Por Jorge
Todos hemos visto partidos de minibasket, cuando empiezan a competir, y todas las niñas y niños van detrás de quien tiene la pelota, pidiéndola y acercándose a ella como si no hubiese un mañana. Y cuál es la solución, principalmente, tiempo y paciencia.
El balón es mío
Al principio todos quieren la pelota, y es más, raro es que muchas niñas/os no cojan un balón en un entrenamiento y que lo tomen en exclusividad: ¡es mío! y no quieran hacer los ejercicios más que con esa pelota. Así que en este punto tendremos que empezar a hacerles entender que ningún balón es suyo, son del club o colegio, y tienen que compartirlo.
En cualquier caso, en los inicios conviene que en cada entrenamiento todas las chicas/os dispongan de pelota para “engancharles” y poder practicar más tiempo con ella: botar (y hacerse con su manejo) y tirar. Pasar ya será otro cantar.
Hace tiempo, leí en alguna parte la siguiente frase del “Doctor J”: “En la pista somos dos, la pelota y yo”. Y, aunque no sé en qué contexto dijo eso, ni que pretendía decir exactamente, a priori, para mí esa es la mejor definición de juego egoísta en el que me importo yo, y yo, y nada más que yo. Porque en la pista juegan cinco, la pelota es de todos y hay que tener en cuenta al resto de compañeros y a los adversarios.
Al principio siempre cuesta que compartan la bola. Incluso, por desgracia, ese comportamiento egoísta de pasar más bien poco, también se ve, a veces, a edades a las que ya debería haber llegado bastante conocimiento del juego en equipo. Tal vez por una formación previa deficiente o, ahora en el apogeo del vídeo corto por internet, quizás también por ese deseo que tienen muchos de ser los protagonistas de las mejores jugadas de sus partidos.
El “highlight” en beneficio del equipo
En tiempos de atención limitada, de abuso de la pantalla y de ensalzamiento del “highlight”, los entrenadores podemos utilizar el vídeo corto para demostrar con ejemplos la importancia del pase para que entiendan el valor que tiene no abusar de la pelota.
Y es que a todos nos gusta encestar, pero se pueden meter muchos puntos sin tener todo el tiempo la pelota. Y un buen ejemplo lo protagonizó en su día Klay Thompson (Warriors), capaz de anotar 43 puntos de todos los colores… con sólo 4 botes, demostrando que se puede anotar mucho tras pase aprovechando espacios y cortes.
Enseñar este tipo de vídeos puede ayudar, pero ni que decir tiene que también se pueden poner ejemplos de compartir la pelota con “highlights” de buenos pases, no necesariamente de fantasía, demostrando el necesario altruismo para jugar en equipo.
Continuara…
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