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sábado, 16 de noviembre de 2019

El lagunero opina 2019-2020... 1ª Quincena de noviembre

Por Jorge

Balance de 7-1 durante la primera quincena de noviembre que colocan a Lakers con el mejor récord del oeste a estas alturas de temporada (10-2) y muy cerca del mejor equipo de la liga (Boston 10-1).

El mes comenzó con una espectacular victoria en Dallas (110-119) con un duelo fantástico entre Luka Doncic y LeBron James, con sendos triples dobles.

Con el partido controlado, el equipo se durmió al final, y se necesitó de un triple sobre la bocina de Danny Green para llevar el partido a la prórroga, y lo más curioso es que esa canasta tuvo una celebración poco efusiva como si fuera lo más normal del mundo.



LeBron James y Anthony Davis anotaron 15 de los 16 puntos del equipo en el tiempo extra, y la noticia del partido estuvo en la vuelta al juego de Kyle Kuzma que debutaba esta temporada.



Dos días después se continuaba jugando en Texas, y se conseguía una trabajada victoria en San Antonio (96-103), donde a otro triple doble de LeBron James, se sumaba como jugador decisivo Dwight Howard con 14 puntos (sin fallos en tiros de campo) y 13 rebotes.



La primera gira fuera del Staples se cerraba en Chicago, localidad natal de Anthony Davis, donde el rookie de los Bulls, Coby White lideró la ventaja de su equipo, y sólo gracias a otro triple doble de James (el tercero consecutivo), y sobre todo al trabajo del banquillo en el último cuarto (Quinn Cook 17 puntos, Kyle Kuzma 15y buena energía de Dwight Howard y Alex Caruso) se pudo remontar el partido (112-118).

El “flojo” partido de Davis no impidió que demostrara su buena actitud animando al equipo en todo momento desde el banquillo.



De vuelta en Los Ángeles, llegó Miami, y ambos equipos rivalizaron en desacierto desde la línea de tres puntos. Clave de la victoria (95-80) sería la actuación de Anthony Davis que aprovechaba los huecos de la defensa en zona que hacía Miami, ocupando el tiro libre y haciendo cortes a la pintura. Y a él se unió LeBron James que no hizo un triple doble, 26-6-4 pero que quizás hizo el mejor partido del curso hasta ese momento. Curiosamente pese al desastre desde el triple, él sí estuvo bien (4 de 7).



La única derrota de esta quincena se produjo contra el vigente campeón, los Toronto Raptors, (104-113) en un partido que pareció controlado por los angelinos desde el principio, pero sin embargo el equipo canadiense no le perdió la cara en ningún momento pese a las bajas de Lowry e Ibaka, y fueron capaces de empatar al final del tercer cuarto, y ponerse por delante en el último gracias sobre todo al mal balance defensivo de Lakers (32-8 en puntos al contraataque para Toronto).

En el siguiente partido se visitaba Phoenix, equipo al alza en este comienzo de temporada, y allí debutó Rajon Rondo este curso (su primer tiro fue un triple anotado).

El partido estuvo igualado gracias al buen hacer de Ricky Rubio en la dirección de los Suns, y mientras Javalee McGee destacaba en el tercer cuarto con cinco mates, era Kyle Kuzma quien anotaba dos triples decisivos en el último para dar la victoria a Lakers (115-123).





Luego del viaje a Arizona se jugaba en L.A. el primer “back to back” de la temporada que se saldaba “cómodamente” (120-94) frente a unos Warriors (por momentos vulgares) diezmados por las bajas de Stephen Curry y Klay Thompson, y pese al descanso de Anthony Davis con molestias en los hombros, y de Rondo que se incorpora poco a poco al equipo.

Lo mejor del partido fueron algunas canastas al contraataque, y que hubo momentos para el lucimiento de todos los jugadores. Especialmente me quedo con los dos intentos triples que anotó Jared Dudley, que es el que menos juega de las incorporaciones de esta temporada.

El último partido de esta primera quincena de noviembre se jugó anoche frente a los Kings, que se las tuvo tiesas a Lakers gracias a su acierto desde el triple (hasta Harrison Barnes anotó desde el medio campo para cerrar el primer cuarto).



Los puntos de Kuzma y la energía de Howard en el segundo cuarto fueron importantes para ajustar el marcador al descanso (49-50). Y la igualdad se mantendría durante la segunda parte. Doce valiosos puntos de Kentavious Caldwell-Pope para el equipo (y para su moral) en el último cuarto fueron decisivos, aunque el mundo se quedará con las espectaculares acciones de LeBron James, y con el tapón final de Anthony Davis que certificaron una ajustada victoria angelina (99-97).

Lo mejor:

Ver a Cousins, lesionado de larga duración, en el banquillo incluso en los viajes, para no perder dinámica de equipo.

La designación de Anthony Davis como jugador de la semana a finales de octubre y principios de noviembre. Que certifica su estupendo inicio de temporada.





La confianza que va ganando el banquillo con jugadores que parecen turnarse en sus buenas actuaciones: Howard, Kuzma, Caruso, Quinn Cook…



La mejora defensiva del equipo que está situado entre los mejores equipos de la liga en “rating” defensivo, es decir, en puntos recibidos por cada 100 posesiones. Sin duda se notan las aportaciones de Howard y Davis (mejor taponador de la liga hasta el momento), pero es que hasta veo a LeBron más activo de lo normal.



Mucho aficionado angelino fuera de Los Ángeles que se deja notar. Ocurrió en Dallas y también en Phoenix, cosa que contrasta con los datos recientemente publicados que dicen que los Lakers son uno de los equipos más odiados de la liga.

Lo peor:

Los porcentajes de tiro de KCP hasta el momento: 39% tiros de campo con un penoso 29% en triples, para seis puntos por partido en 20 minutos de juego.

Las quejas de Anthony Davis en varias ocasiones durante algunos partidos con molestias en el hombro derecho, que incluso le llevaron a descansar contra los Suns.

El porcentaje de tiros libres que sin ser tan malo como el curso pasado (no se llegaba al 70%), de momento no llega al 75% y el equipo ocupa la posición 21 de la liga en este apartado con un preocupante 68% lejos del Staples.

Los 1x1 que juega LeBron James cuando se queda emparejado con un “grande” en un desemparejamiento defensivo, limitándose a marear la perdiz con diez botes y pasito atrás para tirar de tres. Todo porque rehuye “ir a la guerra” hacia dentro por velocidad para no arriesgar físicamente más de lo necesario, que me parece bien, pero teniendo en cuenta su acierto, casi mejor que circule la bola para buscar mejores opciones ofensivas.

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