Por Jorge
Por el camino, salieron y llegaron cinco jugadores con a priori un balance positivo en el intercambio… pero a lo mejor ese cambio de cromos llegó tarde. Y, mientras, LeBron James añadió una nueva página a su magnífico palmarés convirtiéndose en el máximo anotador de la historia de la NBA.
Traspasos
El primer jugador nuevo en aterrizar en L.A. fue el japonés Rui Hachimura procedente de Washington, que recibió a Kendrick Nunn. Ambos terminan contrato, así que habrá que ver si el nipón continuará en los Lakers en próximas temporadas.
Como dijo el entrenador Darvin Ham, Hachimura refuerza la posición de alero, un buen jugador físicamente hablando, pero con menos acierto del que se le espera desde su llegada a la liga. Como dijeron otros especialistas, tal vez su viaje a la costa oeste (más cercana de su familia japonesa) le permita sentirse más feliz y así mejorar su rendimiento. Por ahora está formando parte del quinteto inicial del equipo, y su juego alterna buenas jugadas con otras más propias de un jugador novato.
Luego poco antes de la fecha límite de traspasos llegaría la ansiada (para muchos), salida de Russell Westbrook. En un intercambio a tres bandas entre Lakers, Utah y Minnesota llegaban de los Wolves D’Angelo Russell, Malik Beasley y Jarred Vanderbilt. Lakers a cambio se desprendía de Westbrook (ahora en Clippers), Juan Toscano Anderson y Damian Jones.
Westbrook sin ser jugador para Lakers cuando fue fichado, lo cierto es que jugó mejor de lo que muchos criticaron, y de haber acabado la temporada de púrpura y amarillo habría podido ser candidato al premio al mejor sexto hombre de este curso… de no ser porque no goza del beneplácito de la crítica.
D´Angelo Russell, su principal recambio, demostró lejos de L.A. (fue drafteado y jugó para Lakers dos temporadas más que aceptable en tiempos difíciles) su condición de jugador “all star”, notable por momentos… pero tampoco excepcional. ¿Encajará ahora en esta coyuntura de urgencia por alcanzar los playoffs? De momento su juego fue aceptable, y por momentos brillante, en sus tres primeros partidos. En cualquier caso, no sé si conseguir el “logro” de la postemporada permitirá que continúe en el equipo en el futuro (también acaba contrato).
Sus otros “compañeros de traspaso”, Malik Beasley y Jarred Vanderbilt, especialistas para defender, tirar y en definitiva hacer el “trabajo sucio” tienen alguna opción más de continuar por contrato, pero también esa posibilidad dependerán de su rendimiento en este tramo final de curso.
A cambio de los anteriores se marcharon Juan Toscano Anderson y Damian Jones casi inéditos en Lakers, así que por esa parte parece que el equipo ganó con este canje.
Sin embargo, faltan los últimos cambios que de momento son más difíciles de entender. Thomas Bryant, uno de los mejores de la temporada marchó a Denver para reforzar un candidato al título por Davon Reed, un escolta con buen porcentaje desde el triple… que de momento se limitó a una participación testimonial en Lakers. Y Patrick Beverley salió rumbo a Orlando por el pívot Mo Bamba. ¿No necesitaba Lakers de la defensa del primero? ¿Acaso cubre la bisoñez del segundo la eficiencia de Bryant?
Que Beverley está como las maracas de Machín es algo indiscutible, como también que su rendimiento fue al menos aceptable, y no me extrañaría que acabase reforzando a algún equipo candidato a grandes cotas. Más dudas genera la llegada de Bamba, que de momento dejó algún detalle en su único partido con la camiseta amarilla, y desde luego tiene planta para ayudar al equipo si consigue explotar sus condiciones físicas.
#LakeShow Mo pic.twitter.com/9gVCYAElEv
— Los Angeles Lakers (@Lakers) February 16, 2023
Últimos partidos
Los resultados de los partidos jugados desde la última vez que comentamos la travesía angelina por esta temporada fueron malos (5 victorias por 7 derrotas), más pendientes del récord de LeBron James, y de los posibles cambios en la plantilla que consiguieran cambiar la dinámica del equipo.
La última victoria frente a los Pelicans y otra anterior en casa de Golden State invita al optimismo, pero las derrotas anteriores fueron duras.
James metió más de 40 puntos (46) al único equipo de la liga que le quedaba a lo largo de su carrera (Clippers), con un récord personal de 9 triples (de 14)… pero se perdió. También se perdió en Boston con la famosa queja arbitral que nunca puede justificar una derrota. Otro partido perdido fue en Brooklyn donde descansaron Anthony Davis y LeBron… con vistas a “lucirse” en el Madison. ¿No podía haber alternado descansos uno y otro para tener opciones de victoria en ambos partidos?
También se perdería en New Orleans y Portland con partidos desastrosos, y hasta el día del récord contra OKC, donde lo importante parece que no era la victoria a juzgar porque las redes sociales angelinas siempre culminan cada partido con una imagen del resultado… y esta vez se olvidó del marcador a cambio de las loas, merecidas, eso sí, a James.
El récord
Nada se puede añadir aquí que no se haya dicho ya sobre esta marca y el reconocimiento que por ella merece LeBron James. Sin embargo, no hay que olvidar que hablamos de un deporte colectivo, y aquí lo importante es ganar. Conseguir campeonatos. Y este curso de momento no va por el camino correcto, y no será fácil que se consiga no ya el título, sino tan siquiera jugar postemporada.
Ahora después del “alivio” de dejar atrás la consecución de esa marca anotadora, es momento de que todo el mundo dé un paso al frente. Y es que parece que hasta a la otra “estrella” del equipo no le hacía mucha gracia esa carrera por un logro individual.
AD, hermano, por lo menos disimula un poco... ¿Qué habrá pasado aquí?
— Ritmo NBA (@RitmoNba) February 8, 2023
📹 @AnthonyIrwinLA pic.twitter.com/6JzHdRaomk
¿Tendrán los Lakers suficiente con 23 partidos para remontar el vuelo y alcanzar los playoffs? Veremos.
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