Por Jorge
La falta antideportiva se define en las reglas FIBA de 2020, vigentes en la actualidad, en el artículo 37:
37.1.1 Una falta antideportiva es un contacto del jugador, a juicio del árbitro es:
• Un contacto con un oponente, sin intentar legítimamente jugar directamente el balón dentro del espíritu y la intención de las reglas.
• Un contacto excesivo y violento del jugador en un esfuerzo por jugar el balón o sobre un oponente.
• Un contacto innecesario causado por un jugador defensivo para detener la progresión del equipo atacante en transición. Esto se aplica hasta que el jugador atacante comienza su acción de tiro.
• Un contacto ilegal causado por el jugador, por la espalda o lateralmente, sobre un oponente que está progresando hacia la canasta de los oponentes y no hay otros jugadores entre el jugador que progresa, el balón y la canasta. Esto se aplica hasta que el jugador atacante comience su acción de tiro.
• Un contacto de un jugador defensor sobre un oponente en el terreno de juego cuando el reloj del partido muestra 2:00 o menos en el 4º cuarto y en cada prórroga, cuando el balón está fuera del terreno de juego para efectuarse un saque y está todavía en las manos del árbitro o a disposición del jugador que va a efectuar dicho saque.
37.1.2 El árbitro debe valorar las faltas antideportivas de manera coherente durante todo el partido y juzgar solo la acción.
Veamos el siguiente vídeo que contiene diferentes cortes de un partido de la liga ACB de esta temporada, donde aparecen algunas faltas que se producen de manera “automática” en el poste bajo o en otras zonas del campo de jugadores con desventaja física frente a sus adversarios:
¿Me puede explicar algún árbitro por qué esas faltas no se pitaron antideportivas?
Siguiendo el primer punto de la definición de falta antideportiva, parece claro que todos son contactos sin intentar jugar el balón dentro del espíritu de las reglas, pues en realidad se tratan de agarrones intencionados para parar el juego ante una desventaja física. Y situaciones como éstas se ven casi en cada partido.
Repito, una vez más, arbitrar es muy difícil, pero a veces cuesta entender algunas interpretaciones arbitrales. Y en este ejemplo parece que es una situación evidente que de pitarse regularmente dejaría de verse en las pistas.
Por cierto, y sin que tenga que ver con el reglamento, dirigido a los entrenadores y jugadores: ¿por qué no se defienden esas situaciones? Muchas veces los pívots se trastabillan y al final hacen pasos, o no hacen uso de su ventaja física y se limitan a hacer un tiro a la media vuelta y… fallando. Una cosa es defender duro y al final cometer falta, que no tiene porque ser antideportiva, y otra que automáticamente no nos molestemos en defender (quizás válido para enviar al tiro libre a un jugador que mete menos de la mitad de estos) o al menos en intentarlo.
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