Por Jorge
Niño bueno
Doncic es una estrella del baloncesto mundial. Lo demostró en el baloncesto continental desde bien temprano, tanto en la ACB con el Real Madrid, lideró a los madridistas para ganar la Euroliga en 2018 (MVP de la temporada regular y de la “Final Four”), como con la selección eslovena en el Eurobasket de 2017 (y luego en los Juegos Olímpicos de 2021).
Su desembarco en la NBA fue también un éxito desde el principio. Su conocimiento del juego y su excelente técnica individual eliminó las dudas que algunos tenías por no disponer de un físico tan atlético como el de otros jugadores. Y, ahora, jugando su quinta temporada entre los profesionales norteamericanos, sólo las lesiones impedirán que acabe siendo uno de los mejores jugadores de la historia de aquella competición.
Su éxito en la NBA, de momento, es sólo individual. Novato del año en 2019, seleccionado cuatro veces para jugar el partido “All Star”, y otras tres para formar parte del mejor quinteto de la temporada.
Sin embargo, ganar un campeonato de la NBA es muy difícil, y si bien Doncic tiene talento para conseguirlo, de momento parece lejos de esa posibilidad. ¿Es esa frustración lo que le lleva a mostrar su cara menos amable?
Niño malo
De un tiempo a esta parte, no hay partido en el que Doncic no haga una veintena de quejas a los árbitros. Y su nivel de gesticulación es tal, que siendo como es uno de los jugadores de la liga que más tiempo tiene la pelota en sus manos, es probable que pase más tiempo protestando que botando, pasando o tirando. En definitiva, que jugando.
Tuve la oportunidad de ver la última visita de los Dallas Mavericks a la cancha de los Philadelphia 76ers, y pude contarle 16 protestas (ojo, que se captaran a través de la pantalla de televisión), entre gestuales y verbales. Otras tres veces tuvo algún escarceo con los rivales, y por supuesto, también tuvo para abroncar alguna que otra vez a sus compañeros.
El jugador esloveno reconoció recientemente que tiene problemas personales que le llevan a no disfrutar ahora del baloncesto como lo hacía antes. Hasta las superestrellas del deporte tienen una vida fuera de la cancha. Sin embargo, su comportamiento irracional con los árbitros lleva ocurriendo desde hace mucho tiempo.
A veces parece que no haya jugada que protagonice Doncic que no sea siempre falta. Si no acaba en canasta, seguro, y hasta cuando lo hace, también. Y verle protestar una y otra vez es muy cansino, además de desagradable cuando parece “perdonarle la vida” a los árbitros.
Todo mal
¿Es consciente de la energía que pierde con este comportamiento? Muchas veces se le ve agotado al final de los encuentros. Tal vez centrarse sólo en su juego y en aquello que puede controlar (el arbitraje está fuera de su alcance) le ayudaría a terminar mejor los partidos.
Por no hablar de que con la protesta perpetua se gana la animadversión de todo el estamento arbitral que al final no le va a perdonar ninguna por “pesao”, por mucho que la NBA le quitase hace poco su decimosexta técnica de la temporada (pocas me parecen para todo lo que se queja) y a partir de la cual se quedaría sin jugar un partido por cada nueva técnica recibida.
Protestar puede sacar a cualquiera de sus casillas, y por lo que se refiere a la concentración, seguro que no le ayuda en un aspecto del juego que tiene mucho que ver con ella: los tiros libres.
Doncic está entre los que más tiros libres intentan por partido (casi 11), pero sólo anota un 74% de ellos. Un centenar de jugadores de la liga tienen mejor porcentaje que él, y apenas un par de equipos en conjunto lanzan peor. Seguro que las protestas no le ayudan a mejorar esta faceta.
Asesoramiento psicológico
Doncic es la piedra angular sobre la que pivota todo el proyecto de los Dallas Mavericks. Y tal vez sea eso lo que haga que no le llamen la atención para mejorar su relación con los árbitros. Ya se sabe, en la NBA a las estrellas ni se las tose, no sea que se enfaden y se quieran marchar a otro equipo.
Las superestrellas de la NBA suelen tener mucha gente a su alrededor. No les falta de nada. Pero no siempre es fácil corregir la estupidez por mucho asesor (que el dinero pueda comprar). Doncic necesita uno y rápido en materia de comportamiento deportivo. Para saber entender que los árbitros se pueden equivocar, pero eso no le puede hacer que pierda los papeles una y otra vez. Y es que más allá de la imagen que transmite a los aficionados (especialmente a los más jóvenes), el problema reside en que esas quejas (y en ocasiones hasta ira) repercuten en su juego.
Además, como jugador que debe liderar una franquicia, no parece que sea el mejor ejemplo para sus compañeros, que muchas veces terminan por contagiarse de su actitud y al final todos protestan con el perjuicio que conlleva para el juego del equipo.
La psicología fue creciendo en el ámbito deportivo demostrando como un buen entrenamiento mental puede ayudar a mejorar en el juego. Tal vez Doncic necesite de un buen psicólogo para reconducir y mejorar su comportamiento en las pistas. Si ya juega de maravilla con la cabeza más pendiente de quejarse y protestar, no me quiero ni imaginar lo que podría hacer de centrarse sólo en jugar. Los aficionados y el baloncesto lo agradecerían.
2 comentarios:
Muy buenas, Jorge.
Interesante artículo sobre algo que todos los que seguimos la NBA hemos ido viendo en la figura de Luka. Está claro que cada día se queja más y que ya parece abocado a acabar siendo uno de esos jugadores con el cartelito de "llorón" colgado del cuello.
Está en un momento en el que ya debería acabar de madurar o de lo contrario puede acabar convertido en un jugador con el cartelito antes mencionado ya colgado de forma sempiterna.
Tenemos por ahí el caso de Embiid, que se ganó muchos "haters" durante sus primeras temporadas en la liga, por su carácter vacilón y varias salidas de tono, pero que ha evolucionado muchísimo en esos aspectos. Todavía tiene sus "haters", puesto que eso es algo difícil de quitarse de encima cuando te los has ganado durante un tiempo, pero ya hace varios años que Joel no es aquel jugador de sus primeras temporadas. Es, sin duda, mucho más maduro, y aún así siempre seguirá teniendo sus "haters" por lo que hacía en sus primeras temporadas...
...Y eso le podría pasar también a Luka de seguir así.
Veremos.
Saludos.
¡Qué tal, Mo!
Pues sí, tienes toda la razón. A mí me parece que ese cartelito se lo ganó con creces y los árbitros le tienen tomada la medida con razón. Y ya sabes, es muy difícil quitarse esa "fama", aunque por edad está más que a tiempo si cambia su actitud.
Como dices, veremos.
Cuídate.
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