Por Jorge
El Barcelona ha cumplido los pronósticos vaticinados al inicio de la temporada y se ha coronado campeón de Europa. Y me alegro. ¿Por qué?
Porque ha ganado el mejor EQUIPO de Europa (a veces no es así), frente al (parafraseando a Phil Jackson) mejor conjunto de jugadores que el dinero es capaz de reunir. Sí, vale, el Barcelona también se ha gastado una pasta pero parece que con algo más de criterio. Seguro que Joan Creus tiene buena culpa de ello.
Porque se jugó con alegría y sin miedo, al menos tras superar el inicio errático de la semifinal frente al CSKA, algo que pedía días antes Roger Esteller. El ex-jugador del Barcelona se lamentaba en una conversación radiofónica que durante su etapa en el equipo catalán se perdieran un par de finales a cuatro por el miedo que suponía jugar en este evento debido a la presión que se autoimponían desde dentro y desde fuera teniendo que ganar a toda costa. Éste Barça también partía como favorito pero ha sabido estar a la altura mental que la cita exigía, y no ha dejado de intentar jugar con alegría y con el estilo que le ha caracterizado durante toda la temporada.
Porque han demostrado que la defensa también puede ser espectacular y digna de verse en una pista de baloncesto. Gracias a un esfuerzo colectivo de altura, el Barça consiguió asfixiar desde el principio a un timorato y miedoso Olympiacos, destacando la multitud de ayudas defensivas que cerraban los huecos al ataque griego, y permitía cerrar el básico rebote defensivo.
Porque un entrenador de cantera, Xavi Pascual, ha demostrado que con trabajo, confianza, y la ayuda de sus ayudantes, se puede conseguir gestionar un grupo de extraordinarios jugadores sin que su apellido acabe en “ic” (Ivanovic, Obradovic, Ivkovic…). Vaya, que por aquí también tenemos excelentes entrenadores, y ojo, que nadie vea xenofobia donde no la hay, porque también sé reconocer la categoría y calidad de aquellos entrenadores foráneos que llegan a España (algo que me está costando con Messina).
Por cierto, repaso importante el que se ha llevado Yiannakis que se vio desbordado sin saber gestionar la profundidad de su banquillo para solventar la multitud de dificultades que se le fueron planteando tanto en semifinales como en la final. Saber gestionar plantillas tan extensas es una cualidad fundamental que se requiere cuando se tira de talonario al confeccionar un equipo, y las rotaciones del entrenador griego fueron cuando menos algo equivocadas a mi juicio dado que negó cierta continuidad a sus jugadores ofensivos más importantes cuando su juego de ataque era bastante caótico. Sólo Childress, seguramente por aquello de venir de otro baloncesto, y Teodosic, se atrevían a jugar con algo de descaro y alegría mientras que al resto le quemaban los balones. Papaloukas fue incapaz de llevar los partidos a su ritmo y estilo, y fuera del juego de media pista no es un base para jugar rápido en ataque. Bastante lamentable es que un equipo con tal cantidad de recursos no sea capaz de hacer un juego ofensivo más fluido... aunque el mérito estuviera también en la defensa blaugrana.
Porque se ha demostrado una de las teorías que he defendido siempre y que vengo defendiendo ahora con más fuerza desde que Ettore Messina defenestra a aquellos jugadores que no destacan por su defensa. Bueno, esa es una manera comedida de decirlo, pues el italiano al mínimo error manda al banquillo a cualquier jugador. En mi opinión, el notable jugador de ataque tiene que jugar pese a que su defensa tenga lagunas. Para cubrir esas carencias ya existe el trabajo defensivo en equipo, tal y como ha demostrado en esta final a cuatro el Barcelona.
Sr. Messina, ¿qué jugador del Barça jugó más minutos en la final de la Euroliga, y en el global de la final a cuatro?, ¿qué jugador fue el MVP de la final? El entrenador italiano no lo dice veladamente, pero tiene en el ostracismo del banquillo a Louis Bullock por el mero hecho de que su defensa deja que desear cuando ofensivamente es uno de los mejores jugadores de la ACB y de Europa. ¿Acaso Navarro es mejor jugador defensivo que Bullock? Espero que Messina haya tomado buena nota de esta Final Four, y que el escolta del Barça le haya abierto los ojos.
El baloncesto es un juego de equipo en el que cada jugador tiene que aportar lo mejor que tiene, y si un jugador destaca ofensivamente tiene que colaborar en esa parcela del juego, mientras que sus lagunas defensivas tendrán que ser suplidas con el trabajo de otros compañeros que destaquen defensivamente. Es obvio que el baloncesto tiende hacía la polivalencia, y es notable el valor que alcanzan esos jugadores que sin hacer nada de maravilla, son capaces de aportar en multitud de apartados del juego, pero eso no quita para que haya que saber utilizar y gestionar los recursos de que se disponga en un equipo.
Seguramente esa buena gestión de la plantilla realizada por Pascual y todo su cuerpo técnico, amparada por un trabajo psicológico notable que ha permitido que “estrellas” en otros equipos se hayan adaptado a roles de menor protagonismo, sea la virtud que ha permitido que este Barça haya conseguido todos los títulos que ha disputado esta temporada, y al que parece que habrá que añadir en breve la liga ACB.
2 comentarios:
No toques el tema de Messina que se me hicha la vena...
25 millones de proyecto, 21 ya gastados... y nos va a mojar la oreja el CL.
Por favor, que alguien recupere la cordura.
Enhorabuena al Barça por cierto
Sí, la verdad que leyendo parece que la victoria del Barça ha sido una excusa para hablar de Messina y una de sus locuras de este año (la que atañe al pobre Bullock).
El Madrid va por el mismo camino que el Olympiacos, mucho dinero malgastado, sólo que quizás no llegue ni a la final de la ACB.
Un saludo, General.
Publicar un comentario
Bienvenido a BA-LON-CES-TO.
¡Muchas gracias por hacer tu comentario!