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sábado, 2 de mayo de 2015

La esencia del aficionado al deporte

Por Jorge

Los grandes acontecimientos deportivos, de los que no escapa el baloncesto, por supuesto, son ejemplo en la mayoría de los casos del buen comportamiento que se produce entre aficiones de distintos equipos. Así me viene a la cabeza lo que suele ocurrir durante la celebración de la Copa del Rey que organiza la ACB, donde incluso en ocasiones, desconozco si pasó en la última edición, se realizan torneos entre aficionados de los distintos equipos que participan y donde se da muy buen rollo.

Naturalmente siempre puede haber alguna excepción que como tal debe ser tratada sin que la parte se tome por el todo. Sin embargo si me animo a escribir sobre las aficiones o más bien sobre la afición deportiva, es porque en general también se tiene a mi parecer un concepto equivocado de lo que debe ser una buena afición o al menos para decir a mi juicio en que debería consistir lo más importante para ser aficionado al baloncesto en particular o al deporte en general.

El objetivo que me parece que debería de tener cualquier aficionado es la de apoyar a su equipo/deportista favorito, especialmente cuando le vienen mal dadas que es cuando más ánimo necesita, y disfrutar de su juego y resultados si son positivos pero también cuando no es así.

Sin embargo si uno se para a revisar el comportamiento de la mayoría de las aficiones, a menudo, o será porque unos pocos hacen mucho ruido, gritan y protestan contra los jugadores y entrenadores de su propio equipo cuando consideran que en general tienen un juego errático lleno de fallos, siendo como creo, mejor animar en esos momentos pues hacerlo cuando las cosas van bien es demasiado fácil e innecesario. Y esto que digo nada tiene que ver con estar descontenta, que claro que puede estarlo una afición, sobre todo si la actitud de los deportistas demuestra poco esfuerzo o cierta apatía.

Otro comportamiento que me parece erróneo es cuando se abuchean las buenas acciones de equipos rivales. Creo que algunos aficionados entienden equivocadamente que para apoyar a un equipo se debe desacreditar al adversario, cuando me parece que lo que se debería hacer es disfrutar también del buen juego que realiza el contrario reconociendo su buen hacer con el aplauso deportivo como parte de lo que debe ser entendido como deportividad.

Particularmente cuando tengo la suerte de acudir a una cancha de baloncesto voy con la intención de disfrutar del juego de mi equipo favorito, ahora bien, independientemente de que eso se produzca o no, también disfruto del juego del equipo oponente y sé reconocer su buen hacer. Así aplaudo tanto a uno como a otro, aunque me contente más el buen juego de mi equipo. Y creo que esta debería ser una enseñanza que sobre todo los más mayores, y no digamos padres/madres que llevan a sus hijos a disfrutar del deporte, deberían de esmerarse por transmitir a los más jóvenes.

Tampoco me gusta que a veces, demasiadas, parezca que la diversión sólo es posible si nuestro equipo gana. Entiendo la decepción de la derrota, sobre todo ante grandes partidos, pero eso no debe ir en menosprecio de saber disfrutar y apreciar el juego en sí. Esto último al final también se ve reflejado en el deporte de formación donde los chavales parece que sólo disfrutan si ganan independientemente de lo bien o mal que se juegue influidos seguramente por los conceptos de éxito/fracaso que se les inculca por parte de padres, entrenadores y la sociedad en general. A mí esto me entristece bastante por más que se les trate de animar cuando se pierde o cuando se les trata de hacer ver que aún habiendo ganado eso no debe tapar los muchos errores cometidos sobre los que se deberá seguir entrenando para poder mejorar.

Volviendo al tema de las aficiones, me llama la atención también que a veces se festejan los errores de los deportistas y equipos rivales casi más que los aciertos del equipo propio. Por no hablar claro de insultos u otro tipo de menosprecios ante adversarios (¿qué sentido tiene pitar la salida de un equipo cuando va a hacer el calentamiento previo de un partido?), otras hinchadas y sobre todo contra los árbitros, pobres ellos que se le las llevan de todos los colores lo hagan bien, mal o regular, algo que repruebo sin miramientos.

Suele decirse que el cliente (en este caso el público o la afición) siempre tiene la razón, pero lo dudo. Libre podrá ser de manifestarse, ahora bien, otra cosa será que lo haga adecuadamente. Insisto, la esencia de cualquier afición debe ser esa, disfrutar del juego de uno u otro equipo, mientras se anima a su equipo favorito sin menospreciar a los demás.

¿Es buena afición la que pita acciones del contrario, increpa a los árbitros y también se queja de su equipo en lugar de animarle cuando falla?

No pretendo convencer ni imponer a nadie mi idea sobre lo que debe ser una afición deportiva, y sé que en cierto modo pido un imposible tal y como están las cosas, pero alguien tiene que dejar claro y recordar de vez en cuando, sobre todo para los aficionados más jóvenes, que eso de pitar a los árbitros, abuchear a los adversarios o estar crispados a la mínima que nuestro equipo/deportista favorito falla no es el comportamiento deportivo que deberían aprender, y que la afición al deporte consiste en disfrutar de la esencia del juego por encima incluso de resultados.

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