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jueves, 16 de mayo de 2024

Juego en equipo (III): Juego sin balón

Por Jorge

Última entrega del repaso de algunas características básicas del juego en equipo (véase “Juego en equipo (I): Tiempo de juego” y “Juego en equipo (II): Compartir la pelota”) dedicada en este caso al juego sin balón, una de las tareas más complicadas de enseñar para cualquier entrenador de chicas/os cuando comienzan a jugar. Porque como vimos, no hay joven que cuando está aprendiendo no quiera disfrutar de la pelota en exclusiva sólo para él, sobre todo para tirar.

Y no olvidemos que cuando se está aprendiendo es lógico que no entiendan qué es respetar los espacios y ofrecer líneas de pase, algunos de los pilares del juego sin balón… junto a la defensa.

Estadística avanzada
Ahora que vivimos tiempos de desarrollo de la estadística que mide casi todo el juego, con las jugadoras/es más mayores podemos utilizar esos números como ejemplo que puede ayudarles a entender que el tiempo que tiene la pelota un jugador en un partido es pequeño.

Por ejemplo, según datos de la última temporada NBA, los jugadores que más “toques” de balón tuvieron de media en un partido fueron: Nikola Jokic (Nuggets) con 101 veces, Luka Doncic (Mavericks) con 92, y Domantas Sabonis (Kings) con 91.5. Sin embargo, el dato del tiempo que tienen la pelota en sus manos cambia: Doncic lo tiene algo más de 8 minutos (de 37,5 que juega), Jokic casi 5 minutos (de 35 en pista) y Sabonis casi 4 minutos (de 36 de juego).

Los números no mienten, éstos jugadores (y el resto) la mayor parte del tiempo que juegan lo hacen sin balón. Incluso Doncic que maneja mucho la pelota, más del 75% del tiempo que juega no la tiene en sus manos. Y ese puede ser una referencia que sirva como ejemplo para los jóvenes que están aprendiendo a jugar y ya alcanzaron cierto nivel.

Espacios y juego sin balón
Hacer entender a un equipo de minibasket o infantil que respetar los espacios y jugar en función de la pelota, es decir, de que quien tiene la pelota “manda” y no hay que estorbarle, es complicado y requiere de mucha paciencia porque será la base fundamental del juego en el futuro.

No hay más que ver un partido de un equipo de cierto nivel que está bien conjuntado para comprobar (la mayoría de las veces, porque errores los comete cualquiera) la sinfonía de movimientos sincronizados de las jugadoras/es en función de la acción del balón, y también de cómo ese juego ofensivo va respondiendo (o al menos intentándolo) a las diferentes acciones defensivas.

Como vimos el vídeo puede “educar la vista” del jugador para que se fije en el juego sin balón, en la multitud de acciones ofensivas que no tienen al balón como protagonista directo, y que son importantes para el éxito del equipo (conseguir la mejor opción de tiro).

La defensa también puede ser divertida
Cuando alguien piensa en baloncesto sólo se acuerda del ataque, de encestar, como parece normal si miramos el aro y la pelota y pensamos que el objetivo es meter más canastas que el equipo adversario. Sin embargo, de partida, es una perogrullada decir que la mitad del tiempo de juego un equipo va a estar sin balón, es decir, en defensa.

Todos los entrenadores le dan importancia a la defensa en los partidos, pero en general, a un nivel que, incongruentemente, no se ve reflejado antes en los entrenamientos, en los que predomina el interés sobre el ataque. Y seguramente eso sea así porque hacer divertida la defensa para el jugador/a es una asignatura pendiente para la mayoría de los entrenadores.

Así pues, responsabilidad del entrenador será hacer atractiva la defensa y darle importancia durante los entrenamientos para que el jugador/a entienda o por lo menos que le parezca menos aburrida y la distancia entre ataque y defensa no sea tan grande.

Conclusión final
Que todo el mundo quiera jugar el máximo de tiempo posible es lícito, pero la realidad es que hay que saber aceptar que no siempre se puede estar en pista, que hay que apoyar al compañero/a que juega en nuestro lugar, y, sobre todo, entender que el juego no se limita a los 40 minutos “oficiales”, porque en el banquillo también se juega, y además, la preparación previa, el calentamiento, el descanso o el pospartido, también forman parte del juego.

El objeto básico del baloncesto es la pelota y el juego en equipo obliga a compartirla. Así habrá que entender que no tenerla no significa que no se puedan hacer acciones de ataque que serán básicas para el buen juego del equipo, y habrá que hacer hincapié en el necesario y vital juego defensivo cuando no se tiene la pelota.

Por último, el único egoísmo aceptable en baloncesto es el de que cada jugador/a debe entrenar para que su mejora individual sirva para la mejora colectiva. Cuantas más habilidades individuales tenga una jugadora, más opciones tendrá de ayudar al éxito de su equipo, entendido como que haga su mejor juego posible.

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