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jueves, 24 de noviembre de 2011

Historias de un Entrenador de Formación (6): la invasión de campo

Por Jorge

Vaya por delante que no tengo nada en contra de los árbitros. Es más, suelo defenderles cuando los demás arremeten contra ellos a la mínima de tener un error. Eso sí, no soy un santo, a veces, las menos, también me encabrono un poco con ellos cuando entiendo que se equivocan y perjudican al equipo que entreno.

invasión cancha baloncesto
Esta es la segunda ocasión (la primera) que en esta sección hago mención a un curioso incidente con un árbitro de protagonista, que a mi juicio (no es que tenga mucho valor mi opinión así que el que quiera que emita su veredicto en los comentarios) no quedó muy bien a raíz de alguna de sus decisiones. Por supuesto omitiré detalles innecesarios, como nombre de equipos, de árbitro, etc., pues eso creo que carece de cualquier importancia.

Vayamos al grano. Partido junior masculino federado. Cancha foránea, pista cubierta de tamaño reducido, es decir, los banquillos tienen que estar prácticamente dentro del campo, la mesa del anotador, ni prácticamente, o sea dentro.

Partido igualado. Segundos finales, situación de tiros libres. Aprovecho para mientras se lanza el primero llamar a los jugadores a que se acerquen a la banda para darles unas instrucciones porque no tengo tiempos muertos. No hay ninguna tipo de mal rollo, protesta, ni nada que se le parezca.

El árbitro se acerca, silbatazo, y técnica. ¿Por qué? Respuesta: por ¡invasión del campo!, sí, sí, no me he vuelto loco. La verdad es que ya no recuerdo si fui quien pisó dentro del campo (lo difícil era no hacerlo), o fue algún chaval del banquillo que se levantó a escuchar lo que decía.

Incredulidad. Protagonismo arbitral innecesario. Banquillo contrario igual de atónito que nosotros. Por supuesto, lo que para el árbitro era una invasión, para cualquier mortal no era más que estar medio metro (si llegaba) dentro del campo.

No dudo que en algún apartado del reglamento (lo sé, lo tendría que tener más que estudiado) se indique que no se puede invadir la cancha. Ahora bien, interpreto que se refiere a hacerlo para entorpecer el juego o para protestar, pero por decirles a unos jugadores lo que tenían que hacer… el sentido común brilló por su ausencia.

La actuación arbitral tuvo otro error más que debía haber evitado. Cuando uno juega en este tipo de categorías, no siempre conoce a los entrenadores de todos los equipos, a veces incluso está ausente, y tiene que ser el capitán quien haga las veces de entrenador firmando el acta al inicio del partido.

En aquella ocasión, fue uno de esos días aunque no me di cuenta hasta el final. En el banquillo había una persona que daba instrucciones, que pedía tiempos muertos, que protestaba, es decir, alguien que hacía lo que hace un entrenador. Pero cual fue mi sorpresa al ver al final en el acta del partido que aquel tipo era en verdad el delegado de campo (que no de equipo), con lo que ese buen árbitro que debió “temer” por su integridad porque pisamos medio metro de la cancha durante unos tiros libres, dejó que alguien que no debía ejerciera de improvisado entrenador.

Por si alguien las desconoce, éstas son las funciones de un delegado de campo (que raramente se cumplen tal y como aquí las expongo), según recogen las bases generales de competición 2011-12 de la Federación de Baloncesto de Madrid:

• Estar presente en las instalaciones deportivas con 45 minutos de antelación al comienzo del encuentro.
• Velar por el buen orden en el terreno de juego.
• Presentarse a los árbitros de cada encuentro y en su caso al Delegado Federativo, para acompañarles desde la entrada del terreno de juego antes del comienzo, durante el descanso y al final de cada encuentro, o en cualquier otra circunstancia en que resulte necesario, cumpliendo las instrucciones que reciba de los Árbitros o del Delegado Federativo.
• Deberá darse a conocer al equipo visitante y facilitarle vestuario a utilizar.
Por cierto, al final este partido lo ganamos gracias a un triple anotado por nuestro número 7 en la penúltima jugada. En el acta se apuntó al número 6. Esto es más anecdótico, pero la jugada no fue ni confusa ni en la esquina contraria del campo, sino que el jugador avanzó con el balón y frontal a la canasta anotó el tiro. ¿Dónde miraba el anotador? Visto esto, ¿podríamos fiarnos de todo lo que anotó antes?

En fin, seguiré defendiendo la labor arbitral pese a que cuente otras cuantas andanzas arbitrales más en el futuro (vividas o escuchadas). Y es que no es fácil arbitrar, aunque aquella mañana de sábado hicieron que pareciese todavía un poco más difícil.

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viernes, 11 de noviembre de 2011

Baloncesto en Cine y TV (10): El Mago de la NBA

Por Jorge

El título con que se conoció esta película en España puede llevar a engaño porque su argumento se centra en los inicios de “Pistol” Pete Maravich en el mundo de baloncesto en su etapa estudiantil en el instituto.


Maravich está considerado como uno de los mejores jugadores de la historia. Durante su etapa universitaria alcanzó records de anotación que todavía no se han superado, y después en la NBA desarrolló un juego espectacular que encandiló a los aficionados de su época, y del que ahora podemos disfrutar gracias a los videos que pueblan internet con sus partidos y sus highlights.

- La película:“The Pistol: the birth of a legend” (1991)

Esta película sin grandes alardes y recordando en cierto modo a los telefilmes de sobremesa que pueblan las cadenas de televisión los sábados por la tarde, muestra la pasión que los Maravich (padre, ex-jugador y entrenador, e hijo) tienen por el baloncesto, y que llevarán al joven Pete desde su infancia a un constante y obsesivo entrenamiento que le permitió superar sus iniciales desventajas físicas con respecto a sus compañeros y rivales para finalmente triunfar.


Esa debilidad física inicial será la que obligaría al joven Pete a tirar a canasta desde un lado como si sostuviera una pistola en lugar de hacerlo frontalmente, y fue eso lo que propició que un periodista local lo apodara ya en el insituto como “Pistol” (Pistola).

- El Protagonista:“Pistol” Pete Maravich

Esta película me sirve de excusa para este sencillo homenaje a uno de tantos jugadores que pasaron por la NBA, que pese a no conseguir ganar ningún campeonato, hizo las delicias de los aficionados con su juego alegre y divertido.

Pistol hacieno un tiro a canasta. (foto: sportsillustrated.cnn.com)

El palmarés deportivo de Maravich está repleto de reconocimientos y premios individuales destacando su record de puntos en toda una carrera universitaria (44.2 por partido, ojo, sin línea de tres puntos), ganador del Premio Naismith al mejor universitario del año en 1970, máximo anotador de la NBA en 1977 (31,1 por partido), incluido en el mejor quinteto rookie en 1971, en los mejores quintetos de la liga en 1976 y 1977, y elegido para formar parte del partido All Star en 5 ocasiones (1973, 1974, 1977, 1978, 1979). Su número (23) está retirado en la universidad de Louisiana State, y el pabellón donde se juegan los partidos recibe el nombre de Maravich Assembly Center en homenaje a “Pistol” Pete.

Miembro del Hall of Fame desde 1987, fue incluido entre los 50 mejores jugadores de la historia en una lista elaborada por la NBA con motivo de su cincuenta aniversario en 1997, y su número (7) está retirado por Utah Jazz (en 1985) y por los New Orleans Hornets (2003) después de haber jugado para New Orleans Jazz (1974-79).

Su historial aunque vacío de títulos colectivos, tiene un premio que otros muchos jugadores a pesar de tener títulos no alcanzan, y es el reconocimiento y la admiración de todos los aficionados por las diabluras que hacía sobre la pista, por su juego imaginativo y arriesgado que hacían, y todavía hacen, disfrutar a todos amantes del baloncesto.

La técnica individual que gastaba Pete Maravich era excelente para la época, años 60 (etapa escolar y universitaria) y 70 (NBA), y su habilidad para las fintas, el tiro, el bote, y el pase, propiciaban multitud de buenas jugadas. Disfrutar:


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miércoles, 2 de noviembre de 2011

Hemeroteca (3): Joventut 1994 Gloria europea y repercusión internacional

Por Jorge

La pasada jornada la liga ACB vivió el clásico por excelencia del baloncesto español con el enfrentamiento entre Joventut y Estudiantes ante un desangelado Palau Olimpic de Badalona con menos espectadores de los que se veían en épocas de “vacas gordas”.

Gigantes Joventut Campeón Copa de Europa 1994
Estudiantes no está para tirar cohetes, y sí, era fin de semana de puente, pero en otros tiempos el pabellón habría estado lleno o casi. En todo caso es un buen momento para repasar gracias a mi hemeroteca algunos acontecimientos vividos en Badalona y su equipo en mejores tiempos, concretamente nos trasladamos al año 1994.

La portada anterior es de la revista “Gigantes del Superbasket” (fruto de la fusión de “Gigantes” y “Superbasket”) que reflejó la conquista de la Copa de Europa de aquel año, el mayor éxito deportivo de la historia del equipo profesional de la Penya.

Pero siguiendo un orden cronológico habría que decir que el primer gran evento internacional en el que participo el equipo de Badalona fue el Open McDonald de 1991 en París. Allí alcanzaría la final y pondría contra las cuerdas al por entonces recién finalista de la NBA, Los Angeles Lakers con "Magic" Johnson al frente:


Luego en 1992, la Penya alcanzaría su primera final de la Copa de Europa llegando a acariciar el título de no ser por un triple in extremis de Djorjevic que aplazaria su sueño europeo:


Con el equipo instalado en la élite europea, un bloque sólido unido a la contratación de Zeljko Obradovic (el entrenador del Partizán, equipo que les había arrebatado antes el título) les permitió conseguir el ansiado título europeo:


Villacampa en la final europea 1994
Jordi Villacampa tirando sobre una pierna en la final, un clásico del capitán verdinegro.

Corney Thompson Joventut 1994
Corney Thompson, uno de los americanos más queridos de la historia de la Penya.
Seguro que su triple vital en la final tiene mucho que ver.

El tirón de Badalona y el Joventut en aquel año tuvo su repercusión internacional. Así en octubre de 1994, la “cuna del baloncesto” como la llaman algunos recibió la visita de “Magic” Johnson, y después de los Golden State Warriors de la NBA.

Portada Gigantes Visita Magic a Badalona 1994
Portada de "Gigantes" que recogía la visita de "Magic" a Badalona.

“Magic” que tres años antes había anunciado que era portador del VIH (Virus de Inmunodeficiencia Humana) causante del SIDA (Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida), y que le había obligado a retirarse del baloncesto profesional (su último partido con los Lakers había sido en la mencionada final del Open McDonald frente al Joventut), se dedicaba entre sus muchos negocios a juntar a algunos veteranos para jugar por todo el mundo matando el gusanillo del baloncesto.

Magic en Badalona 1994
Aquí está una entrevista que la "Gigantes" le hizo entonces a "Magic":

Entrevista a Magic en octubre de 1994
Finalmente, la actividad internacional del Joventut se completó aquel año de 1994 con la visita de los Warriors, que llegaban de jugar en París frente a los Charlotte Hornets dentro de los ya por entonces habituales partidos de pretemporada que los equipos NBA jugaban en el viejo continente.

Manute Bol frente al Joventut
Entre los componentes de aquel equipo destacaba la presencia de Tim Hardaway, Latrell Sprewell, el añorado Manute Bol, y sobre todo Chris Mullin, oro olímpico en Barcelona 1992 y recientemente incluido en el Hall of Fame:


Aquí dejo la entrevista que "Gigantes" le hizo a Mullin:

Entrevista Mullin 1994
Espero que este repaso del éxito europeo y de las aventuras internacionales de la Penya en 1994 traiga mejores tiempos al equipo verdinegro porque su historia y su excelente trabajo en pro del baloncesto se lo merecen.

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