Por Jorge
Un ejemplo clásico es el que tiene que ver con salvar un balón cuando nos vamos fuera del campo, lanzando la pelota al cuerpo del rival, y que la inercia haga el resto, es decir, que acabe saliendo fuera impulsada por el adversario.
No es una acción frecuente, pero a veces se da en los partidos, y en el siguiente vídeo se pueden ver un par ejemplos:
Todavía recuerdo como explicando esta posibilidad, una jugadora lamentaba que tuviera que hacer eso por el daño que pudiera ocasionar en la adversaria. Ni que decir tiene que este gesto se hace para salvar la posesión y no para provocar daño alguno al rival, de hecho, es recomendable lanzar la pelota contra las piernas, que será menos “dañino” y más efectivo. Y, por supuesto, una vez realizada esta acción conviene disculparse con el jugador contrario, que a buen seguro sabrá entenderla.
Esta acción también se puede ejecutar cuando se tiene un defensor delante en un saque de fondo o banda, y estamos apremiados por el tiempo sin que haya una opción clara de pase, y de ese modo mantener la posesión y volver a tener opción de sacar.
Al hilo de los saques, otra acción de pillos la tenemos en aquellos saques de fondo o banda, que aprovechando que la defensa da la espalda al sacador (todavía no entiendo a esos jugadores o a sus entrenadores si les enseñan a defender así al que saca), para sacar contra el cuerpo del defensor, entrar en el campo y coger la pelota para anotar una canasta fácil. Tenemos un ejemplo en el gif que abre este artículo y otros dos más en este vídeo:
Volviendo a esa anécdota del posible daño al rival cuando se le golpea con la pelota, hay que decir que cuando el defensor se interpone en el camino del atacante en el momento justo para provocar la falta de ataque, conlleva su riesgo físico, y también es otra acción que se puede considerar de pillo en determinadas jugadas rápidas. Tenéis algunos ejemplos en el vídeo de otra entrada de este blog dedicada a esa buena colocación para forzar faltas de ataque.
Y para terminar, los saltos entre dos son momentos del juego en los que también se puede ver la pillería de los jugadores a la hora de colocarse intuyendo a donde irá el balón. En este último vídeo podemos ver a Kyle Anderson (Grizzlies), un jugador al que algunos apodan “slow motion” porque su juego parece a cámara lenta, pero que además de tener una estupenda técnica individual y conocimiento del juego, destaca por ser muy listo.
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