Por Jorge
Hace un par de años publiqué un texto sobre este tema, y leído ahora otra vez, me temo, por desgracia, que sigue vigente porque la situación no cambió. Así que animo a volver a leerlo, reflexionar y actuar:
https://ba-lon-ces-to.blogspot.com/2022/06/mejorar-las-condiciones-laborales-de.html
Poco antes de escribir esa entrada tuve un breve diálogo con el entrenador Miguel Panadés, en la red social X (antes Twitter), cuando él reclamaba la necesidad de una mejora económica para los entrenadores de formación. Y cuando le propuse la posibilidad de una huelga, me instó a ir paso a paso… y todo sigue igual.
¿Qué tal una huelga a nivel nacional para paralizar el próximo curso todo el deporte de base? A lo mejor así se darían cuenta de la importancia de los entrenadores de formación, y harían por mejorar esas condiciones. https://t.co/xESvzb19si
— Jorge #11 (@alerotirador) June 6, 2022
Y, como entonces, mantengo mi idea, y es que sólo cuando la sociedad (y los gestores políticos) se den por enterados de la importancia del trabajo de los entrenadores de base (de todos los deportes, no sólo de baloncesto), comprenderán la necesidad de mejorar sus condiciones laborales.
Al hilo de esa mejora económica, la Asociación Aragonesa de Entrenadoras/es de Baloncesto (AAEEB) inició el pasado mes de mayo una encuesta para conocer la realidad socio-económica del entrenador de formación:
⏰ ENCUESTA 📝
— Asociación Aragonesa de Entrenador@s de Baloncesto (@AAEEB_2022) May 10, 2024
¿Eres entrenador y todavía no has rellenado la encuesta?
¿Nos ayudas a conocer la situación socio-económica que vivimos los entrenadores de formación?
Ayúdanos a difundirla por todas las CCAA.https://t.co/qnRtCtGwaS
Animo a participar de ella a todos los entrenadores. Y tengo muchas ganas de conocer el resultado final, aunque me extrañaría que no fuera por los derroteros que todos conocemos.
Esta petición de mejora económica sólo puede pasar por solicitar a las administraciones que permitan que clubes, colegios y demás asociaciones deportivas de base dispongan de un régimen fiscal y un sistema de ayudas especial que les permitan pagar como se merece a sus entrenadores y demás personal: no nos olvidemos del trabajo administrativo que exige el funcionamiento de estas instituciones, ni por supuesto de figuras tan importantes para la actividad deportiva como psicólogos, fisioterapeutas, preparadores físicos, etc.
Y para que la huelga no fuera sólo por una reivindicación económica, también se podría aprovechar para exigir a la administración que reconozca las titulaciones federativas para el ejercicio de la actividad de entrenador, en todos los casos en los que éstas se obtuvieron con anterioridad a los decretos que regulan las titulaciones académicas de técnico deportivo y técnico deportivo superior. Y para los casos en los que convivieron la enseñanza federativa y la reglada, que exista mediante currículum y/o examen (con diferentes convocatorias y facilidades) la opción de adquirir la titulación que permita ejercer como entrenador de formación, y así no dejar fuera a todos aquellos que fueron desarrollando esa labor.
No dudo que sea difícil sacar adelante estas peticiones, y está claro que la huelga es una medida extrema que no es fácil de aceptar, pero recientemente escuché el episodio 67 del podcast “Psych&Roll” (muy recomendable) del psicólogo Javier Hernández, donde el entrenador Antonio Cánovas se refería a la precariedad del entrenador de formación y mencionaba (sorprendentemente para mí) la huelga como una posibilidad, cuando se preguntaba (de manera similar a como escribí hace unos años): ¿qué pasaría si mañana decimos todos los entrenadores de formación que no entrenamos hasta que no tengamos un convenio colectivo? Así que si entre entrenadores “mediáticos” como él se empieza a hablar de esa opción de huelga, quién sabe si ahora con el fin de temporada y la llegada del verano se abra un buen momento para volver a reflexionar sobre esta lamentable situación del entrenador de base, y hacer algo más de fuerza para mejorar sus condiciones laborales, y luchar así por un futuro mejor para el deporte de formación.
3 comentarios:
Saludos, Jorge
Por desgracia, creo, no se valora la función de los entrenadores de base. A mi entender, hay varios aspectos que influyen:
- El que cada padre/madre (90 y largos% ) ya es el "entrenador" de su hijo, y cree que lo que el entrenador de verdad le diga ya se lo ha dicho él antes y mejor.
- (siguiendo con los padres) Muchos entrenadores son jugadores del club, y que éste les hace un favor dejándoles sacarse unas perrillas por hacer de niñera de sus hijos. No debe ser muy difícil si lo hace un chaval de 16 años.
- Hay un desconocimiento generalizado de los cursos y formación que se debe pasar para poder entrenar, pensando que todos los que entrenan han cursado los mismos cursos, y no es así.
- La falta de seriedad/rigor/profesionalidad del staff del propio club. El hecho que muchos también sean padres de jugadores, que vayan a echar una mano/horas por el bien de todos...
Como en todas partes, hay de todo: excelentes, apasionados que viven el deporte, medios, malos y peores
¡Qué tal Nique_is_better!
Muy de acuerdo contigo sobre que hay entrenadores buenos o malos, como por otro lado pasa en cualquier profesión, y esos ejemplos que pones también son acertados, aunque creo que, por suerte, o esa impresión tengo, los entrenadores están más formados y los clubes tienden a elegir a los más preparados.
En cualquier caso, los primeros que tienen que dar valor a su trabajo son los propios entrenadores, que deben exigir, como escribo, mejores condiciones laborales, para contribuir con ello, de algún modo, a mejorar la formación de los jóvenes deportistas. Y es que las federaciones, las asociaciones de entrenadores y los gestores políticos del deporte, no parece que estén muy por esa labor.
¡Saludos!
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