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lunes, 12 de octubre de 2020

Finales NBA 2020 Partido 6 Heat 93 Lakers 106
El lagunero opina… Victoria con autoridad para ganar el título

Por Jorge

La novedad de Frank Vogel en el sexto enfrentamiento de la final estaba en la presencia de Alex Caruso en el cinco inicial para limitar el acierto del perímetro de Miami, pero se notaba poco al comienzo porque los Heat anotaban de fuera (dos triples de Duncan Robinson) para mantener igualado el resultado.



Sin embargo LeBron James era imparable en transición, y demostraba que esta vez iba a por el título desde el primer periodo (9 puntos con sólo un fallo más 5 rebotes y 3 asistencias).



Goran Dragic volvería al juego después de su lesión del primer partido al final del cuarto cuando la diferencia en el marcador estaba en los puntos en la pintura de Lakers, y en el pobre acierto de Miami (20-28).

Rajon Rondo volvió a ser decisivo saliendo desde el banquillo (13 puntos sin fallo en la primera parte), y la resistencia de los Heat fue decayendo frente a la actividad defensiva de Lakers y su desacierto incluso desde el tiro libre (5 de 12 al descanso).



Erik Spoelstra se veía superado por primera vez en estas finales sin encontrar soluciones para su equipo. Llamativo era que Robinson, el único algo acertado, estuviera demasiado tiempo en el banquillo en la primera parte, y que Tyler Herro, muy fallón, disfrutara de tantos minutos. Esta vez el entrenador de los Heat confió poco en los suplentes.

Lakers rompió el partido en el segundo cuarto con un parcial de 16-36, con aportación de los secundarios (Caruso haciendo el trabajo sucio, KCP enchufando varios triples), para conseguir así la segunda mayor ventaja al descanso (36-64) de la historia en un partido de una final.



El tercer cuarto vivió un intercambio de canastas, y en el último los Heat maquillaron el resultado. Bam Adebayo se puso las botas en la segunda parte anotando 20 de sus 25 puntos finales cuando estaba todo decidido. Kelly Olynyk jugó el último cuarto después de estar inédito en la primera parte, en otra común rotación NBA en la que se olvidan de un jugador que juega bien cuando tiene que hacerlo por lesión de un compañero, y luego desaparece (o casi) cuando se recupera, y es que bien pudo jugar antes cuando Miami estaba tan desacertado.



Al final James, en el día que se colocaba como el jugador que jugaba más partidos de playoffs de la historia (260), terminaba con un triple doble (28 puntos, 14 rebotes y 10 asistencias) que certificaba la victoria angelina, un nuevo título para los Lakers (empatando a 17 como el equipo más laureado de la historia junto a los Boston Celtics), y alzándose con su cuarto premio de MVP de las finales.

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