Por Jorge
Inicio de temporada y en todos los equipos del mundo, los nuevos jugadores o todos si el equipo es de reciente creación, tienen que pasar por el trámite de elegir número. Antiguamente en el baloncesto FIBA sólo se podía elegir entre 4 y 15 quedando muy limitadas las posibilidades. Ahora está prácticamente extendido a todas las competiciones el modelo NBA (0-99).
Clásicas son las anécdotas o curiosidades que rodean las elecciones de número por parte de los jugadores: superstición, tradición, homenaje... cada cual elige por algún motivo siendo pocos los que dejan tal elección en manos del azar, y es que el número de la camiseta es algo sagrado para el jugador.
A veces el jugador que llega de nuevas no tiene más remedio que cambiar su número de toda la vida porque en su nuevo equipo ya está escogido o alguna leyenda provocó su retirada.
“Magic” Johnson portó en el Everett High School el número 32 con el que se proclamaría campeón del Estado de Michigan pero a su paso por Michigan State (NCAA) tuvo que cambiar al 33 porque el 32 lo tenía Greg Kelser, y cuando dio el salto a la NBA tuvo que volver a ese 32 porque el 33 era propiedad de Kareem Abdul-Jabbar.
En ocasiones la elección de número viene determinada por su vinculación con algún ídolo deportivo, así el mencionado Jabbar eligió el número 33 porque era el número que utilizaba su jugador favorito de fútbol americano: Mel Triplett (New York Giants), además de ser un número muy favorable para su madre que era aficionada a la numerología.
Más reciente es el caso de Steve Nash que acaba de llegar a los Lakers y ante la imposibilidad de utilizar su habitual número 13 (está retirado en honor a Wilt Chamberlain) ha elegido jugar con el número 10 por ser el dorsal que suelen utilizar los grandes jugadores del fútbol, deporte al que es muy aficionado, y en particular por ser el número que utiliza Leo Messi.
También está el caso habitual del jugador que no pudiendo elegir su número favorito, escoge el número de su elección en el draft, como por ejemplo ocurrió con Raúl López en su paso por los Utah Jazz (nº 24 del draft de 2001).
La posibilidad de elegir cualquier número hasta el 99 ha provocado que se hayan lucido números de lo más curioso o menos habituales. Por cierto, el número 99 clásico y mítico de la historia es el que lució George Mikan, el primer gran jugador de la NBA.
El caso es que entre esos números curiosos se encuentran los casos del 76 utilizado por Shawn Bradley, y el 77 por Gheorghe Muresan. Ambos casos tienen como motivo de elección de número la estatura de los jugadores pues Bradley mide siete pies y seis pulgadas, y Muresan siete pies y siete pulgadas. Además en el primer caso también se da cierto simbolismo pues Bradley inició su carrera NBA jugando para los Philadelphia Seventysixers (los del 76).
Otro número nada habitual es el 84 que Chris Webber utilizó a su paso por los Detroit Pistons al no poder llevar el número 4 habitual en él porque estaba retirado en honor a Joe Dumars. Al parecer eligió el 84 porque un sobrino suyo había soñado que jugaba con ese número.
Otra situación excepcional se ha producido cuando algunos jugadores utilizaron diferentes números jugando para un mismo equipo, bien jugando en diferentes etapas, es decir, habiendo salido y vuelto al equipo, o por decisión personal.
Kobe Bryant que cuando llego a la liga escogió el número 8, según algunos porque era la suma del número 134 que había lucido en el partido del Adidas ABCD camp de high school y en el que tuvo una gran actuación. Antes había lucido el número 33 en su high school de Philadelphia.
Para poder cambiar de número jugando en el mismo equipo hay que pedir permiso a la NBA con varios meses de antelación pues sino imaginar el cachondeo que podría provocar el caprichoso comportamiento de algunas estrellas de la liga.
A partir de la temporada 2006-2007 Kobe habiendo pedido ese permiso pasó a utilizar el 24 en lugar del 8. ¿Motivo? Según algunos porque quería estar un número por encima de Michael Jordan (23), según otros porque ese había sido su número inicial durante su etapa de high school y que había cambiado por el 33 en homenaje a su padre Joe “Jellybean” Bryant.
Un caso llamativo anterior a Bryant se dio en la temporada 1991-1992. En noviembre de 1991 “Magic” Johnson anunció que se retiraba de la NBA al ser portador del VIH (virus de inmunodeficiencia humana), y Charles Barkley, que siempre había lucido el 34 en Philadelphia, decidió utilizar el número 32 durante esa temporada en homenaje a Johnson. La liga no puso pegas, pero antes tuvo que pedir permiso a Billy Cunninghan para poder utilizar tal número pues había sido retirado en su honor por los Sixers. Barkley tuvo su aprobación.
El último en solicitar un cambio de número fue LeBron James, que antes de tomar la decisión de salir de Cleveland rumbo a Miami, solicitó el cambio de su número 23 por el 6. ¿Motivo? Homenajear a Michael Jordan al considerar que incluso la liga debía retirar en su honor ese número de todos los equipos para que nadie lo llevara. Él lo había llevado hasta entonces por ser Jordan su ídolo. Su paso al 6 se debe a ser su número cuando juega con Estados Unidos, y porque al parecer su primer hijo nació un día 6.
Otra sitúación singular se produjo con Michael Jordan, retirado en 1993, los Bulls colgaron del United Center la banderola con su número 23. Sin embargo volvió al equipo en 1995, y entonces jugó con el número 45…hasta que se cansó y volvió a utilizar el 23.
En ocasiones el trasiego de viajes y maletas que se dan en la NBA propician la desaparición, o la sustracción de lo ajeno, de algunas equitaciones y eso conlleva alguna situación curiosa. Por ejemplo la mencionada en un artículo anterior acerca de los números que utilizó Michael Jordan en su carrera baloncestística, cuando tuvo que jugar un partido con el número 12.
Antes, en diciembre de 1987 le ocurrió algo parecido a su excompañero en North Carlona, James Worthy. El jugador de los Lakers jugaría aquel día frente al eterno rival angelino, los Boston Celtics, con el 00 como se ve en el siguiente video:
Doble cero que debe ser la camiseta de las emergencias habitual en los Lakers, pues antes, en febrero de ese año, y curiosamente también frente a los Celtics pero esta vez en Los Angeles, Mychal Thompson que había sido adquirido en traspaso por los Lakers, debutó utilizando ese mismo número pues todavía no tenían preparada la camiseta con su número favorito (43) que utilizaría luego después siempre allí.
La superstición o el capricho llevan en ocasiones a que los jugadores “compren” su número favorito al jugador que lo posee cuando llega a un equipo. Lamar Odom hizo eso cuando llegó en traspaso a los Lakers procedente de Miami. Entonces ese número 7 lo tenía Brian Cook y seguro que por una módica cifra de dólares se lo cedió a Odom.
En otras ocasiones no es necesario ningún pago. En la ACB tenemos el caso de Daniel Clark que cedió su número 10 en Estudiantes a Carlos Jiménez enseña del club colegial que siempre había lucido ese dorsal cuando éste regreso al equipo para jugar su última temporada profesional.
Para terminar y sabiendo que pueden ser muchos y variados los motivos por los que algunos jugadores eligen su número, la palma en lo anecdótico se la lleva Rodrigo San Miguel, actual jugador del Valencia basket, que no pudiendo escoger en Manresa su número favorito (10) se decantó en su día por el 00 por la coña que relaciona ese número, su apellido, y una famosa marca de cerveza. Hoy día sigue utilizando ese dorsal en Valencia.
¿Qué curiosidades conocéis en referencia a la elección de número de los jugadores? Podéis compartirlas comentando este texto. Gracias.
martes, 11 de septiembre de 2012
Los números de las camisetas de baloncesto
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4 comentarios:
Me encanta el 0 de Arenas ... ya que eran los minutos segun su entrenador (college o Univeristario, no recuerdo) que jugaría en la NBA.
Tienes razón costalgaraldals, eso se cuenta. Lástima que todo lo bien que luego lo hizo en la NBA con el tema de las pistolas se fue al garete.
Saludos.
Nadie esperfecto ¡¡
Me pregunto si teniendo un taller y todo para el serigrafista como materiales y maquinaria será posible reproducir está calidad de diseños en un negocio pequeño
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