Los extraños cambios del Sr. Messina

Por Jorge

Acertar con los cambios (quien por quien y cuando) es fundamental en un deporte como el baloncesto que permite rotaciones constantes durante los partidos. Cada maestrillo tiene su librillo: unos exprimen a sus mejores jugadores y no les importa que jueguen mermados, otros establecen dosificaciones varias para asegurarse que los mejores estén en el campo cuando más falta hace, y otros muchas veces son las circunstancias las que obligan (faltas, lesiones).

Messina en su especialidad:abroncando a los suyos.
Pero como no, a veces uno ve circunstancias un tanto difíciles de entender. El sempiternamente televisado Real Madrid me ha permitido ver algunas de esas extrañas maniobras con las que nos deleitan algunos entrenadores. Así que démosle un palito a Messina que total tampoco le vendría mal recibir algo de esa inquina que él gasta con sus jugadores.

- Partido Real Madrid-Unicaja (Euroliga Jueves 28-10-10)

Último cuarto. Partido más o menos bien encarrilado pero para nada decido: 58-48 para el Madrid. A falta de poco más de seis minutos para que termine el choque, Sergi Vidal que no ha rascado bola en todo el partido, hace acto de presencia.

¿Buscaba Messina el “rematador de la faena”? Cuando menos curioso. Aportación de Vidal: un rebote ofensivo. Tampoco tiene mucha culpa el muchacho de que al del traje se le vaya la hoya y de repente se acuerden de uno.

- Partido Meridiano Alicante-Real Madrid (Liga ACB sábado 30-10-10)

Último cuarto. Garbajosa que ha estado varias veces que si salgo que si no salgo, preparado para salir a jugar para que luego Messina le volviese a mandar al banquillo, sale en el último cuarto para arreglar el desastre blanco.

Aportación del bueno de Garbo en cinco minutos, un rebote y una piedra de tiro desde 6,75 que pega un notable tablerazo.

Ojo. Que a Sergi Vidal le vuelve a ocurrir lo que en el partido de Euroliga, y más de lo mismo, aportación en casi seis minutos: un rebote.

¿Esperaba Messina que éstos obraran el milagro?

Que un jugador tiene que aportar cuando su equipo le necesita no tiene duda, pero también el gran Messina deberá entender que si un tipo se pasa tres cuartas partes del partido parado en el banco, difícilmente va a salir preparado.

Los mencionados jugadores no son precisamente unos jovenzuelos a los que les hierva la sangre, y requerirán de un mínimo calentamiento que para nada tiene que ver con estar sentados. Ya me diréis como se va a pasar de ochenta (vale, soy un poco generoso, pero supongámosle una tensión notable en el banquillo) a ciento ochenta o más pulsaciones durante la acción del juego. Como para pedirles que rindan de maravilla.

Seguro que en algún partido se encontrará el caso contrario. Jugador defenestrado en el banquillo que no queda más remedio que salga al campo por lesiones o faltas, y que de repente se le aparece la Virgen, la lía parda y levanta el partido para su equipo. Pero eso no es lo normal.

Siguiendo con el tema de las rotaciones, Manel Comas (entrenador), y Paco Torres (director de la revista “Gigantes”) comentan éste último partido de liga ACB durante la retransmisión televisiva de Teledeporte. Y ante la igualdad y posterior sorpresa del resultado final (el colista de la competición, el Meridiano le gana al líder de la misma), alardean de que eso sólo es posible en la mejor liga de Europa, porque el nivel es muy alto. Y así ponen como excusa que ese es el motivo (el desgaste que provoca cada partido) por el que luego tienen los equipos españoles más dificultades a la hora de rendir a buen nivel durante las competiciones europeas en comparación con el resto de equipos continentales que parece que lo tienen más fácil en sus ligas.

No discutiré el anterior comentario, pero si matizaré que parte de esas dificultades se las ganan los equipos con la dirección de partido que hacen algunos de sus entrenadores. ¿Para qué quieren algunos una plantilla de doce jugadores si luego solo se la juegan con ocho o nueve? El baloncesto permite cambios constantes que dosifiquen jugadores, se pueden utilizar jugadores concretos para tareas específicas (unas faltas por aquí, unos tiros por allá…) en cada momento del partido, y el buen uso de esa rotación permitirá tener a todo el mundo en mejores condiciones para afrontar cada partido. Sobre todo si nos referimos a los equipos “grandes” que gozan de plantillas amplias.

Así que basta de excusas y que los entrenadores se pongan las pilas a la hora de hacer los cambios, que parece que algunos solos los utilizan para demostrar su autoridad ante el más mínimo error (si vuelvo a referirme al mismo).

Como no quiero que se me vea el plumero, pondré otro ejemplo, en este caso de la NBA, que ya he mencionado en alguna otra ocasión, y que no deja de molestarme cada vez que lo veo.

- Suns-Lakers (NBA 29-10-10)

Partido que a falta de menos de dos minutos lleva controlado el equipo angelino con diez puntos arriba. Pues nada, sus mejores jugadores siguen en la pista (Kobe y Pau básicamente).

Sin duda que casos se han visto de partidos que se han levantado con mayores márgenes, pero no parece lo normal, y teniendo en cuenta que hablamos del segundo partido de la temporada regular, no entiendo que los “buenos” no se puedan ir al banquillo a descansar por el trabajo bien hecho, que todavía quedan ochenta partidos, la temporada es muy larga, y basta que todo este controlado para que en cualquier jugada tonta se le vaya a alguno la pierna, y se quede el resto del curso en el dique seco.

Además tampoco viene mal que los rookies o los jugadores menos habituales se fogueen un poquito que luego nunca se sabe cuando se va a tener que recurrir a ellos en momentos “calientes”.

Pues nada, el gran Phil Jackson es otro que igual que a veces se la va la pinza y no pide tiempos muertos, tiene en ésta, mantener a los mejores en el campo hasta reventarlos (cosa que por cierto hace la mayoría en la NBA) una de sus bazas habituales. Y sí, a ver quien le tose a este tío que tiene once anillos de campeón, pero en fin, para mí que se equivoca. ¿No os parece?