Las pachangas de la Selección

Por Jorge

Fichajes y Selección copan toda la atención informativa del verano baloncestístico. Bueno, casi habría que decir, que son Ricky y la Selección, porque cualquier otro fichaje pasa con más pena que gloria por el panorama informativo… aunque eso parece que está a punto de cambiar.

Garbajosa en uno de sus tiros habituales. (foto: feb.es)
Eso sí no se sigue estirando el culebrón porque algunos daban hace días como seguro el fichaje de Rubio por el Barça y ahora resulta que los Wolves están dispuestos a tirar la casa por la ventana para llevarse al chaval. Veremos como acaba todo esto. Lo único seguro es que el Joventut gracias a su política de cantera volverá a ser el ganador en toda esta trifulca.

La verdad es que el tema de la cantera y el profesionalismo da para unas cuantas reflexiones, y es que no se entiende como equipos profesionales con una estructura estable no son capaces de sentar unas bases que permitan un rendimiento deportivo, pero también económico. Supongo que si no lo hacen salvo contadas excepciones es porque no compensa, aunque visto desde fuera parece que si lo haría.

Pero el caso es que voy a dar mi particular visión de cómo afronta la Selección Española el inminente Eurobasket. Al principio muchos se frotaban las manos sólo con la convocatoria de Pau, el resto de ÑBA (salvo Calderón y Sergio) y la crème de la crème de la ACB. Poco menos que se iba a ganar el oro sin bajar del autobús. Ahora que la bola empezó a rodar durante los partidos de la preparación se han despertado algunas dudas sobre todo entre los aficionados, porque lo que es la prensa, hasta cuando se gana por los pelos no se deja de alabar al equipo independientemente de los errores propios, o del buen juego ajeno.

Bien es verdad que no se ha dejado de ganar ningún partido, y que ofensivamente se puede decir que el balance hasta ahora es de aprobado con nota, pero la defensa, ay con la defensa. Resulta que Israel y Polonia parecían poco menos que Los Angeles Lakers enchufando de todos los colores.

Por lo dicho, se puede deducir que no estoy muy contento con el juego del equipo español, pero nada más lejos de la realidad. Es más, creo que todo obedece a una estrategia muy predeterminada por el equipo técnico español con Sergio Scariolo a la cabeza.

Hoy día, todo el mundo tiene acceso a los partidos de los rivales, y durante las preparaciones, si no se esconden detalles, al final no se sorprende a nadie (si es que eso es posible, que esta también es otra). Por eso, el juego español no ha descubierto apenas ninguna carta.

En ataque se ha jugado a correr y al “aquí te pillo, aquí te mato” abusándose en ocasiones de tiros rápidos y a veces precipitados. Y también se ha vislumbrado mucho bloqueo y continuación para tiro exterior, y ataque flex con intención de jugar balones interiores.

Con el balón en manos de jugones como Navarro o Garbajosa (que hoy día ya vuelve a ser el de sus mejores tiempos) por poner dos ejemplos, poco importa que los tiros no estén del todo bien seleccionados, pues al final acaban dentro. Luego si tienes en el juego interior a un Marc Gasol inconmensurable todo es más fácil, y después para correr con Ricky, Llull, Claver… todo es muy fácil.

No dudo de que en el Eurobasket se solventen partidos a base de este estilo, pues tampoco es cuestión de renunciar a correr y conseguir canastas fáciles, pero sobre todo cuando se juegue contra los rivales directos más complicados, seguro que sale a relucir todo el trabajo táctico que se está haciendo en los entrenamientos. Pues no me creo que un entrenador con fama de trabajador y estudioso de la táctica, no esté aprovechando el tiempo del que dispone. De hecho, tuve la oportunidad de ver el librito de jugadas en una foto de Carlos Suárez que publicó Gigantes, y aquello parecía el Quijote.

Por poner algunos ejemplos, apenas se ha visto “marcar” jugadas,igualmente no se han visto jugadas de banda o fondo con intención de buscar canasta o sorprender, y generalmente son saques para jugar 5x5, en defensa aunque Scariolo es más de defensa individual, apenas si se ha visto en momentos muy puntuales la zona. Y no hablemos si acaban entrando Mumbrú y Pau, pues las rotaciones y las opciones adquirirán una nueva dimensión.

Total, que los partidos no dejan de ser meras pachangas para hacer caja, que sirven para afinar la puntería, preparar las piernas para estar en la mejor forma cuando comience la competición de verdad, y para que el aficionado se entretenga con el espectáculo. Todo pura estratagema, así que tampoco dan estos partidos para muchas reflexiones, y las dudas que algunos han visto seguro que quedarán disipadas durante el campeonato.