Reglamento de Baloncesto (17): Respeto por el arbitraje, reconocer la falta

Por Jorge

A lo largo de esta sección se hizo siempre hincapié en la capacidad de adaptación de las reglas a la evolución del juego, pero esta vez toca volver al pasado para recordar una situación que por reglamento era obligatoria y que ahora se ve pocas veces, y tal vez no estaría mal que viniera de vuelta.

Todo deporte o actividad en general que conlleve la intervención de árbitros o jueces que influyan decisivamente en el resultado siempre conllevan discusiones. Y aunque todos reconocemos lo difícil que es el arbitraje en baloncesto, lo peor es que cada vez se ven más protestas, en muchos casos con una falta de respeto cercana a la mala educación. Y esto es más preocupante especialmente en edades de formación.

El autocontrol debiera ser siempre un objetivo a entrenar en cualquier categoría del baloncesto, pero más si cabe en las de formación, porque de la buena educación deportiva en edades tempranas dependerá que se coseche después el respeto que debe imperar en el baloncesto.

Con toda esta idea en mente, volvemos al pasado para recordar cuando las reglas del juego incluían en el apartado de las faltas que a la señalización de una por parte del árbitro, el jugador tenía que levantar el brazo en señal de reconocimiento,y si no se levantaba se podía sancionar con una falta técnica. Concretamente nos referimos al reglamento FIBA oficial de junio de 1984*.

La regla cuarta que hacía referencia a los jueces y sus obligaciones, en su artículo 20 indicababa la obligatoriedad que tenía el jugador sancionado con una falta de levantar la mano por encima de su cabeza en señal de reconocimiento y para facilitar su identificación por parte de la mesa de anotadores y del público.

En la regla octava sobre infracciones y penalizaciones se indicaba en su artículo 67 sobre el procedimiento a seguir cuando se señalaba una falta:

Y la regla nueve hacía referencia a las reglas de conducta, y en su artículo 77 referido a las faltas técnicas decía lo siguiente en su apartado e):

El baloncesto de formación iniciará en breve sus competiciones, y aunque el reglamento ya no obliga a reconocer las faltas, no estaría mal que los entrenadores respetaran las decisiones arbitrales (aunque sean erróneas) para servir de ejemplo para los jugadores, e incluso más allá, no estaría mal que fomentaran en sus equipos el autocontrol y el respeto por esas decisiones premiando el comportamiento respetuoso de los jugadores.




*Como curiosidad, decir que el reglamento al que se hace referencia aquí procede de la colección “Mi Baloncesto” de Antonio Díaz-Miguel.