Buscar en BA-LON-CES-TO

jueves, 11 de abril de 2019

El lagunero opina... 2018-19: final de temporada, balance... y futuro

Por Jorge

La temporada terminó para Lakers con la semana 25 y 26 de competición dedicadas a dejarse llevar dando descanso además de a LeBron también a Rondo (en los dos últimos partidos), y con el protagonismo de KCP y McGee como veteranos, los vinculados Caruso y Williams, el temporero Jones, y el rookie Moe Wagner. Y en éstas que se perdió en Oklahoma y contra los Warriors, pero se ganó a Clippers y Jazz, y se compitió hasta el último segundo en el partido que cerraba la temporada contra los Blazers.



Eso sí, lamentable imagen en varios de esos partidos con el banquillo “liderado” por LeBron James haciendo tontunas y jaleando canastas del equipo cuando no se jugaba más que para cerrar el curso. Como bochornoso fue ver a Rondo hablando lenguaje basura (tuvo toda la pinta) con otro “lumbreras” como Patrick Beverly que estaba en el banquillo (lesionado), durante unos tiros libres finales. ¿A cuento de qué? Los Clippers jugarán playoffs, mientras Lakers se va temprano de vacaciones.


Al final el récord del equipo fue de 37-45 dando por concluido el fracaso o decepción de la primera (y veremos si última) temporada de LeBron James en los Lakers, pero la “bomba” informativa estuvo antes de acabar el curso en el anuncio de dimisión de “Magic” Johnson como director de operaciones de baloncesto de la franquicia angelina.


Balance de la temporada

Dos palabras pueden definir la temporada de Lakers. Decepción para aquellos que esperaban más, la mayoría, y fracaso, para aquellos que poco menos que soñaban con llegar a las finales de la NBA.

La temporada tuvo dos puntos de inflexión que desembocaron en el desastre final. Por una lado la lesión de LeBron James, y todas las demás que fueron llegando por el camino, que fueron muchas e importantes, todo hay que decirlo, y la mala gestión deportiva mostrando sus cartas públicamente a la hora de intentar conseguir el fichaje de Anthony Davis, provocando con ello la desestabilización del equipo.

Hasta la lesión de James del día de Navidad el equipo tenía un buen balance de 20-14 y ganando ese día en la cancha de los Warriors pese a perderse la segunda parte ya lesionado. Su ausencia condujo a un récord de 6-11 pero aún en disposición de acceder a playoffs (26-25), y con él de vuelta sobrevino la hecatombe con una marca de 8-13 con algunos partidos de descanso por medio, para quedarse fuera de la postemporada, y descansar los últimos seis partidos… contra su voluntad.

En definitiva, con LeBron James en el parquet, el balance de Lakers fue de 28-27, es decir, poco más del 50% de victorias, un récord que a buen seguro en la conferencia este hubiese sido otro, pero que en el salvaje oeste y jugando a medios gas... porque así hizo quizá esperando no desgastarse en demasía para rendir después en la esperada postemporada que al final no llegó.

Más allá del impacto importante de James en el juego angelino, como no podía ser de otra manera, los resultados fueron buenos al principio, aunque el juego no tanto, palabra de aficionado laker que ve todos los partidos del equipo, pero la lesión dejó huérfano al equipo sin que pareciese haber un “plan b” y confiando en retomar esos resultados con su vuelta, pero su regreso (quizás forzando) tampoco mejoró las cosas, con lo que el “gran hombre” no condujo al equipo a la tierra prometida de la postemporada.

Eso sí, todas las lesiones que sufrió Lakers tampoco ayudaron, especialmente para mi gusto las bajas de Lonzo Ball y Rajon Rondo por lo que significaban en dirección y defensa para el equipo, y para muestra este ejemplo de la actividad defensiva de Ball:


A esas bajas habría que sumar las lesiones de Ingram y su posterior enfermedad que también fue un palo para el equipo perdiéndose más de veinte partidos. Todo ello en una conferencia en la que cualquier contratiempo se acaba pagando caro.

Para colmo la mala gestión de la posibilidad de conseguir en traspaso a Anthony Davis desestabilizó al equipo, pues no puedes filtrar nombres y posibilidades de tal manera que pones en riesgo la competición presente al poner en entredicho la continuidad de tus actuales jugadores. Toda una “cagada” a cargo de “Magic” y Pelinka (debería ser el próximo en salir de Lakers), que por el camino traspasaron al rookie ucraniano por otro tirador igual que él, y lo que es peor, al emergente Zubac a cambio de nada (por bien que haya jugado los últimos partidos Muscala), por no hablar de movimientos equivocados realizados antes de empezar la temporada: un ejemplo no intentar renovar a Brook Lopez.

Resumiendo tal vez la temporada no fue un fracaso debido a las lesiones, pero sí una decepción porque el juego pudo ser mejor y se dejaron escapar bastantes partidos contra equipos de la parte baja de la clasificación (Memphis, Pelicans, Phoenix, Nueva York…). Y habrá que tomar como único bagaje positivo el que los jóvenes hayan sumado otro año más de experiencia… que quizás acaben por disfrutar otros en el futuro si al final se consuma el traspaso “interruptus” que se vivió durante esta temporada.

Futuro del entrenador

Tal vez lo próximo que acontezca en la franquicia sea la salida de Rob Pelinka como mánager general una vez que no continúa “Magic” Johnson. Y apunto otra posibilidad, y es que fuera la leyenda angelina, no me extrañaría que Kobe Bryant pudiese ser su sustituto como pareja de baile de Pelinka, que fue su agente como jugador.

Sea como fuere, vayamos con el entrenador. Para cualquiera que haya leído al lagunero estas temporadas con Walton en el banquillo, no habrá pasado inadvertido que no es santo de mi devoción. Su intento de aplicar el estilo de juego “warrior” me parece un error porque no cuadra con el equipo de que se dispone, y es que jugar al “pim pam pum” está muy bien cuando tienes tiradores del acierto de Golden State que además de defender, saber jugar bien otro baloncesto.

No estoy convencido de que los ataques rápidos sean la panacea, y lo demuestra que los equipos que esta temporada tuvieron el ritmo de juego más alto no jugarán playoffs: Kings, Pelicans, Hawks… y los propios Lakers.

Pretender que cualquiera pudiera tirar como los Warriors es una cosa, anotar es otra, y la prueba está en que Lakers fue el penúltimo porcentaje en tiros de tres de la liga (33%), es decir, se metió uno de cada tres triples tirados… tirando 31 por partido (muchos), que demuestra que la selección de tiro podría haber sido mejor.

Eso sí, en anotación en la pintura y en contraataque se estuvo entre los mejores equipos de la liga, y ese sí es un buen punto de partida para continuar buscando mejores toma de decisiones en ataque, y algo que siempre se reclamó aquí: ser capaces de equilibrar el juego para jugar a dos ritmos de juego diferentes. Desde luego eso es más fácil decirlo que hacerlo, pero por lo visto, poco se intentó hasta ahora durante estas temporadas de Walton al frente del equipo.

Dicho esto, todo apunta que su continuidad dependerá de LeBron James. El peso de la estrella es muy grande en L.A. y si quiere otro entrenador que baile como él quiera, lo conseguirá. Un punto a favor de Walton es que “convenció” a LeBron para descansar al final de temporada, y no debió ser fácil conseguirlo una vez que a mi juicio James tiene su cruzada particular en intentar alcanzar y superar a Kareem Abdul-Jabbar al frente de la clasificación de máximo anotadores de la historia de la NBA.

La pregunta que se debería hacer James si toma él la decisión o la franquicia si la toma la propietaria o la directiva, es si quien venga será mejor que Walton. Si LeBron toma la palabra, dudo que un entrenador veterano con galones quiera tragar con lo que dicte su estrella, y si la decisión la toma la franquicia difícil será conseguir un entrenador que tenga ascendente sobre James como para evitar que éste maneje los hilos a su antojo. ¿Solución? Luego desvelaré mi opinión… pero antes vayamos con LeBron James.

Futuro de LeBron James

Hay que reconocer la facilidad que tiene LeBron James para hacer números, hasta el punto que en una temporada floja se fue a los 27 puntos, 8 asistencias y 8 rebotes con unos cuantos triples dobles (y rozándolo en otras ocasiones). Sin embargo pocas veces me pareció que jugase a tope, algo necesario si compites en la conferencia oeste (buena cuenta de ello se habrá dado), y me parece que jugó muchas veces, más para la galería que para intentar mejorar al equipo.

Sus estadísticas no esconden que también perdió muchos balones, que su defensa fue pobre, y que también cometió errores de bulto, destacando por cierto esta temporada su pobre porcentaje en los tiros libres (66,5%: el peor de su carrera), y no olvidemos la importancia del factor mental en este tipo de tiro. No será que su cabeza está en otra cosa…


A todo eso se suma que su actitud en el banquillo a mi juicio no es propia del líder de un equipo, más preocupado de lucir y actuar de cara a la galería, y esto es algo que ya criticaron otros como el legendario base de los Knicks, Walt Frazier:


La próxima página de James pasa parece ser, por el rodaje de “Space Jam 2” y con ello perderse la posibilidad de formar parte de la selección estadounidense que jugará el próximo mundial en China. Y la verdad es que sin rodaje dudo que hubiese acudido a jugar esa cita mundialista una vez que ya jugó con Estados Unidos muchos campeonatos y mejor haría en pensar en prepararse bien para la siguiente temporada.

Ese rodaje televisivo demuestra otro de sus objetivos cuando decidió fichar por Lakers, quizás el más importante, y es continuar en el mundo del “show business” en la meca del cine. Y esto sí que debería preocupar al seguidor angelino por cuanto de distracción suponga ese tipo de actividades que demuestran que quizás su “hambre competitiva” no es la que fue, y de vuelta de todo, se preocupa más de sí mismo que de ayudar a que la franquicia vuelva a pelear por ganar un campeonato.

Si LeBron James continúa en Lakers la próxima temporada, los seguidores tendrán que confiar que el desastre de este año y las críticas que sufre por ello, le sirvan de acicate y motivación para volver mejor preparado y con ganas de competir para volver a reinar en la liga.

Lakers pasó años de dura travesía formando un equipo joven y de talento y la llegada de LeBron y la impaciencia fue desgranando el proyecto con la salida de Julius Randle e Ivica Zubac por ejemplo, con el riesgo de hipotecar las próximos años a los designios de un jugador que mira más por él que por la franquicia, y quizás sería buen momento para reflexionar sobre los errores cometidos este curso, y dado que se presenta ahora la posibilidad de fichar a Anthony Davis, ¿por qué no utilizar a James como moneda de cambio? Y después repescar de la agencia libre a los mencionados Randle y Zubac…

Davis es más joven por lo que el proyecto podría continuar a medio-largo plazo, sin duda tiene más hambre competitiva dado que no sabe lo que es estar ni de lejos cerca de la posibilidad de conseguir un anillo. Y después de estar en Nueva Orleans alejado de los focos, L.A. sería el lugar ideal para ser el líder de un equipo aspirante junto a unos jóvenes más maduros y con ganas de reivindicar su categoría.

Por supuesto se antoja difícil que Lakers tome esta decisión, aunque quien sabe, ¿y si “Magic” en realidad salió para no tener que hacerlo él consciente de que sería lo mejor para la franquicia, y con ello “traicionar” a James?

Más allá de estos puntos vitales a partir de los cuales continuar en la confección de la plantilla de la próxima temporada, todo apunta a que sólo se fichará a partir del movimiento de los grandes agentes libres que estarán en el mercado el próximo verano. Y a mi juicio ese también será un error, porque veremos si algunos de los jugadores que acaban contrato tienen paciencia para esperar después la oferta angelina, y entonces veremos si lo que viene mejora lo que ya se podría haber tenido antes.

McGee, KCP y Rondo merecieron su renovación. Incluso Stephenson pese a la tontuna que le rodea, pues puede ser un jugador útil para revolucionar partidos imposibles. Y por último Caruso ya demostró el curso anterior que puede ser un “obrero” más que válido junto a Williams, aunque años anteriores no se quiso continuar con ese perfil de currantes pese a que su aportación defensiva se antoja necesaria desde el banquillo. No olvidemos las salidas en su momento de Tarik Black, Tyler Ennis, Corey Brewer, David Nwaba…

Veremos qué rumbo toma la franquicia pero queda clara aquí la opinión del lagunero, ¿y la tuya cuál es? ¿Continuarías con el proyecto LeBron? ¿Darías otro giro traspasándole por Davis (o a cambio de Durant)?

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Bienvenido a BA-LON-CES-TO.

¡Muchas gracias por hacer tu comentario!