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miércoles, 11 de junio de 2025

La selección masculina de BA-LON-CES-TO

Por Jorge

Hace un mes “ayudamos” a Miguel Méndez a hacer la selección femenina, y ahora toca hacerlo con el seleccionador de la masculina, Sergio Scariolo, de cara al Eurobasket que se jugará a partir del próximo 27 de agosto (hasta el 14 de septiembre) en Chipre (sede del grupo de España), Finlandia, Polonia y Letonia (donde se jugará la fase final).

Difícil fue hacer una lista para el femenino y también costará en este caso porque entre cuestiones personales, lesiones y la elección del nacionalizado de turno, pueden ser varias las combinaciones que implementen el mejor equipo posible.

La elección del nacionalizado
Lorenzo Brown fue el elegido en las últimas convocatorias, pero su rendimiento fue de más a menos después de un Eurobasket fantástico en 2022, donde sería capital para conseguir el oro y habiendo podido ser el mejor jugador del torneo (se tuvo que “conformar” con estar en el mejor quinteto “cediendo” el MVP a “Willy” Hernángomez), para luego ofrecer una versión más discreta en los Juegos Olímpicos de París en 2024 (6 puntos y 7 asistencias de promedio en tres partidos con 1 de 9 en triples).

Brown podría plantearse dos posibilidades, una que quiera prepararse para “romperla” en el torneo europeo buscando otro gran contrato en un equipo de Euroliga, o la segunda que sería descansar este verano (no olvidemos que entraría a disputar el Eurobasket con 35 años) para hacer una preparación a más largo plazo en buscar de resarcirse la próxima temporada del poco protagonismo que vivió este curso con el Panathinaikos.

Dicho todo eso, ¿es el base (o el combo 1-2) la posición más débil de la selección? Pues a pesar de la baja de Juan Núñez, a mí me parece que no, así que tal vez sería mejor opción reforzar otros puestos con la elección del nacionalizado. Y el elegido podría ser Eli John Ndiaye, senegalés nacionalizado desde 2020, que todavía es joven (va a cumplir 21 años) pero con la experiencia de tres temporadas en la ACB y Euroliga con el Real Madrid.

Ndiaye puede jugar de alero o alapívot según exijan las circunstancias, con mano para anotar de tres y tamaño (2,04 m) para ayudar en la defensa de la pintura, añadiendo ese “atletiscismo” del que siempre se queja Scariolo como el mayor déficit de la selección para competir al máximo nivel.

Tamaño del juego interior
Fran Guerra fue el mejor pívot español de la ACB hasta su lesión, más que por estadísticas (10 puntos y 4 rebotes en 20 minutos de media), por su madurez que le hizo mejorar mucho su lectura del juego y su defensa. Sin embargo, su participación en el Eurobasket exigiría adelantar un poco los plazos de su recuperación tras pasar por el quirófano, y eso significa que habrá que renunciar a sus 2,14 en la zona.

Con la baja de Guerra se debe apuntar a un juego interior versátil en el que se tendrán que multiplicar defensivamente hablando jugadores como el citado Ndiaye o Santi Aldama.

Y es que tras la salida de los Gasol, el tamaño del pívot vuelve a ser un problema para la selección… salvo que nos atrevamos a darle protagonismo a Aday Mara. El pívot maño demostró el último curso en UCLA que con minutos puede rendir en un baloncesto físico como el de la NCAA, y antes de su viaje a Estados Unidos ya dejó “perlas” de su entendimiento del juego en la ACB. ¿Se atreverá Scariolo a contar con él?



La lista de BA-LON-CES-TO
Bases-Escoltas: Alberto Díaz, Mario Saint-Supery, Darío Brizuela, Sergio de Larrea, Jaime Fernández
Aleros: Xabier López-Arostegui, Alberto Abalde, Josep Puerto, “Juancho” Hernángomez, Álex Abrines, Eli John Ndiaye, Joel Parra, Hugo González
Pívots: Santi Aldama, “Willy” Hernángomez, Yankuba Sima, Usman Garuba, Jaime Pradilla, Izan Almansa, Aday Mara



Algunos como Santi Aldama, llamado a ser el buque insignia de esta selección como jugador con galones NBA y por compromiso por sus palabras, es evidente que será fijo para el Eurobasket (salvo que no tuviese resuelto su nuevo contrato). El resto, aunque Scariolo seguro que tiene más plazas claras, se tendrá que ganar el puesto en la preparación y sus partidos amistosos.

Hacer un equipo definitivo ahora que todavía se está dilucidando el campeón de la ACB puede ser un atrevimiento, pero subrayados podéis ver, teniendo en cuenta condicionantes a día de hoy y preferencias, los doce que llevaría BA-LON-CES-TO. Si no coincidamos con el seleccionador, difícil será que los cambios estén fuera de esta lista de 20 posibles convocados.

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lunes, 2 de junio de 2025

Hemeroteca (21): Final ACB 2000

Por Jorge

La ACB entra en el decisivo mes de junio para dilucidar qué equipo será el campeón de liga de este curso. Y BA-LON-CES-TO trae aquí en la sección de “Hemeroteca” el recuerdo de una de las finales históricas de la competición en su veinticinco aniversario y que enfrentó a los dos equipos “futboleros”, Barcelona y Real Madrid.

En los banquillos de ambos equipos estaban dos entrenadores que ya por entonces se podían considerar clásicos de la competición, Aíto García Reneses en el Barça y Sergio Scariolo en el Madrid. Y a lo largo de la serie final se sucedieron ciertas polémicas entre ellos, con el uso de los medios de comunicación para quejarse de los arbitrajes y presionar a los árbitros según les convenía.

El Barça llegó a la final después de ganar en la semifinales a Baskonia (3-1) y el Madrid pasó más apuros en la suya, derrotando al Estudiantes (3-2) después de que Chandler Thompson fallase una especie de “fly” junto al aro madridista en el último segundo del quinto partido (70-69).

Barcelona y Real Madrid protagonizaron muchas finales, pero el precedente de esta del 2000 fue la de la temporada 1996-97 que se llevó el equipo catalán en un quinto y definitivo partido disputado en Madrid, rompiendo así con el factor cancha, y con Aleksandar Djordjevic en las filas de los barcelonistas.



Esta serie final del año 2000 también se decidió en un quinto partido pero esta vez disputado en la ciudad condal con un cierre acompañado de palabras de reproche del entrenador del equipo culé al madridista, y la celebración excesivamente gestual del visitante Djordjevic (que ahora jugaba con los madrileños) en el centro del campo, cosa que no gustó al barcelonista Nacho Rodríguez que se lo recriminó empujándole. Finalmente para evitar males mayores el Madrid recibiría el trofeo de campeón en el vestuario. Y toda esta información la recogía la revista “Gigantes del Basket” en su número 762 (ver portada arriba).

Los resultados de aquella eliminatoria final fueron:

1er partido: 64-72 para el Madrid
2º partido: 83-55 para el Barça
3er partido: 87-61 para el Madrid
4º partido: 71-80 para el Barça
5º partido: 73-82 para el Madrid

En el recuerdo de muchos quedó la irrupción de Pau Gasol en la Copa y liga ACB de 2001, pero como curiosidad hay que decir que ésta del 2000 fue su primera final, jugando 13 minutos por partido con 6 puntos y 2 rebotes de media.

Además ésta también sería la primera liga de Alberto Herreros pese a su participación testimonial dado que se lesionó en “semis” contra el Estu y apenas jugó unos minutos en el cuarto y quinto partido visiblemente cojo.

Luego otro dato a destacar sería que Sergio Scariolo se convirtió en el primer entrenador extranjero en ganar la liga ACB, tal y como recogía en “Gigantes” Paco Torres, director por mucho tiempo de esta mítica publicación.

Como curiosidad, este 2025 se cumplieron 25 años de la Euroliga, y en aquella revista se informaba sobre el cisma que dividió el baloncesto europeo de clubes entre los que conformarían la ULEB (Unión de Ligas Europeas de Baloncesto) que crearían “su” Euroliga, y los que se quedaban bajo el auspicio de la FIBA que jugarían la Suproliga europea que tan sólo convivió un año con la Euroliga que sigue vigente.

Para terminar el recordatorio de aquella final ACB del 2000, dejamos aquí (gracias al archivo de Youtube) el partido definitivo para el que quiera verlo. Así se podrá ver la tensión y el desenlace final, además de revisar como se jugaba a finales del siglo pasado:

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viernes, 23 de mayo de 2025

Frases de BA-LON-CES-TO (42): Charles Barkley II

Por Jorge

Una parte del juego que suele pasar desapercibida para el aficionado común pero que es muy valorado por entrenadores y especialistas es el rebote. Y muchas veces la diferencia en los partidos está en los rebotes ofensivos y la posibilidad de tener mayor número de ataques que el rival.

Ahora que en el baloncesto hay mucho tiro de tres, tal vez habría que darle mayor importancia al rebote de ataque dado que muchos de esos tiros se hacen sin esa opción de rebote. Y ¿qué hay que hacer para conseguir esos rebotes?

“Siempre me río cuando me preguntan sobre técnicas de rebote. Tengo una técnica que se llama simplemente ve a buscar el maldito balón".
Charles Barkley

No cabe duda que conocer la técnica de cierre del rebote es importante para el caso del rebote defensivo, pero sin las ganas y concentración necesarias, ninguna técnica será suficiente para atraparlo. Y especialmente el rebote ofensivo requerirá de algo tan sencillo como ir a por él… siempre.



Barkley promedió más de 4 rebotes de ataque por partido a lo largo de su carrera, lejos de los casi siete que consiguió el líder, Moses Malone, pero en quinta posición histórica en esta estadística, y de quien a buen seguro que aprendió como mentor suyo que fue en sus inicios en la NBA.

Este alero fue incluido entre los mejores 75 jugadores de la historia de la NBA con motivo del aniversario de diamantes de la liga, y siempre estuvo entre los mejores reboteadores pese a medir menos de 2 metros (1,98 oficiales aunque puede que midiera algún centímetro menos), hasta el punto de ser el mejor de la NBA en la temporada 1986-87 con un promedio de 14,6 por partido.

Barkley fue siempre ejemplo de intensidad en todas las facetas del juego pero por lo que se refiere al rebote, bien habría de hacer todo jugador en aplicar la recomendación que hace en su frase.

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viernes, 16 de mayo de 2025

El lagunero opina… 2024-2025 (VIII): Playoffs cortos, balance y futuro

Por Jorge

Mientras otros siguen peleando por el título, pasadas unas semanas de la caída de Lakers en primera ronda de playoffs frente a Minnesota (1-4), y con más calma, “El lagunero” analiza brevemente algunos detalles de esta eliminatoria y añade algunos apuntes sobre el futuro inmediato del equipo.

El balance del curso puede considerarse positivo pues al menos el resultado en temporada regular mejoró respecto del año anterior, y se evitó el play-in en una conferencia oeste tan disputada, aunque al final se sumaron todos los errores que apearon a Lakers de cotas más altas.

Novatada de Redick en playoffs
Una máxima que sabe cualquier entrenador (hasta de formación) es que no se debe cambiar ninguna rutina previa a ninguna final o momento decisivo de la temporada como pueden ser los playoffs. Lo que comúnmente se conoce como “déjate de inventos”, y mantén aquello que funcionó, más allá de algún ajuste.

J.J. Redick parece que jugó a innovar… y falló. Y es que más allá de los méritos de los Wolves, que no olvidemos que sólo ganaron un partido menos que Lakers en temporada regular, algunas decisiones del entrenador angelino ayudaron a su pase a la siguiente ronda.

Un comentario habitual de los especialistas era que al equipo de Redick le faltaba un pívot de garantías, y sí, vale que Jaxson Hayes no lo sea, pero si es el único interior que puede ayudar en la defensa de la pintura, quizás tenía que haber jugado algo más (menos de 8 minutos de media), y no quedarse sin jugar en el último partido en el que Rudy Gobert campó a sus anchas por la zona anotando 27 puntos y cogiendo 24 rebotes en la mejor actuación de su carrera en playoffs.



Los números de Hayes en temporada regular no fueron llamativos (7 puntos y 5 rebotes), pero a 36 minutos, es decir, tiempo de titular, sus cifras equivaldrían a unos solventes 13 puntos, 9 rebotes y casi dos tapones, datos más que aceptables, o al menos que deberían de haber servido para tener algo más de confianza en él, más, repito, si era tu única opción.

Luego el acierto desde el triple sin ser malo tampoco fue brillante (68 de 194: 35%), y tal vez podría haber ayudado a mejorarlo en algún momento Dalton Knetch, el novato que tuvo algunas buenas rachas y demostró cierta solvencia a lo largo de la temporada, pero que sólo quedó para minutos de la basura en esta serie.

Para colmo, otra carencia reconocida por los expertos estaba en cierta desventaja física, y lejos de mantener frescos a los titulares para la disputa de los minutos decisivos, el entrenador les agotó, y así llegó a jugar toda la segunda parte del cuarto partido con cinco jugadores… sin aprender la lección del tercero en el que la falta de fuelle al final sería decisiva para otra derrota.

Un examen a posteriori puede ser ventajista y en descargo de Redick hay que decir que no dejó de hacer algo habitual entre la mayoría de entrenadores NBA que es reducir su rotación en postemporada, pero quizá mejor ajuste, más allá de contar con su único pívot, podría haber sido, por ejemplo, atacar más la defensa de Mike Conley (lejos de su mejor versión).

La decisión de LeBron
Ya no hay vuelta atrás por mucho análisis que se haga y ahora toca pensar en el futuro, que tiene como primera gran decisión lo que vaya a hacer LeBron James con su contrato. Y es que parece que no hay temporada que al acabar desate este “culebrón” por saber qué pasará con su futuro. Y es normal, a esta altura de la película, para un veterano de su talla es lógico que la franquicia haga contratos cortos, y que, por supuesto, él decida alguna vía de escape en forma de opción de año más bajo su control.

Muchos especulan sobre cuáles serían sus mejores opciones para conseguir otro título, pero olvidan que siendo importante el factor deportivo, existen otros dos factores a tener en cuenta, y son la familia y su futuro una vez deje de jugar. Y dicho esto, no tengo ninguna duda de que la próxima temporada volverá para jugar con los Lakers, no sé por cuanto tiempo, pero volverá.



Las razones para su vuelta estarán en poder seguir así “vigilando” de cerca la evolución del juego de su hijo (bajo contrato por dos años más) en el mundo profesional, otra será seguir aspirando a altas cotas deportivas por el hecho de compartir pista con otra estrella como Luka Doncic, y, por último, continuará en L.A., mercado en el que puede seguir atento a la evolución de sus negocios (muchos vinculados al mundo audiovisual). Y a todo eso habría que añadir que Lakers es una franquicia histórica que sabe tratar a sus leyendas y donde quien sabe si podría acabar ocupando algún tipo de cargo una vez que deje de pisar la pista.

¿Existen otras opciones para él? Seguro, pero no sé si tan completas. Ahora bien, quién sabe. Escuché a alguien decir que podría ahora volver a reunirse con Kyrie Irving y Anthony Davis en Dallas, algo que sería un giro tremendo después de la salida de Luka de allí. ¿Imposible? Para nada, si tenemos en cuenta que pasó antes con el esloveno.

Vida más allá de James
Lakers necesitará resolver otros asuntos para seguir siendo competitivos más allá de la vuelta de James. Doncic tiene contrato para la próxima temporada pero en la siguiente tendrá también su propia opción de jugador, así que la gerencia angelina tendrá que plantearse un acuerdo a más largo plazo para retenerle.

Luego habrá que ver que pasa con Dorian Finney-Smith que cumplió en su rol y que como LeBron tiene su opción de jugador y tal vez salga al mercado para aprovechar el “escaparate” de Lakers para mejorar su contrato.

Y por último, una vez que Hayes quedó “señalado” y la lógica dice que buscará mejores opciones para él, a partir de ahí el espacio salarial volverá a ser escaso para traer refuerzos al equipo, más allá de esos que sueñan con ver a Giannis Antetokounmpo en Lakers, algo que sólo sería posible después de… ¿un “sign and trade” de LeBron? Puestos a soñar…

No parece que vaya a caer otro “gordo de la lotería” como el de Doncic, así que habrá que seguir de cerca cómo se las ingenia Rob Pelinka para mejorar a los Lakers… sin perder a sus mejores jugadores.

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viernes, 2 de mayo de 2025

Futuro de Santi Aldama

Por Jorge

Los Grizzlies se despidió del curso NBA 2024-2025 el pasado sábado al salir barridos de la eliminatoria de primera ronda que les enfrentaba a Oklahoma City Thunder. ¿Será ese el último partido de Santi Aldama en Memphis? El ala-pívot español acabó contrato y se convierte ahora en agente libre restringido, es decir, podrá marcharse si los Grizzlies no igualan cualquier oferta que reciba de otra franquicia.

Aldama fue creciendo en sus cuatro temporadas en Memphis, mejorando sus estadísticas año a año, y este curso terminó con unos promedios de 12.5 puntos (36.8% en triples), 6.4 rebotes y 2.9 asistencias. Datos que mantuvo en la postemporada y que acabó con un muy buen partido final: 23 puntos (5 de 7 en triples) y 9 rebotes en 40 minutos. Buenos números para un jugador que sale habitualmente desde el banquillo, y que ayudarán a que reciba, a buen seguro, suculentas ofertas de otros equipos.



Primera opción: seguir en Memphis
El canario siempre ha manifestado que está a gusto en Memphis, y este año jugó 25.5 minutos por partido, lo que significa que los Grizzlies también estuvieron contentos con él, y precisamente por ello extrañó que no se produjese una ampliación de contrato antes del 21 de octubre de 2024, fecha límite para hacerlo este curso una vez que todavía estaba en su contrato de novato.

La estrategia pues del equipo de Tennessee no se entiende salvo porque ofreciesen menos dinero de lo que Aldama pensaba que merecía, o simplemente porque el jugador quería sondear el mercado al final del curso. O tal vez fue un aplazamiento de la decisión si tenemos en cuenta que no fue para la franquicia moneda de traspaso ante el temor de perderle a cambio de nada a final de temporada. Lo cierto es que su buen rendimiento va a hacer que los Grizzlies se tengan que “rascar el bolsillo”, pues todo apunta a posibles ofertas de contratos multianuales con salarios medios de entre 15-20 millones de dólares por temporada.

La mejora económica parece garantizada, y si tan a gusto está en Memphis, qué mejor que quedarse allí, pues además desde el punto de vista colectivo la franquicia tiene su “estrella”, Ja Morant, y un núcleo de jugadores jóvenes (Jaren Jackson, Desmond Bane, Zach Edey, Jaylen Wells) que ya demostraron su valía en la difícil conferencia oeste. Así que deportivamente puede seguir creciendo allí, con el añadido de la “tradición” y respeto por el jugador español en Memphis, después del paso estelar por allí de los hermanos Gasol.

Incógnitas de los Grizzlies
Hasta aquí vemos las ventajas de continuar es los Grizzlies, que no son pocas si tenemos en cuenta que ya está adaptado al equipo y la ciudad, y no olvidemos que ellos tienen la última palabra a la hora de decidir su próximo contrato. Pero también hay ciertos “nubarrones” en el horizonte que quizás le haría conveniente valorar salir de allí buscando otras perspectivas.

Y es que habrá que ver el rumbo que toma la franquicia una vez que decida su inquilino para el banquillo, y si ese elegido cuenta con Aldama para un papel importante en el equipo, incógnita que parecía despejada con Taylor Jenkins, que fue quien le fue dando confianza hasta ahora.

Luego tenemos también la problemática que acompaña a la figura del equipo, Morant, por su comportamiento más que discutible en lo personal que luego afecta a su juego y al colectivo por aquello de las sanciones. Y aunque Aldama siempre habló muy bien de él, y del resto de sus compañeros, esa fama de “conflictivo” para la liga puede ser un hándicap para que el equipo alcance cotas más altas, lo que haría que fuese mejor que buscase jugar en otra parte para tener mejores posibilidades deportivas.Y es que no podemos olvidar que muchos acusan a Morant de ser el principal responsable de la salida de Jenkins, por su deseo de tener más tiempo el balón en sus manos.

Por otro lado, desde el punto de vista individual y visto desde fuera, parece que su utilización fue secundaria, sin exprimir todas sus posibilidades, sobre todo en ataque, pues si bien su “timidez” (o esa sensación deja a veces) a la hora de hacer más cosas que los tiros abiertos no le favorece, teniendo como parece un estatus mayor que el de otros secundarios, eso no se tradujo en más tiros y protagonismo ofensivo (sólo hizo 10 tiros por partido). Eso sí, debería “compensar” su mejora contractual, de quedarse e los Grizzlies, con la mejora de su defensa, al menos por lo que se refiere al rebote y los tapones, apartados donde le faltan en ocasiones cierta agresividad.

Otros escenarios posibles
Parece claro que Aldama recibirá unas cuantas ofertas. Su perfil de jugador versátil, con tamaño y mano desde el triple, a lo que añade que no necesita de mucho balón para rendir, puede ser de interés para muchos equipos.

Contextos posibles en los que su reclamo también le podría interesar a él, serían franquicias en desarrollo como San Antonio, Toronto y Brooklyn. Las dos primeras por ser de tradición baloncestista internacional quizás se adaptarían muy bien a sus habilidades y conocimiento del juego, destacando la presencia de Darko Rajaković como posible valedor suyo en los Raptors, dado que coincidió con él en Memphis como entrenador asistente. Y la opción de los Nets tampoco estaría mal por aquello de contar con Jordi Fernández en el banquillo, a lo que se añadiría poder jugar en la conferencia este, más “débil”, y en un mercado más grande como el de Nueva York, con mayor visibilidad deportiva y económica para él.

Imaginamos que Aldama más allá de querer seguir en Memphis, no descartará ninguna opción y estará abierto a cualquier posibilidad, pero aparte de esos tres posibles destinos citados, hay que tener en cuenta el margen de maniobrabilidad económica de los equipos, atados por el límite salarial, de tal manera que otras opciones pudieran ser: Wizards, Hornets, Kings, Rockets, Hawks, Bulls, Pistons y Jazz.

Detroit y Houston no estarían mal deportivamente hablando, y Chicago como mercado grande tampoco. En cualquier caso, insistir en que los Grizzlies son la opción más sencilla y probable por deseo de Aldama y por los condicionantes económicos. La solución a este “culebrón” la conoceremos en unas semanas cuando acabe este curso y empiece el vaivén de la agencia libre.

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miércoles, 16 de abril de 2025

El lagunero opina… 2024-2025 (VII): Fin de la regular (50-32 3º Oeste) y previa 1ª ronda playoffs

Por Jorge

Terminada la temporada regular, “El lagunero” califica de notable la actuación de Lakers a la espera de la parte más importante del curso, unos playoffs que de momento les enfrentarán en primera ronda ante Minnesota Timberwolves en su camino por mejorar esa nota.

Hasta llegar a la postemporada continuaron los altibajos con victorias de mérito ante Denver y Houston en L.A. o fuera en Memphis y Oklahoma, pero también duras derrotas ante Milwaukee, Orlando y Chicago (por dos veces).

La buena noticia es que las derrotas fueron ante equipos del este y ahora toca pelear los playoffs en el oeste, y las derrotas contra Warriors y OKC en este último tramo de temporada lo fueron compitiendo hasta casi el final de los partidos.

Previa 1ª ronda vs. Minnesota (49-33)
Eliminatoria que debería ser muy igualada como lo fue la temporada para casi todos los equipos (menos OKC) del oeste, como se demuestra porque los Wolves acabando sextos de la conferencia sólo ganaron un partido menos que Lakers.

Los antecedentes de los enfrentamientos entre estos equipos en temporada regular siguen demostrando esa igualdad porque el balance fue de 2-2 ganando cada uno sus partidos de casa. Si bien sólo el último partido se jugó después de la llegada de Luka Doncic, que debería ser factor decisivo de esta serie de playoffs.

Minnesota ya se cruzó con Doncic en las finales de conferencia del curso pasado, donde es esloveno dejó en evidencia a Anthony Edwards y sus compañeros, así que a buen seguro que ese será un buen acicate motivador para los Timberwolves que habrán más que estudiado como hacer frente al juego de Luka.

Clave será la salud de LeBron James, que se volvió a lesionar en el penúltimo partido de temporada contra Houston, y viendo las imágenes de la jugada en la que se lesionó, que necesitase de un vendaje y que no volviese a jugar, más sobre todo por su cara y gesto, aunque nadie habló de ello, tengo serias dudas de que esté para los primeros partidos de esta eliminatoria.



Así la rotación y el papel de los secundarios se antojará vital para superar a unos hambrientos Wolves. Rotación que apunta a que será de 8 ó 9 jugadores como máximo dejando, injustamente en mi opinión, al novato Dalton Knetch fuera de ella más allá de minutos de la basura. Además de Doncic y James si se recupera, Lakers se la jugará con Austin Reaves, Jaxson Hayes, Jarred Vanderbilt, Dorian Finney-Smith, Rui Hachimura y Gabe Vincent. A los que se podría sumar para labores de intendencia Jordan Goodwin.

Datos para el optimismo
Desde el pasado 23 de enero el balance de Lakers contra equipos por encima del 50% de victorias, es decir, frente a los “buenos”, los que juegan playoffs, es de 17-6, el mejor de la liga.

Lakers consiguió el tercer mejor balance de la liga en partidos jugados en su casa (31-10) sólo superado por los dos mejores equipos de la temporada (OKC y Cavs), y tendrá ventaja de campo en esta primera eliminatoria.

La última vez que Lakers ganó el título de la división del pacífico y que tuvo una temporada regular de 50 victorias, ganó el campeonato (2020).

Feliz cumpleaños, capitán
Esta última opinión de “El lagunero” previa a la postemporada hay que cerrarla felicitando a uno de los estandartes históricos de los Lakers, Kareem Abdul-Jabbar, que hoy cumple 78 años.



Jabbar sigue disfrutando del juego como aficionado en L.A. siguiendo a su “alma mater”, UCLA, pero también a los Lakers en el Crypto.com.



Seguro que el gran capitán está deseando que comiencen los playoffs, y como cualquier seguidor angelino, esperando lo mejor de los Lakers para esta postemporada.

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viernes, 11 de abril de 2025

Reglamento de Baloncesto (22): faltas sin balón en juego

Por Jorge

Nueva entrega de esta sección de “Reglamento de Baloncesto” para mejorar nuestro conocimiento de las reglas, con una situación que puede llamar la atención de los aficionados y jugadores más jóvenes, y que es la diferente sanción que tienen las faltas que se hacen cuando no está el balón en juego según el momento de partido en el que se produzcan.

Y al final añado un ejemplo de una situación parecida... y preguntándome por qué no tiene la misma sanción si se ajusta a la definición de la regla salvo por un detalle.

En el siguiente vídeo podemos ver dos faltas sin el balón en juego con diferente sanción, en la primera el equipo que recibe la falta mantiene la posesión y volverá a sacar, porque no está en situación de bonus (más de cuatro faltas del equipo contrario en ese cuarto) para tirar tiros libres. En la segunda, como el equipo infractor sí llegó a ese límite de faltas, la jugadora que la recibió tirará dos tiros libres.



En el artículo 34 de las reglas FIBA que es el referido a la falta personal, se indica lo siguiente en relación a lo que se denomina como “falta de saque”:

“34.1.2 Una falta de saque es una falta personal que se produce cuando el reloj de juego indica 2:00 minutos o menos en el cuarto cuarto y en cada prórroga, y que se comete por un defensor sobre un adversario en el terreno de juego mientras que el balón todavía está en manos del árbitro o a disposición del jugador que efectúa el saque fuera de las líneas limítrofes.”
Sobre la penalización de este tipo de falta se añade:

34.2.3 Si la falta es una falta de saque:
• El jugador objeto de la falta dispondrá de 1 tiro libre, independientemente de si el equipo infractor está en situación de penalización por faltas de equipo. El juego se reanudará mediante un saque del equipo no infractor en el punto más cercano a la infracción.

Este tipo de penalización se añadió al reglamento hace algunos años para evitar la “triquiñuela” de hacer faltas continuas al final de los partidos de resultado ajustado a jugadores que eran malos tiradores de tiros libres. Así no avanzaba el tiempo de juego y se mantenían opciones de dar la vuelta al marcador. Y se trasladó también a la NBA.

Y aquí tenemos la aplicación de lo dicho en esos apartados del reglamento en un partido de la NBA:



Ahora veamos una situación parecida… pero de diferente sanción por los matices:



Aunque en este último ejemplo mostrado la falta se produce con más de siete minutos por jugar del último cuarto, ¿por qué no se aplica la misma penalización cuando la infracción la comete el equipo atacante?

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miércoles, 2 de abril de 2025

¿Futuros? candidatos y premiados de la temporada NBA 24-25

Por Jorge

A falta de poco más de diez días para acabar la temporada regular de la NBA, en BA-LON-CES-TO vamos a jugar a adivinos presentando a tres posibles candidatos (más alguna mención especial) a conseguir cada uno de los premios a los mejores del curso 2024-2025.

Aclarar que las estadísticas y datos clasificatorios que se mencionan de esta temporada alcanzan hasta el 1 de abril (incluido), y que para todos los premios, se indicará el probable ganador y quien me gustaría que fuera (que en algún caso coincidirá).

• Rookie del año
Jaylen Wells (Grizzlies). Para muchos el principal aspirante al premio porque fue el más regular de todos (hasta ahora jugó todos los partidos posibles), y aunque se le reconoce por su capacidad defensiva que le hacer ser el elegido para marcar a las estrellas rivales, cuando tiene que asumir responsabilidad ofensiva no se arruga y parece más veterano de lo que dice su edad.

Zach Edey (Grizzlies). Muchos dudaron de su adaptación a esta NBA del triple y los ataques rápidos, y aunque tiene margen de mejora, su tamaño se nota siempre que está en pista. Sus números a 36 minutos (minutaje de titular) serían de 16 puntos, 13 rebotes y 2 tapones por partido.



Zaccharie Risacher (Hawks). Su impacto está lejos del clásico número 1 del draft. Está por desarrollar, pero fue de menos a más, y su movilidad para correr la pista y la posibilidad de tirar de tres le hacen una pieza importante para el cierre de temporada de Atlanta.

Mención especial para Stephon Castle (Spurs), que jugó bien aún cuando Victor Wembanyama jugaba y que dejó muy buena impresión con su participación en el último concurso de triples,le “penaliza” que San Antonio se quedará lejos de los equipos de los otros candidatos.

Los astros quizás apunten a que el premio recaiga en Risacher, tal vez beneficiado de que los jugadores de Memphis se quiten votos uno a otro. Si la decisión dependiera de mí, la querencia por los pívots me llevaría a preferir que el galardón fuera para Edey.

• Entrenador del año
Kenny Atkison (Cavs). Cleveland es el mejor equipo del este, y eso no es fácil teniendo en cuenta a Boston, máximo favorito para volver a ganar el anillo. Pasarán de 60 victorias y algo tendrá que ver el entrenador. Lo que pase en postemporada ya se verá.

J. B. Bickerstaff (Pistons). Precisamente el anterior responsable de los Cavs, que salió de allí por no cumplir las expectativas en playoffs, está demostrando su categoría liderando la salida del ostracismo de un equipo que llevaba muchas temporadas en el pozo de su conferencia. A buen seguro que mejorarán su récord del curso pasado en más de 30 victorias para entrar directamente en playoffs.

Mark Daigneault (Thunder). No será fácil que reciba el premio por segunda ocasión consecutiva (nunca pasó), pero OKC mejoró de un año a otro y si ya tuvo mérito el curso pasado, éste más. Mejor equipo de la liga y ahora mismo principales candidatos al título.

Mención especial para J.J. Redick (Lakers) que de inicio levantó suspicacias por aquello de su “amiguismo” con LeBron James y su falta de experiencia, pero que resolviendo favorablemente en un difícil escenario como es el angelino. Además el hecho de haberse codeado antes en el ámbito de los medios de comunicación, lo mismo le hace sumar muchos votos en esta carrera por el premio al mejor entrenador del año.

Todo apunta a que el premio será para Atkinson, sin embargo preferiría que se lo diesen a Bickerstaff, porque eso demostraría que su salida de Clevelana no estaba tan justificada y porque me parece que tiene más mérito hacer crecer a un equipo que viene de estar hundido en la clasificación y con quien nadie contaba mucho.

• Mejor jugador defensivo
Dyson Daniels (Hawks). Tres robos por partido, líder en desvíos (deflections) y una actividad defensiva que se debería enseñar a los chavales para que aprendan qué es intensidad pero también inteligencia defensiva.



Shai Gilgeous-Alexander (Thunder). Líder de OKC en ataque… pero también en defensa. A diferencia de otros anotadores (él es el mejor de este curso) también juega en el otro lado de la pista para dar ejemplo en uno de los mejores equipos defensivo esta temporada (106 puntos encajados con un +13 a su favor).

Evan Mobley (Cavs). Su lugar podría ser ocupado por su compañero de equipo Jarrett Allen, pívot de Cleveland que tiene números defensivos similares, salvo en tapones, donde Mobley casi dobla sus datos (1,6 por 0,9), seguramente porque su versatilidad le permite perseguir jugadores por el perímetro y recuperarles mejor cuando van al aro, restrigiendo la anotación rival en la pintura.

Mención especial para Jaren Jackson (Grizzlies) pues aunque su equipo fue bajando su rendimiento defensivo a medida que va terminando el curso, sigue siendo un bastión en defensa, aunque con el lunar de sus habituales problemas de faltas por un exceso de celo defensivo… que siempre es perdonable por cualquier entrenador o aficionado.

El hecho de que Shai esté en la pelea por el MVP quizá le reste protagonismo para conseguir este galardón, así que me parece que al final se le concederá a Daniels, elección que coincide con los deseos de BA-LONCES-TO (incluso aunque estuviera jugando Wembanyama), pues de ese modo se reconocería ese trabajo oscuro que va más allá de “highlights” y que no es fácil de hacer en una liga que cada vez tiene mayor calidad ofensiva.

• Jugador con mayor progresión
Cade Cunninghan (Pistons). Si antes era la estrella de Detroit, este curso alcanzó el estatus de estrella de la liga. Grandes números y equipo dispuesto a jugar playoffs siendo su líder.

Christian Braun (Nuggets). Este no llegó al rol de estrella, difícil compartiendo equipo con Jamal Murray y sobre todo con Nikola Jokic, pero si alcanzó el de titular haciendo más del doble de puntos respecto del curso pasado (15 ahora, 7 antes).

Ty Jerome (Cavs). Uno de esos jugadores en la sombra que ayudaron en la gran temporada de los Cavs con las mejores estadísticas de su carrera, meritorio viniendo tras una temporada casi en blanco (sólo jugó 2 partidos en la 23-24) por culpa de una lesión y operación correspondiente en el tobillo.



Mención especial para Dyson Daniels que también podría pelear por este premio pues adquirió un protagonismo que no tuvo antes, y no sólo en defensa, doblando sus números en anotación.

Si nos dejamos llevar por la tradición de los últimos años todo hace pensar que el ganador será Cade Cunninghan, por su mejora que incluye liderar un equipo camino de los playoffs habiendo pasado por el reconocimiento previo de su consideración como “all star”. Pero el voto y las preferencias de BA-LON-CES-TO se inclinan por Jerome. Jugador que no encontró su lugar en la liga hasta este curso, para hacer 12 puntos y un 43% en el triple en menos de 20 minutos por partido.

• Mejor sexto hombre
Payton Pritchard (Celtics). Máximo favorito al premio para casi todos. Eficiente en la “migajas” que le dejan los “muy titulares” de los Celtics, con el mérito que eso tiene: 14 puntos con 41% en triples.



Malik Beasley (Pistons). Otro en la línea del base de Boston. 16 puntos y 43% de acierto triple saliendo desde el banquillo.

Aaron Wiggins (OKC). Representante del banquillo del mejor equipo de la liga con 12 puntos en menos de 23 minutos por partido.

Mención especial para Ty Jerome (ver apartado anterior de premio al jugador a la mayor progresión).

Todo lo que no sea que le den el premio a Pritchard sería una sorpresa, y siempre está bien que este premio vuelva a un equipo que lo “ganó” varias veces en los 80.

• MVP
Shai Gilgeous-Alexander (Thunder). El mejor jugador del mejor equipo del curso. Máximo anotador de la temporada. Credenciales más que suficientes para ganar este premio… … si no fuera por Nikola Jokic (Nuggets), que ganó este premio tres veces antes jugando “peor” que este curso que está promediando un triple doble (29-13-10) con un 41% en triples.



Giannis Antetokounmpo (Bucks). Tercero en discordia. “Lejos” de los anteriores… pero que después de liderar a Milwaukee para ganar la Copa NBA, ahí sigue con estadísticas que en otro año bien le valdría el premio: 30 puntos y 12 rebotes con un 60% de acierto en tiro.

Mención especial para LeBron James (Lakers), capaz de rendir como para ser elegido mejor jugador del mes de febrero en la conferencia oeste, y no dejar que apenas se vislumbre su ocaso, incluso en una temporada a la que llegó después del desgaste de unos Juegos Olímpicos.

Si el premio le cae a Shai estará bien y si le cae a Jokic también. Si la elección dependiese de BA-LON-CES-TO el ganador sería el pívot.

Conviene recordar que todos estos galardones son concedidos a partir de la votación de un amplio panel de periodistas que siguen la liga. Sólo los mejores quintetos de novatos y los mejores equipos defensivos que se establecen a partir de los votos de los entrenadores, que no puede votar como es lógico a sus propios jugadores, y los premios (que no se citan aquí) al jugador más deportivo y al mejor compañero que son elegidos a través de los votos de los jugadores, están fuera del alcance de los medios de comunicación.

Veremos si me acerco al parecer de los especialistas y acierto alguna de estas previsiones. ¿Coinciden con alguna de las tuyas? Siéntete libre de apuntarlas en los comentarios.

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domingo, 23 de marzo de 2025

Tributo a Taurasi

Por Jorge

El pasado 25 de febrero, Diana Taurasi anunció su retirada del baloncesto, y diez días después ofreció una rueda de prensa para decir sus últimas palabras como profesional.

Escolta que destacó por su anotación, es la máxima anotadora de la historia de la WNBA (10.646 puntos en temporada regular), su palmarés es tal que bien puede ser considerada la G.O.A.T. (“Greatest of All Time”, la más grande de todos los tiempos) del baloncesto femenino, después de más de 20 años de éxitos individuales y colectivos.

Por desgracia, la historia del baloncesto femenino no es muy grande o mejor dicho, no es muy conocida por haber estado ninguneado durante mucho tiempo, así que no es fácil evaluar a muchas grandes jugadoras de la historia. Sin embargo, queda claro que Taurasi está entre ellas gracias a su historial y su facilidad para anotar, ya que se podría decir parafraseando a un conocido narrador de baloncesto, que se le caían los puntos de las manos, gracias a su habilidad técnica y su carácter competitivo.

Sirva esta entrada en BA-LON-CES-TO para rendir tributo a una de las mejores de la historia, repasando algunos de sus éxitos salpicándolos con vídeos en los que se puede seguir disfrutando de su juego.



Taurasi llegó al baloncesto profesional como número 1 del draft de la WNBA (Women's National Basketball Association) en 2004, después de jugar cuatro años en la Universidad de Connecticut, donde formó parte de los equipos que ganaron tres títulos consecutivos (2002-2004) del baloncesto universitario estadounidense (NCAA). En ese periplo recibiría diferentes premios individuales como ser elegida jugadora universitaria del año y mejor jugadora del torneo final en 2003 y 2004.



Su debut en el baloncesto profesional fue con las Phoenix Mercury el 20 de mayo de 2004 en un partido en el que anotó 22 puntos frente a Sacramento Monarch. Y poco después jugaría con Estados Unidos sus primeros Juegos Olímpicos en Atenas.

Su tiempo con la selección estadounidense se cerró en los Juegos de París en 2024 con su sexta medalla de oro en su sexta participación olímpica, todo un récord al que se suman otras seis medallas en mundiales (cinco oros y un bronce).

El calendario comprimido de la WNBA que se juega en verano, y los grandes contratos que le ofrecieron equipos rusos y turcos, permitieron que Taurasi jugase en el baloncesto FIBA en Europa más allá de los torneos internacionales con su selección. Así añadió a su palmarés seis Euroligas ganadas con Spartak de Moscú (2007-2010) y con UMMC Ekaterimburgo (2013 y 2016), además de varios premios de mejor jugadora.



Como curiosidad, en 2015 el equipo de Ekaterimburgo le ofreció un sueldo hasta quince veces por encima del que cobraría en la WNBA, que le permitió tomarse una temporada de impasse en su trayectoria con las Phoenix Mercury en el verano de aquel año.

Pese a aquel compás de espera, Taurasi jugó un récord de 20 temporadas con las Mercury, hito al que sumar la marca de más puntos anotados en la WNBA, siendo hasta ahora la única jugadora que superó los 10.000 puntos.



En la WNBA además de ganar el premio a la mejor debutante en 2004, fue elegida once veces para jugar el “All Star”, formó parte diez veces del mejor quinteto de la temporada, y fue considerada la mejor jugadora de la temporada (MVP) en 2009. Además fue la mejor anotadora cinco veces, pero su mayor éxito fueron los tres títulos ganados en 2007, 2009 y 2014, siendo la mejor jugadora de las finales en los dos últimos.

Su impacto en el baloncesto fue tal que el vínculo que mantuvo con Kobe Bryant debido al interés que mostró este por el baloncesto femenino tras su retirada, le llevó a ser una de las personalidades que rindió tributo a la leyenda angelina, en un acto celebrado en L.A. tras su fallecimiento.



Taurasi, la “White mamba” homenajearía a la “Black mamba”, Kobe, cambiando su característico número 3 por el 8, el día previo a la celebración del día de Kobe Bryant, 24 de agosto, fecha instaurada así por la ciudad de Los Ángeles como tributo al gran jugador de los Lakers.



La carrera de Diana Taurasi nos dejó muchos momentos de gran baloncesto a los que por suerte siempre podremos volver para disfrutarlos gracias a las videotecas.

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domingo, 16 de marzo de 2025

El lagunero opina… 2024-2025 (VI): Vaivén a la espera de salud (40-25 5º Oeste)

Por Jorge

La salud de la plantilla determinará el desenlace de la temporada. Así se puede titular lo que está por venir para los Lakers después de un balance aceptable hasta ahora, dejando pesimismo y optimismo a partes iguales para lo que resta de curso.

Los angelinos ofrecen cada día un informe médico que hace difícil definir quienes serán los que jueguen su próximo partido. Y a falta de diecisiete partidos para terminar la fase regular no será fácil entrar de manera directa en playoffs si no se recuperan efectivos.

Balance de los últimos 14 partidos
Desde la última visita de “El lagunero” los Lakers protagonizaron un vaivén a merced del parte médico de turno y de la inspiración de LeBron James, Luka Doncic y Austin Reaves.

James, por cierto, cerró febrero con el reconocimiento de mejor jugador del mes en la conferencia oeste, otro hito en su carrera como jugador con 40 años:



El balance fue de 8 victorias y 6 derrotas, y en este tiempo se produjo el primer enfrentamiento de Doncic frente a su antiguo equipo, que se saldó con derrota de los Mavericks (107-99) gracias a un triple doble del esloveno (19-15-12).



También en ese partido, aunque Anthony Davis no jugó por lesión, recibió un sencillo pero merecido tributo de los Lakers, que emitió durante el primer tiempo muerto un breve vídeo para que recibiese el agradecimiento de la afición angelina.



En Boston, coincidiendo con la lesión de LeBron, se puso fin a una racha de 8 victorias seguidas perdiendo ante los Celtics (111-101), y desde entonces hasta ahora se acumulan 4 derrotas consecutivas, en Brooklyn contra los Nets (111-108) frente a uno de los peores equipos de la temporada, en Milwaukee (126-106) sin opciones de victoria en ningún momento, y con la reacción de Reaves (ausente también Doncic) junto a los suplentes (y los muy suplentes) en Denver, donde no consiguieron la que habría sido una victoria merecida ante unos confiados Nuggets (131-126).

La mejor noticia en este periodo fueron las consiguientes adaptaciones de Doncic y de Dalton Knetch. Del primero se espera que vaya mejorando sus porcentajes de tiro, especialmente desde el triple (34% tirando 10 por partido). Y, el segundo, después de su traspaso “frustrado”, vuelve a tener confianza tanto cuando juega poco como cuando se le necesita por más tiempo ante las bajas (32 puntos en 37 minutos en Denver).

Y también habría que destacar la actuación de “jornaleros” como Jordan Goodwin, Shake Milton, Tray Jemison III y Christian Koloko que con las ausencias tienen que dar un paso al frente para ayudar en momentos puntuales, demostrando que no hay equipo que no requiera en algún momento de la ayuda de todos sus jugadores.

Pesimismo del parte médico
La baja más notable obviamente es la de LeBron. Parece que es un problema muscular, así que o se espera un milagro o la lógica dice que sólo debería llegar para jugar los últimos partidos de temporada. Y el balance del equipo sin él es de 3-4. Mantener ese porcentaje de victorias en lo que resta de curso sería lo mínimo necesario para asegurar el play-in.

Otra baja importante es Rui Hachimura, que lleva sin jugar desde el 27 de febrero, y cuya ausencia por un problema de tendinitis en la rodilla izquierda, complica más las perspectivas angelinas al dejar muy limitada la posición de alero sin James.

Y, por último, las otras dos bajas más importantes son las de los pívots: Maxi Kleber y Jaxson Hayes. El primero no jugó todavía con Lakers desde el traspaso con Dallas por un problema en su pie derecho que requirió de cirugía, y el segundo arrastra problemas en una rodilla que le hacen ser evaluado día a día.

Muchos se sorprenderán al considerar como importantes las bajas de estos pívots, pero si los analistas consideran que L.A. necesitaría fichar un pívot para ser claro aspirante a grandes cotas, o sea, el título, entonces que el equipo no disponga más que del parche de Alex Len en esa posición, mandan al garete cualquier opción de éxito.

Así que esperemos que la vuelta de Hayes sea más pronto que tarde, pues cumple más que aceptablemente su papel teniendo en cuenta el tipo de protagonismo que se le otorga. Y es que eso de que los Lakers necesiten un pívot es un tema que requerirá un análisis más detallado para cuando acabe el curso o cuando esté a punto de empezar el próximo.

Calendario para el optimismo
Así con todo, se parte de una posición más que buena en la clasificación para afrontar el último tramo de curso: 40-25 (5º del oeste), y el seguidos angelino tiene que agarrarse a un calendario que ofrece algunos datos para el optimismo.

Quedan por jugar diecisiete partidos, de lo que ocho se jugarán contra equipos que están por debajo del 50% de victorias, y tal vez, en el momento de jugar frente a ellos, estén más por cerrar la temporada que por competir. Pero si ocurre lo que ha pasado en partidos recientes (derrotas en Utah o Brooklyn), no hay que perder el optimismo, pues, curiosamente, el récord angelino es mejor hasta ahora contra rivales que están por encima de ese 50%: 19-9.

Por último, otro dato para la esperanza es que nueve de los partidos que restan por jugar tendrán como escenario el Crypto.com, buena noticia si tenemos en cuenta que los Lakers son el tercer mejor equipo en casa de la competición a estas alturas de curso (25-7).

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martes, 11 de marzo de 2025

Baloncesto en Cine y TV (35): Un pase a la gloria

Por Jorge

Vuelve esta sección de “Baloncesto en Cine y TV” después de un par de años sin comentar ninguna película. Y lo hace con un producto clásico de la filmografía estadounidense en materia deportiva en general, y baloncestista en particular, que tiene algunas particularidades que bien merece su reseña.

“Un pase a la gloria”, basada en hechos reales, muestra una más de tantas historias locales que pueblan la geografía estadounidense dentro del ámbito deportivo.

La película: “Passing glory” (1999)
La acción transcurre en New Orleans a mediados de los años 60 del siglo pasado, y tiene como protagonista al equipo de baloncesto del instituto St. Augustine, escuela católica para estudiantes afroamericanos. Su éxito deportivo no es completo porque su programa de baloncesto está fuera de la asociación deportiva del Estado de Lousiana por cuestiones raciales. Entonces llegará allí un cura de raza negra, el padre Joseph Verrett, que tiene que hacerse cargo del equipo y que intentará cambiar la segregación existente para poder jugar un partido frente al instituto de estudiantes blancos.



Creada para su distribución televisiva, probablemente esa limitación temporal fuera la que no permitió ahondar con más profundidad en la historia que se cuenta, desarrollar más y mejor sus personajes, para no quedar reducida al clásico cliché del resultado del partido final.

En cualquier caso, la película cumple desde el punto de vista del entretenimiento gracias entre otros al buen hacer de su protagonista principal, Andre Braugher, reconocido actor de series que tuvo su primer papel importante en la película “Tiempos de gloria” (1989) junto al oscarizado Denzel Washington.

Y siempre está bien conocer este tipo de historias que, alejadas ahora en el tiempo, pueden parecer algo anacrónicas pero que forman parte de la realidad de nuestro deporte.

El baloncesto de la película
Las vinculaciones baloncestistas de la película son muchas. Empezando porque el productor principal de la misma es “Magic” Johnson (junto al gran Quincy Jones). Y durante la misma se mencionan a algunas leyendas de la época como Wilt Chamberlain, Bill Russell y Oscar Robertson (aparecen unos cromos suyos).

También el director, Steve James, tiene su relación anterior con el baloncesto porque fue quien dirigió uno de los mejores documentales deportivos con “Hoop Dreams” (1994).

Y lo más importante es que el guión fue escrito por Harold Sylvester, basándose en las experiencias de su propia vida como jugador del instituto St. Augustine, ya que jugó el partido que se refleja en la película. Sus habilidades baloncestistas fueron tales que le llevaron a ser el primer afroamericano en recibir una beca deportiva de la universidad de Tulane.

Sylvester desarrolló una carrera como actor en cuya filmografía se encuentra otra película de baloncesto, “Canasta de sueños” (1979), que también fue reseñada en este blog.

Para terminar una curiosidad, los títulos de crédito de la película se cierran con una preciosa versión del tema de Bob Dylan, “The times they are a changing”, cantada por “The brothers and sisters of L.A. choir”, bajo la producción de Lou Adler, nombre que puede pasar desapercibido para cualquiera menos para algunos seguidores de la NBA. Y es que la fama como seguidor incondicional de los Lakers se la lleva siempre el actor Jack Nicholson, pero Adler también estuvo, y sigue estando, en su silla a pie de pista para ver todos los partidos de los angelinos.

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martes, 11 de febrero de 2025

El lagunero opina… 2024-2025 (V): Racha ganadora… y llegada de Doncic (32-19 4º Oeste)

Por Jorge

“Les tocó la lotería”: así podríamos resumir lo acontecido en los Lakers desde la última vez que estuvo aquí “El lagunero”. Luka Doncic aterrizó en L.A. pero además de su llegada también toca analizar la racha ganadora del equipo en los partidos que se jugaron hasta este movimiento.

Adiós Davis, hola Doncic
Por si algún lector estuvo aislado en una cueva, recordemos que sorprendentemente los Dallas Mavericks llamaron a la puerta angelina para permitir el traspaso que enviaría a Doncic junto a Maxi Kleber y Markieff Morris a L.A. a cambio de Anthony Davis, Max Christie y una primera ronda de draft.



Haciendo un análisis somero de lo positivo y negativo de este movimiento, podemos decir que es positivo porque llega una estrella a la que en principio todavía le queda recorrido (26 años cumple este mes) aunque lleve mucho tiempo en la élite (desde los 16). Y la posibilidad de que tal vez aprenda de la capacidad de preparación de LeBron James para alcanzar su mejor versión física (que es su hándicap junto a la defensa y las protestas arbitrales).

Por la parte negativa tenemos la rotura de la pareja LeBron-AD que funcionó (anillo de 2020) y que funcionaba por ocupar posiciones distintas en la pista, cosa que no ocurre ahora entre Luka y James, jugadores que tienen mucho tiempo el balón en sus manos.



Luego la salida de Christie que estaba evolucionando muy bien como “3 and D” (especialista en el triple y la defensa) empeora más si cabe una defensiva que no estaba precisamente entre las mejores de la liga.

Así con todo, la “potra” de Rob Pelinka, directivo angelino, y por ende de los Lakers fue tremenda cuando le llegó la llamada de la directiva de los Mavs, porque el tándem James-Davis tenía fecha de caducidad próxima, y ahora, a poco que la gestión marche por cauces normales, el equipo de púrpura y oro tendrá estrella para una década. Dicho lo cual, hay que poner en valor la figura de Davis, a quien muchos hicieron de menos en este traspaso, y es que más allá de sus 25 puntos y 11 rebotes de media en sus seis años en L.A., no se puede olvidar que fue decisivo en el anillo de 2020.

Racha ganadora: 12-3
Luka no se podrá quejar porque llega a un equipo mejor clasificado que Dallas (veremos que pasa al final de temporada), con Lakers ganando 11 de sus últimos 14 partidos, racha a la que se suma la primera victoria con él en pista (24 minutos para 14 puntos y 4 asistencias), conseguida la pasada madrugada frente a Utah Jazz (132-113).



Victorias de mérito como la conseguida frente a los Boston Celtics (117-96), vigentes campeones, que siempre se agradecen frente al eterno rival…



…y otras con actuaciones estelares como la de AD (42 puntos y 23 rebotes) en Charlotte (107-112)…



…la de LeBron contra los Warriors (120-112) con 42 puntos…



… y la de Austin Reaves consiguiendo su máxima anotación de carrera (45 puntos) frente a los Pacers (124-117):



Qué está por llegar… y Cooper legendario
El hueco que deja Davis en la pintura iba a ser “parcheado” con la llegada de Mark Williams desde Hornets en un traspaso que mandaba a Charlotte al novato Dalton Knetch más Cam Reddish, pero este intercambio se vino abajo porque el pívot no pasó el reconocimiento médico. Así que a lo mejor se produce algún movimiento de mercado para paliar una deficiencia que no invita al optimismo deportivo a corto plazo…

Pero todo puede pasar en un oeste salvaje, en una buena posición ahora (32-19 4º Oeste), y con un Doncic que seguro que quiere acallar a esos que critican su estado físico, que si bien no parece el mejor, ni falta que le hace, como demostró en el pasado (cinco veces en el quinteto ideal de la temporada), gracias a su conocimiento del juego y su exquisita técnica individual.

Y esta entrada no se puede terminar sin hacer referencia una vez más a la historia de los Lakers gracias a alguno de sus éxitos o de sus leyendas cuyo recuerdo siempre vuelven cada temporada por un motivo u otro, y esta vez le tocó el turno a Michael Cooper, que después de ingresar en el “Hall of Fame” el año pasado, ahora recibió el tributo de ver retirado su número 21.



Defensor notable, tirador de triples (cuando no era tan habitual tirarlos) y gran finalizador de contraataques, Cooper formó parte de la dorada época angelina del “Showtime” (5 títulos en los 80). Y ahora a los aficionados les toca ilusionarse ante la posibilidad de volver a la senda del triunfo de la mano de Doncic.

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domingo, 2 de febrero de 2025

Polémica NBA: Muchos triples, menos juego de pívot (II)

Por Jorge

Hace varias semanas inicie una reflexión sobre el abuso del triple, donde dejé claro que la clave estaba en la selección de los tiros, es decir, que la queja debería estar en los errores y el desacierto más que en el hecho de tirar más o menos. Y ahora le toca el turno a comentar sobre la ausencia de juego al poste bajo.

Evolución del pívot
Los más veteranos recordamos que los pívots de antes estaban para poner bloqueos, cargar el rebote de ataque, defender y poco más… salvo que estuvieras en el club de los elegidos, léase Kareem Abdul-Jabbar o Wilt Chamberlain, si nos referimos a la “prehistoria” de la NBA, y Hakeem Olajuwon, Tim Duncan o Shaquille O´Neal si nos remontamos a finales del siglo pasado y principio de éste. Pívots que marcaban la diferencia, y por cuyas manos tenía que pasar la pelota casi en cada uno de los ataques de sus equipos.



Muchos nostálgicos se quejan de que ya no hay “bailarines” al poste bajo que destaquen por su juego de pies, pero no estoy tan de acuerdo, Joel Embiid (Sixers), Nikola Jokic (Nuggets), Anthony Davis (Lakers), Ivica Zubac (Clippers) y algunos más, son interiores que ahora pueden volver loco a sus defensores con sus pivotes y giros en la pintura, sin embargo, los pívots van también por otros caminos y al igual que ellos juegan por fuera, los jugadores de perímetro también pisan la zona más de lo que se hacía antes.

Si por jugar de pívot nos referimos a que se pase la pelota al poste bajo, pues sí, eso es una rara avis en la NBA de hoy. Así entendido, salvo en los casos de tres o cuatro equipos que cuentan con un jugador muy grande y habilidoso para jugar en esa posición, apenas si llegan balones allí. Sin embargo, eso no impide ver ciertos movimientos en la pintura de jugadores que llegan en bote y se giran para hacer un tiro a la media vuelta, igual que podía hacerlo antes un pívot que recibía y hacía ese movimiento después de una finta previa.

Ahora los pívots pueden (o les dejan) hacer otras cosas, y así tenemos el ejemplo de Domantas Sabonis (Kings), jugador que suele estar siempre entre los mejores de la liga en la estadística de puntos por bloqueo puesto (sí, en la NBA hay datos para todo), pero además puede subir la pelota (recuerdo que en su día ganó un concurso de habilidades del “All Star”), repartir juego y tirar triples, además de jugar alguna vez en el poste y pegarse en la pintura por los rebotes.

Y el mejor jugador de la liga es un pívot: Jokic. El pívot de Denver está ya entre los mejores interiores de siempre, hasta el punto de que no podría contradecir a nadie que me dijera que es el mejor de la historia por mucho que, en mi caso, tenga otras preferencias. Y es que nunca vimos un pívot tan completo como él. Capaz de jugar en la pintura y superar a cualquier con juegos de pies, fintas y habilidades que no parecen corresponderse con un físico (aparentemente tosco) como el suyo. Además puede subir la pelota y dirigir los ataques de su equipo, repartir juego desde el poste alto, y hasta tirar triples (y meterlos, que es lo importante, pues está entre los mejores porcentajes de acierto de la liga).

Jugar de pívot nunca fue fácil
Está claro que el exceso de triples y el llamado “small ball” (juego con jugadores de perímetro) no facilita jugar al poste ni el juego del pívot clásico, pero tampoco podemos olvidar que para los jugadores interiores nunca fue fácil jugar en la pintura, y siempre es más cómodo jugar por fuera (menos contacto, menos golpes). Para qué te vas a estar “pegando” por ganar la posición, si o no te pasan o encima te pitan falta de ataque si el que “pega” eres tú cuando a ti te estuvieron “breando” antes:



La supuesta ventaja física de un pívot frente a un jugador de perímetro (aunque ahora éstos tienen tamaños y pesos muy parecidos) suele ir en su contra, y es que si el pívot “sopla” a su defensor y sale despedido por una cuestión puramente física (más un poco del método Stanislavski), será falta sí o sí. Aquí podemos ver un ejemplo de esta temporada:



¿Cambiarán las reglas para equilibrar el juego?
El diferente criterio arbitral que rige la defensa de perímetro o interior no facilita el juego de los pívots. Mientras que a un jugador de fuera el mínimo toque puede considerarse falta, por ejemplo, ya sea conduciendo el balón o saliendo de un bloqueo, el pívot necesita que se le cuelguen tres o cuatro jugadores de los brazos como si fuera un árbol (que le pregunten a O´Neal) para que la piten.

En el pasado, si eras un pívot imparable había que buscar la manera de reducir ese dominio. Y así pasó, por ejemplo, en los años 50 (inicios de la NBA) cuando la superioridad de George Mikan fue vista como un peligro, y se decidió aumentar el tamaño de la zona duplicando las dimensiones del área restringida de 1,8 metros (6 pies) a 3,6 metros (12 pies) en 1952. La idea era alejar a Mikan del aro para reducir su dominio, y aunque sus números bajaron, lideraría a sus Minneapolis Lakers a ganar un par de títulos más.

Más tarde, en los años 60, Chamberlain sería la razón para volver a agrandar la zona (en 1964) aumentando el área restringida de 3,6 metros a 4,8 (16 pies) en un intento por dificultar su dominio del juego.

Incluso en la NCAA también quiso controlar el dominio de los pívots a finales de los 60, más concretamente para evitar la superioridad del jugador de UCLA, Lew Alcindor (más tarde Abdul-Jabbar), prohibiendo los mates. La medida no tuvo mucho éxito porque siguió liderando a su universidad para conseguir más títulos. Y, de hecho, el mismo dice que esa limitación le ayudó a mejorar su técnica individual añadiendo más recursos a su juego.

Si en el pasado se pretendió equilibrar el juego limitando las posibilidades de los jugadores interiores, ¿cambiarán las reglas para limitar el tiro de tres puntos? Algunos barajan la posibilidad de eliminar los triples desde las esquinas. Otros citan la opción de alejar la línea de tres puntos, aunque mucho tendrían que hacerlo para que tiren sólo los mejores tiradores, y así permitir que se busquen más tiros de media distancia y al poste bajo. Veremos.

A la espera de posibles cambios que permitan un juego más equilibrado en la NBA, igual que disfruté del juego en el pasado, disfruto ahora, y lo haré en el futuro, porque siempre hubo, hay y habrá partidos buenos y malos que vendrán determinados por el acierto, ya se hagan tiros de tres o se la juegue un pívot en el poste, porque igual se puede apreciar una buena circulaciónn de balón para llegar a un triple abierto como de un balón interior que termina con un gancho en la pintura. Por cierto, animo a los nostálgicos a ver una decena de partidos NBA de una semana al azar, para contabilizar el número de balones interiores que se juegan. Tal vez se sorprendan... para bien.

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