieron a los angelinos (4-0) y los de San Francisco también fueron superiores (3-1). Al menos, ese partido se jugaría en L.A.
Si Lakers gana contra los Pels, se las vería en primera ronda contra Denver Nuggets, a los que seguramente se les tendrán ganas después del 4-0 de la final de conferencia de la pasada temporada.
Si hay que recurrir a la segunda oportunidad, ganar supondría jugar la primera eliminatoria de playoffs contra Oklahoma City Thunder, el sorprendente mejor equipo de la conferencia oeste al final de la temporada regular.
A la espera de analizar lo que vaya a ocurrir e, recordemos a un par de legendarios angelinos que saben bastante de lo que es ganar campeonatos.
Cumpleaños del G.O.A.T. y Cooper se convierte en leyenda
Todo aficionado que haya vivido el “Showtime” de los Lakers recordará la figura atlética y delgada de Michael Cooper. Destacado por su labor defensiva y por su tiro de tres puntos. Pues bien, “Coop” fue elegido para entrar en el “Hall of Fame” del baloncesto, lo que significa que si ya era legendario para los seguidores angelinos, ahora pasa a ser también una leyenda del baloncesto. Y probablemente la próxima temporada verá retirado su número 21.
Por otro lado, hoy cumple 77 el gran Kareem Abdul-Jabbar, ganador de 6 anillos de campeón (5 con los angelinos) y también de algún reconocimiento, incluso tardío, como el que recibió hace poco más de un año cuando LeBron le superó al frente de la lista como máximo anotador de la historia de la NBA.
Y es que mientras los Lakers van a emprender la difícil misión de ganar su anillo número 18, Kareem recibió en aquella ocasión otro anillo que reconocía sus casi 40 años de liderazgo al frente de la tabla de anotadores de la liga.
Esperando que los Lakers consigan salvar el play-in y hagan un buen papel en postemporada, veremos si son capaces de sumar otro anillo a su palmarés, para contentar a todos sus aficionados y también a Cooper y a Jabbar.
Si continuamos con particularidades del juego en equipo (véase la entrada “Juego en equipo (I): Tiempo de juego”), en esta segunda parte vamos a escribir sobre la necesidad de compartir la pelota, difícil de enseñar, especialmente al principio con los más pequeños.
Todos hemos visto partidos de minibasket, cuando empiezan a competir, y todas las niñas y niños van detrás de quien tiene la pelota, pidiéndola y acercándose a ella como si no hubiese un mañana. Y cuál es la solución, principalmente, tiempo y paciencia.
El balón es mío
Al principio todos quieren la pelota, y es más, raro es que muchas niñas/os no cojan un balón en un entrenamiento y que lo tomen en exclusividad: ¡es mío! y no quieran hacer los ejercicios más que con esa pelota. Así que en este punto tendremos que empezar a hacerles entender que ningún balón es suyo, son del club o colegio, y tienen que compartirlo.
En cualquier caso, en los inicios conviene que en cada entrenamiento todas las chicas/os dispongan de pelota para “engancharles” y poder practicar más tiempo con ella: botar (y hacerse con su manejo) y tirar. Pasar ya será otro cantar.
Hace tiempo, leí en alguna parte la siguiente frase del “Doctor J”: “En la pista somos dos, la pelota y yo”. Y, aunque no sé en qué contexto dijo eso, ni que pretendía decir exactamente, a priori, para mí esa es la mejor definición de juego egoísta en el que me importo yo, y yo, y nada más que yo. Porque en la pista juegan cinco, la pelota es de todos y hay que tener en cuenta al resto de compañeros y a los adversarios.
Al principio siempre cuesta que compartan la bola. Incluso, por desgracia, ese comportamiento egoísta de pasar más bien poco, también se ve, a veces, a edades a las que ya debería haber llegado bastante conocimiento del juego en equipo. Tal vez por una formación previa deficiente o, ahora en el apogeo del vídeo corto por internet, quizás también por ese deseo que tienen muchos de ser los protagonistas de las mejores jugadas de sus partidos.
El “highlight” en beneficio del equipo
En tiempos de atención limitada, de abuso de la pantalla y de ensalzamiento del “highlight”, los entrenadores podemos utilizar el vídeo corto para demostrar con ejemplos la importancia del pase para que entiendan el valor que tiene no abusar de la pelota.
Y es que a todos nos gusta encestar, pero se pueden meter muchos puntos sin tener todo el tiempo la pelota. Y un buen ejemplo lo protagonizó en su día Klay Thompson (Warriors), capaz de anotar 43 puntos de todos los colores… con sólo 4 botes, demostrando que se puede anotar mucho tras pase aprovechando espacios y cortes.
Enseñar este tipo de vídeos puede ayudar, pero ni que decir tiene que también se pueden poner ejemplos de compartir la pelota con “highlights” de buenos pases, no necesariamente de fantasía, demostrando el necesario altruismo para jugar en equipo.
A falta de poco más de media docena de partidos por jugar para acabar la temporada regular a cada equipo, es buen momento para hacer predicciones sobre quiénes serán los premiados en este curso 2023-2024 de la NBA. Unos premios que vendrán marcados, por primera vez, por la necesidad de haber jugado al menos 65 partidos (según el último convenio colectivo) para poder optar a algunos de ellos.
Reducidas las posibilidades, eso no hace mucho más fácil atinar con los ganadores de cada premio porque todos tienen un buen puñado de candidatos para conseguirlos. Y en el caso de las elecciones de BA-LON-CES-TO, la clave estará en la valoración del rendimiento de cada jugador en relación con los resultados de su equipo.
• Jugador de mayor progresión
Aquí entre muchas opciones consideramos que Tyrese Maxey (Philadelphia) y Alperen Sengun (Houston) parten con más opciones para ganar el premio… aunque el segundo tendría que jugar un par de partidos para optar al galardón y parece que eso será poco probable después de la lesión que sufrió hace varias semanas.
Sengun estaba jugando una gran temporada con una notable progresión anotadora (21 puntos de media frente a 15 el año anterior), y con una importante influencia en el salto de calidad de los Rockets que a día de hoy tienen récord positivo (38-36) y todavía tienen opciones de colarse en el play-in.
Sin embargo, pese a las comparaciones del turco con nada menos que Nikola Jokic (Denver) todo apunta a que el premio será para Maxey, que tiene más de 25 puntos y de 6 asistencias de media esta temporada jugando “sólo” 4 minutos más por partido, y viene de hacer 20 y 3.5 pases de canasta el curso anterior. Además de ser la referencia y sostén de su equipo tras la lesión de Joel Embiid, a su favor juega que fue elegido para el último partido del “All Star” jugado en Indiana.
Y es que de los once últimos ganadores de este premio, ocho habían sido elegidos “All Star” el año que fueron premiados, incluidos los cuatro últimos: Lauri Markkanen (2023), Ja Morant (2022), Julius Randle (2021) y Brandon Ingram (2020).
• Mejor sexto hombre
Esta categoría también tiene muchos candidatos y se puede nombrar a jugadores como Norman Powell (Clippers), Caris Levert (Cleveland) y Naz Reid (Minnesota), pero los más destacados para BA-LON-CES-TO son Bobby Portis (Milwaukee) y un Malik Monk (Sacramento), que por desgracia no podrá terminar la temporada en pista.
Monk ejemplifica el prototipo de ganador de este premio en un mayor número de veces, escolta “microondas” capaz de “dinamitar” un partido saliendo desde el banquillo como lo hicieron en otro tiempo Lou Williams o Jamal Crawford, sendos ganadores por 3 veces de este galardón. Y así este curso promedia 15 puntos y 5 asistencias en 26 minutos de juego.
Sin embargo para BA-LON-CES-TO el premio será para Portis que lidera el banquillo de los Bucks con números destacados: 13 puntos y 7 rebotes en 24 minutos de juego. Y es que a esos guarismos añade además ese grado de dureza necesaria en la defensa de unos Bucks que terminarán con más victorias que los Kings.
• Mejor rookie
Para muchos todo lo que no sea que Victor Wembanyama (San Antonio) gane este premio será una sorpresa, y es que al “hype” que arrastraba el jugador de los Spurs antes de empezar el curso, añade unos números individuales sobresalientes en una primera temporada profesional: 21 puntos, más de 10 rebotes, más de 3 tapones y casi 4 asistencias en menos de media hora de juego por partido.
El único candidato a conseguir la “sorpresa” de ganar el premio al novato del año por delante del francés es Chet Holmgren (Oklahoma City), quien también tiene una estadística muy completa: más de 16 puntos, 8 rebotes y más de 2 tapones de media jugando también menos de media hora por partido.
Y el premio como mejor novato del año será, según BA-LON-CES-TO, para… Holmgren. ¡Oh, sorpresa! ¿Por qué? Pues básicamente porque aunque los números del jugador de los Spurs son mejores y tienen mucho mérito conseguirlos, más tiene el juego de Chet en un equipo que terminará jugando playoffs (veremos hasta donde llegan) y con un número de partidos ganados que casi triplicará a los de San Antonio.
• Mejor defensor
Posiblemente predecir este premio sea el más difícil de todos, aunque si nos guiamos por la “tradición” existen muchas posibilidades de que el premio vaya para un jugador grande o muy grande, descartando a todos los de perímetro. Y, sin embargo, entre los dos candidatos BA-LON-CES-TO coloca aquí a Paul George (Clippers) junto a Anthony Davis (Lakers) en un derbi angelino que se decantaría por… Davis.
Muchos se sorprenderán con George porque seguramente sus mejores años defensivos pasaron, y, sin embargo, no deja de ser un jugador que juega en los dos lados de la pista a gran nivel, cosa que no muchos hacen… salvo Davis, al que se le achaca muchas veces cierta desgana, pero que es más cosa de su gestualidad que otra cosa, y es que no es fácil ser el pilar defensivo de un equipo, y siéndolo también en ataque.
Advertencia: Cualquier parecido con la realidad en el caso de este premio se antoja que será pura coincidencia. Por cierto, ¿y por qué no podría serlo Wemby?
• Mejor entrenador
Este reconocimiento suele otorgarse a entrenadores que consiguen un gran resultado con su equipo, es decir, entre los mejores récords, más allá de conseguir una gran mejora respecto a cursos anteriores, como sería el caso este año con Ime Udoka (Houston), que puede que termine por doblar las victorias de la temporada pasada (22).
Así pues, dos buenos candidatos al premio serían el entrenador de OKC, Mark Daigneault, y el de Minnesota, Chris Finch. Jefes de dos equipos que están todavía peleando por conseguir el mejor balance de victorias-derrotas del oeste junto a los Denver Nuggets.
Y para BA-LON-CES-TO debería ir para el “coach” de los Thunder como “premio” a una reconstrucción por la que pasaron de los “infiernos” desde que este entrenador llegó allí en el curso 2020-21 hasta ahora, mejorando año a año para alcanzar unas cotas que pocos esperaban tan pronto, con más de 50 victorias en una siempre complicada conferencia oeste.
• MVP
Este premio parece que ahora sólo puede estar entre Luka Doncic (Dallas), Shai Gilgeous-Alexander (Oklahoma City) y Nikola Jokic (Denver), aunque ese trío podría ser un póker añadiendo a Jayson Tatum (Boston) como líder del mejor equipo de la temporada.
¿Hace falta que escriba motivos por los que estos jugadores podrían ganar este premio? Si el premio se lo diesen a cualquiera de ellos sería merecido, pero BA-LON-CES-TO se lo da a Jokic por sus excelentes números (26 puntos, 12 rebotes y 9 asistencias por partido) y, sobre todo, porque es el alma de unos Nuggets que sin él probablemente andarían con más pena que gloria por la liga en lugar de ser aspirantes al título.
• Mejores quintetos del año
Como representante del baloncesto “old school” en BA-LON-CES-TO nos negamos a no considerar un quinteto sin tener en cuenta las posiciones de juego, sino necesariamente de manera estricta (base-escolta-alero-alapívot-pívot), al menos formándolo por tres exteriores y dos interiores aunque ahora esa división sea más complicada de definir.
Así el mejor quinteto del curso será el formado por: Doncic, Shai, Taytum, Jokic y… ¡tatatachán!: Anthony Davis (Lakers).
Como para muchos será una sorpresa lo de AD, tan sólo decir que además de que sus números (25 puntos, 13 rebotes y más de 3 asistencias y 2 tapones por partido) no ofrecerían dudas, también se trata de esta manera de empezar a eliminar esa leyenda negra que le acompaña por su “mala salud”, y es que este año jugará más de 70 partidos, y lo más importante, siendo vital para su equipo en ambos lados de la pista como quedo reflejado en la previsión del premio al mejor defensor del año.
El segundo mejor quinteto del año será el formado por: Jalen Brunson (New York), Anthony Edwards (Minnesota), Jaylen Brown (Boston), Giannis Antetokounmpo (Milwaukee) y Domantas Sabonis (Sacramento).
Y el tercer mejor quinteto de la temporada sería: Tyrese Haliburton (Indiana), Stephen Curry (Golden State), Kawhi Leonard (Clippers), LeBron James (Lakers) y Kevin Durant (Phoenix).
Tal y como jugaron estos quince jugadores, y alguno más, se podría hacer multitud de combinaciones entre ellos para definir esos tres mejores equipos de la temporada, y todos serían igual de válidos. Y dicho esto, y para terminar, ¿cuáles serían vuestros premiados? Comenten, por favor.