Termina la serie de BA-LON-CES-TO sobre la resaca olímpica para abordar en esta tercera entrega el tema sobre el que más se debatió, y que no es otro que la eterna comparación con el “Dream Team” y las distancias mayores o menores entre baloncesto NBA y FIBA. Todo ello a raíz de un oro olímpico estadounidense más “currado” de lo habitual pese a llevar en su plantel a muchos de los mejores jugadores de la liga, con especial mención a tres leyendas como Stephen Curry, Kevin Durant y LeBron James.
Oro olímpico sufrido
El equipo “yankee” las pasó canutas en semifinales frente a Serbia, y luego en el último partido contra Francia algo menos, pero con el equipo galo llegando al final del partido con opciones de victoria, rotas por la definitiva exhibición triplista de Curry:
Por cierto, ese último triple es un claro ejemplo de un “mal tiro”, por selección que no por ejecución… si quien lo tira no fuese él. Pues como vemos en la siguiente imagen, tenía dos compañeros libres a su izquierda a los que pudo haber pasado para que se hiciera un tiro liberado más “cómodo”. Y, este comentario, va para todos esos jugadores, especialmente para los jóvenes que están aprendiendo, que cualquiera no puede hacer ese tipo de tiros, y que una cosa es que seamos tiradores, y otra anotadores como suele pasar con Curry.
Steph is a psycho pic.twitter.com/AbFFmN8hD0
— BricksCenter (@BricksCenter) August 11, 2024
Distancias FIBA-NBA más cortas
El apurado oro olímpico conllevó el debate sobre la distancia que separa el baloncesto NBA y el baloncesto FIBA, y aunque esta es una cuestión difícil de dirimir, podemos basarnos en dos puntos para concluir que, sí, la distancia se fue acortando hace ya unos cuantos lustros.
Uno de esos puntos es que ahora los mejores jugadores de la NBA no son estadounidenses (Nikola Jokic, Luka Doncic, Shai Gilgeous-Alexander, Giannis Antetokounmpo), aunque “fichen” alguno como Joel Embiid. Además, los últimos seis premios de MVP fueron a parar a alguno de esos jugadores, y el mejor quinteto de la liga el pasado curso incluyó a esos jugadores mencionados entre paréntesis.
Y a ese punto se puede añadir que la globalización del producto NBA hace que el resto del mundo conozca aquel baloncesto, a sus jugadores, sus métodos de entrenamiento, y al final se genera así una confianza que luego se puede trasladar al juego, cosa que no ocurría en el pasado cuando la NBA era un territorio casi desconocido para el resto.
“Dream Team” vs. Resto USA
Que a otras selecciones posteriores se les añadiera el mismo apelativo que a la primera selección con jugadores NBA les hizo un flaco favor, porque como el original no hubo ni habrá ninguna. Un equipo que incluía a Larry Bird, “Magic” Johnson y Michael Jordan como capitanes fue tremendo. Tres de los mejores jugadores (y mayores iconos) de la historia del baloncesto.
Dicho eso, habría que mirar aquel mítico equipo con la perspectiva que da el tiempo, porque jugaron de maravilla (la videoteca no miente), pero las circunstancias fueron otras, lo que me lleva a decir que tuvieron algunas “ventajas” frente a las siguientes selecciones.
Por un lado el nivel del resto de equipos no era tan alto como ahora, no olvidemos que pocos eran los jugadores del resto de selecciones que habían pisado la NBA, y muchos menos los que lo habían hecho a buen nivel. Y a eso se le unía las recientes separaciones nacionales que dispersaron el talento de potencias como la URSS y Yugoslavia, que tal vez de jugar unidos hubiesen podido hacer más frente a aquel equipo de ensueño.
Por otro lado, la admiración que tenían sus rivales por todos los componentes de aquella selección estadounidense, como se podía comprobar por los continuos gestos de camaradería y las peticiones de foto conjuntas al final de los enfrentamientos, que hasta incluso algunos jugadores de banquillo tomaban esas fotografías mientras se disputaban los partidos, jugó a su favor. Así pues, muchos jugaron contra el “Dream Team” casi derrotados de antemano, y así pudieron jugar “a medio gas”, hasta el punto de no tener que pedir ningún tiempo muerto en toda la competición.
Luego si vamos jugador por jugador, el palmarés y la trayectoria de los miembros del “Dream Team” es increíble… pero no muy lejos de muchos de los que conformaron equipos posteriores, y si hablamos puramente del juego, tenemos que recordar que salvo Jordan que llegaba a la cita olímpica como vigente campeón NBA, los otros dos estandartes de aquel equipo estaban lejos de su mejor baloncesto. Bird se retiró después de jugar en Barcelona por culpa de sus problemas de espalda. Y “Magic” se perdió varios partidos, y aunque llevó muy bien la manija del equipo, no era el mismo después de llevar una temporada ya retirado por culpa del VIH.
Así pues será difícil que vuelva a haber un equipo tan mítico como aquel “Dream Team”, por la coyuntura que se vivió entonces, y si bien ningún equipo se podrá comparar con él en ese sentido, sí los habrá, como los hubo, que tengan jugadores del mismo nivel o superior al momento de disputarse la competición, y que, por tanto, jugarán mejor… aunque sus victorias (si las consiguen, ojo) no sean tan apabullantes por el hecho de tener que hacer frente a una mayor competencia por parte de sus adversarios, y por no gozar de la “reverencia” generalizada.
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