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lunes, 11 de abril de 2022

El lagunero opina…2021-22 (VI): 33 victorias - 49 derrotas: Fracaso

Por Jorge

La temporada regular acabó y los Lakers se van de vacaciones. Ni playoffs ni play-in en un curso que empezó con expectativas de los especialistas que colocaban al equipo como uno de los favoritos para ganar el campeonato o al menos jugar las finales. Esta debacle angelina es posiblemente el mayor fracaso de su historia.

Ahora toca analizar los errores y armarse para volver a ser un equipo competitivo en el futuro. ¿Quiénes fueron los culpables de este fracaso? ¿Por dónde deben ir las gestiones para volver a jugar la postemporada el próximo curso? Esas son las preguntas que se hacen analistas y aficionados que tratará de contestar el lagunero.

Final de temporada
La última vez que se pasó el lagunero por BA-LON-CES-TO el escenario no era muy halagüeño pero todavía quedaba esperanza de un resurgimiento que al menos pudiera meter a Lakers en los playoffs. La realidad es que de los veinticuatro partidos que se jugaron después del parón del fin de semana de las estrellas sólo se ganaron seis, una caída en picado sustentada en una defensa pésima… como a lo largo de toda la temporada.

La dinámica fue siempre muy similar, buen juego y partidos igualados en la primera parte para que en la segunda el descenso de acierto sumado a esa mala defensa acabasen en derrota. Y en algunos casos fue sangrante después de tener ventajas en el marcador de diez y hasta más de veinte puntos. Y todo esto con LeBron James jugando un exceso de minutos sin sentido buscando sus números individuales.

Y por el camino se hicieron algunos cambios en la plantilla como la salida de DeAndre Jordan, y las llegadas de DJ Augustin o Wenyen Gabriel que no significaron un cambio importante en el devenir del equipo.

Culpables del fracaso
¿El “general manager”? ¿El entrenador? ¿LeBron James y Anthony Davis? ¿Responsabilidad compartida?

- Rob Pelinka
Un equipo se crea en los despachos, y en los Lakers el máximo responsable de la gerencia deportiva es Rob Pelinka. Eso sí, hay que hacer una salvedad. En el baloncesto NBA las superestrellas, es decir, los denominados “jugadores franquicia” influyen también en las decisiones de la gerencia. ¿Acaso alguien duda de que LeBron James y Anthony Davis no fueran consultados antes de hacer muchos de los fichajes (especialmente del de Russell Westbrook)? Y por supuesto, se entiende que debe consultar con el entrenador que va a dirigir a la plantilla en busca de cumplir con los objetivos deportivos.

Esas consultas no reducen la responsabilidad del mánager general porque a fin de cuentas la decisión final de los fichajes es suya. Y el fichaje de Westbrook fue erróneo a juzgar por su rendimiento, como pensaban la mayoría de los aficionados en contra de la opinión de los mánager de la liga que en la clásica encuesta de pretemporada pensaban que era el segundo movimiento de mercado más importante, cosa que, por cierto, no deja en muy buen lugar el nivel de los gerentes de la liga.

Luego a su favor hay que reconocer que otros fichajes si funcionaron. Malik Monk jugó su mejor temporada como jugador de rol complementario. Cualquier aficionado angelino habría firmado el rendimiento que mostró Carmelo Anthony saliendo desde el banquillo. Dwight Howard regresó a Lakers para volver a demostrar un notable rendimiento por minuto de juego. Anthony Reaves se destapó como un rookie más que preparado gracias a su conocimiento del juego. Y Stanley Johnson fue una sorpresiva recuperación para la liga.

Veredicto: Pelinka fue alabado por su gestión cuando se ganó el anillo en 2020. Y así se ganó tener otra oportunidad para rearmar al equipo y paliar este fracaso. Pero tal vez sólo tenga una si la próxima temporada no se superan varias rondas de playoffs con James y Davis en el equipo.

- Frank Vogel
Considerado un entrenador de equipos que destacaron por su defensa, este curso fracaso en este apartado, aunque en este caso también tendrá buena culpa de ello los jugadores, y sobre todo los cambios en la plantilla. Y en ese sentido, haber empezado la temporada con una plantilla nueva en la que sólo repetían tres jugadores del curso anterior no facilitaba la labor del entrenador. Y más si los mejores jugadores defensivos no continuaban: Alex Caruso y Kentavious Caldwell-Pope.

Conjuntar un equipo nuevo es muy difícil y exige tiempo y paciencia, algo que los Lakers no tienen. En Los Ángeles siempre se juega para ganar el campeonato. Ese debe ser el objetivo.

Otro factor a tener en cuenta es que en la NBA la influencia del entrenador no es la misma que la del entrenador en el baloncesto europeo (y FIBA, en general). La NBA está controlado por los jugadores, las superestrellas y sus contratos dominan la liga, y en ese escenario los entrenadores necesitan contentar a sus estrellas, y la individualidad y los egos no ayudan. Todo esto, como con el mánager, no excluye a Vogel de su responsabilidad, y por ejemplo a lo largo de la temporada se vieron situaciones como el diseño de algunas jugadas decisivas incomprensibles.

Veredicto: como con Pelinka, Vogel se ganó el derecho a tener otra oportunidad, la última si el equipo no vuelve a su mejor rendimiento.

- LeBron James/ Anthony Davis/ Russell Westbrook
Si los jugadores son las estrellas y los principales protagonistas cuando se gana, parece obvio que también deben serlos cuando se fracasa.

Las lesiones pueden ser la excusa de LeBron y Davis. El primero jugó sólo 56 partidos y el segundo 40. Y cuando jugaron lo hicieron a gran nivel, especialmente James con números extraordinarios a estas alturas de su carrera (30 puntos, 8 rebotes y 6 asistencias por partido). Russell Westbrook no tiene excusa, y si bien su rendimiento estaba condicionado por compartir pista con los dos anteriores, esa posibilidad sólo ocurrió en 21 partidos (con un récord malo de 11-10), pero ni mucho menos justifica insultos y amenazas de muerte a su familia.

Cuando todos dudarían de la adaptación del montón de jugadores fichados para cumplir con papeles secundarios, esta vez el rendimiento de estos sí estuvo a la altura, y fue la conjunción de las estrellas donde estuvo el fallo.

Veredicto: la culpa del varapalo fue de los jugadores, de las estrellas. Pero sólo jugaron juntos una cuarta parte de la temporada, así que ellos también deberían tener otra oportunidad para intentar llevar al equipo al título.

Próxima temporada
Primero habrá que resolver el tema del entrenador. Los rumores ponen a Vogel fuera del equipo, pero, ¿vendría uno “claramente” mejor que él? Lo dudo. No es mi favorito, pero ganó un título, no necesita adaptarse como otro nuevo en llegar, y al final en la NBA todo depende de los jugadores.

En cuanto a fichajes, el salario elevado del trío estelar será el principal hándicap para conseguir buenos jugadores en el mercado de agentes libres. El consuelo es que este verano la agencia libre no ofrece grandes nombres, pues sólo Kyrie Irving y Zach LaVine como jugadores de estatus “all star” están en ella.

Así parece que si no hay un traspaso que involucre a las estrellas, Russell Westbrook está en las quinielas, la primera tarea será saber qué pasa con posibles renovaciones de algunos de los secundarios destacados de este curso: Malik Monk, Carmelo Anthony y Dwight Howard, principalmente.

Renovar al primero será muy complicado si no se pone bastante dinero encima de la mesa porque cumplió muy bien en su rol de complemento ofreciendo acierto desde el perímetro (13 puntos en 28 minutos por partido), y seguro que tendrá muchas “novias” este verano.

Los veteranos Melo y Howard podría ser más fácil de renovar porque rindieron y demostraron su adaptación al equipo. Sólo el primero (13 puntos con 37,5% desde el triple) puede alejarse si recibe alguna oferta interesante de algún candidato al título. El segundo (6 puntos y 6 rebotes en 16 minutos) sin esa necesidad parece muy a gusto en Los Ángeles, pero si no sigue podría ser sustituido por algún agente libre como Robin Lopez, JaVale McGee, Mitchell Robinson o Hassan Whiteside, que pueden cumplir con su papel. Valor seguro en ese sentido sería McGee, que ya rindió en el curso del último título en 2020.

En el perímetro Kendrick Nunn parece claro que renovará porque tiene una opción propia por más de cinco millones de dólares, y después de no jugar esta temporada por lesión será difícil que reciba una oferta mejor. Y DJ Augustin que está de vuelta de todo podría renovar para ser ese base sobrio y efectivo que cumpla desde el banquillo.

El mercado ofrece para ocupar posiciones exteriores a Jalen Brunson, Ricky Rubio , Victor Oladipo, Gary Harris y Goran Dragic, cada uno con sus particularidades. El primero estaría lejos por lo que pedirá, el resto quizás no tanto pero necesitarían la confirmación de ocupar un rol secundario pero importante para poder fichar.

Luego en posiciones de alero y ala-pívot las opciones más interesantes serían Robert Covington, Kyle Anderson, Serge Ibaka, Chris Boucher y Thomas Bryant. Y ya si se pasa a jugar más interior el mejor pívot libre es Jusuf Nurkic.

¿Tendría opciones Lakers de pelear por el título si el mercado apenas permite cambios más allá de añadir alguna pieza secundaria? Me parece que sí. La clave sería saber conjuntar a todos los jugadores y mejorar sobre todo en el apartado defensivo. Empezar de cero y tener éxito es muy difícil por no decir imposible. No soy partidario de grandes cambios como se hizo en el curso recién terminado, y sólo habría que hacer ajustes y aprovechar los pocos detalles positivos de esta temporada. Dicho todo esto, la opinión popular y la presión de la prensa obligarán a cambios drásticos que no hará fácil volver a estar entre los mejores equipos de la liga.

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