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jueves, 16 de enero de 2025

Polémica NBA: Muchos triples, menos juego de pívot (I)

Por Jorge

Una polémica que se viene arrastrando entre los seguidores de la NBA desde hace unos cuantos años tiene que ver con la queja por el exceso de triples, que influye en la cada vez mayor ausencia de juego en el poste bajo. Como aficionado desde hace unas cuantas décadas reconozco que no me gusta ese abuso del triple, pero tampoco me dejo arrastrar por la nostalgia porque igual que ahora no me parece que el triple sea la panacea, tampoco lo era en el pasado el juego basado en surtir de balones al pívot.

Y al respecto de esta controversia, tanto quienes se quejan del triple como los que están a favor, acuden a sentencias contundentes y tal vez convendría hacer alguna matización para salir de generalizaciones que convierten todo en blanco o negro, porque a lo mejor hay grises sobre los que venga bien reflexionar, y es que la clave seguramente esté en el equilibrio.

Ritmo NBA
“Ritmo NBA” es un programa que se emite semanalmente en Youtube y que analiza detalles de la NBA de la mano de Álvaro Martín y el “coach” Carlos Morales. Y en el siguiente vídeo (de hace poco más de un mes) comentaron acerca de la polémica sobre el exceso de lanzamientos de tres al hilo de una pregunta que le habían hecho al entrenador de los Lakers, J.J. Redick, exjugador que precisamente destacó por su tiro de tres puntos, con un acierto del 41,5% a lo largo de su carrera.



Para quienes no vayan a pinchar y ver el contenido del vídeo, aunque les recomiendo pasarse por ese canal, les resumo. A la pregunta de cómo se lanzan tantos triples si el porcentaje general de la liga se mantuvo estable (alrededor del 36%), el entrenador angelino dice que el aumento de intentos se debe a que si no tiras de tres no puedes jugar en la liga. Luego en el análisis que hacen se citan porcentajes de algunos jugadores que se tiran hasta las zapatillas con acierto muy pobre, y terminan por considerar que lo que de verdad molesta al aficionado son los fallos más que el número creciente de tiros.

Curry, la estadística avanzada y el exceso de autoestima
También, el pasado mes de diciembre, después de un partido extraordinario desde la línea de tres puntos entre Golden State y Dallas, el legendario Shaquille O´Neal, comentó que Stephen Curry era el “culpable” del exceso de triples de la NBA actual. Y quizás no le falte razón… aunque tal vez sea de todos aquellos que se comportan como si tuvieran su nivel cuando en realidad no lo tienen.

Curry es el mejor triplista de la historia de la NBA, no sólo por ser el que más anotó, sino también por su capacidad de ampliar el rango de tiro y de anotar tras bote a niveles que nunca vimos antes. Y como pieza fundamental de la consecución de títulos para Golden State (cuatro anillos más otro par de finales), bien puede ser el responsable de que el resto de equipos haya buscado imitar el estilo de aquellos Warriors… aunque sólo sea en cuanto al lanzamiento de tres puntos.

Ojalá hubiese más Curry, pero ni los hay ni los habrá. Sin embargo, la estadística avanzada tomada ahora como el sanctasanctórum del juego decide que el triple está por encima del resto de opciones, y muchos entrenadores creen a pie juntillas en esto, hasta el punto que prefieren un triple “mal tirado” a un tiro de media distancia en “buena posición” a juzgar por lo que vemos en muchos partidos.

Nadie duda, ni siquiera los que somos de letras, que un triple vale más que un doble, pero la estadística avanzada no deja de ser una abstracción aislada del juego, mientras que los partidos dejan ver muchas veces que la media distancia o el poste bajo pueden ser mejor opción que el tiro de tres.

Selección de tiro: ¿qué es un buen/mal tiro?
Curry se ganó lanzar los tiros como le den la gana porque es capaz incluso de anotar tiros que serían considerados como “malos tiros” para otros. La clave es determinar qué es un buen o mal tiro, y sobre todo reconocerlo rápidamente en juego, es decir, tomar la mejor decisión en función de las opciones que se presentan.

Así un triple a pies quietos tras un pase extra, después de un rebote de ataque, luego de dividir la defensa y doblar o jugando un dentro-fuera no tengo ninguna duda de que es un buen tiro… aunque se falle. Ahora bien, tirar después de cuatro o cinco botes y diversas filigranas frente a un defensor (o más) a un palmo no me lo parece… aunque luego entre. Y sólo puedo aceptar excepciones que confirman la regla para una serie de jugadores cuyo nivel de acierto en esas circunstancias es medio-alto y siempre que el juego no permita una opción mejor.

Ahora todo el mundo puede tirar triples (sino no puedes jugar en esta liga, ya lo dice Redick), pero una cosa es que tengan capacidad de tirarlos y otra de meterlos con un porcentaje más que aceptable. Cualquiera puede ser considerado tirador, que hasta mi vecino del tercero aunque lo más redondo que vio sea una tableta de chocolate, si le doy una pelota y tira puede que enceste, pero de ahí a considerarlo metedor… vamos, que no me la jugaría con él. Y, sin embargo, en la NBA de hoy da igual quien la tenga, que parece que todos tienen una “excesiva autoestima” como para tener carta libre y poder tirar como si no hubiese un mañana, haciendo todos suya esa máxima de los tiradores que dice que aún en un mal día hay que seguir tirando confiando en que el siguiente tiro acabará dentro.

Esa confianza excesiva lleva a ver más “chuflas” que nunca con partidos en los que no faltan media docena de tiros que no tocan aro por forzar en exceso desde la larga distancia, renunciando en muchos casos a situaciones de tiros de media distancia “fáciles” en los que ni siquiera se mira el aro para buscar cualquier otra opción por detrás de la línea de tres aunque acabe siendo más difícil.

El tiro de media distancia está demonizado en esta era del triple. Sin embargo, jugadores como Kevin Durant (Suns) o Shai Gilgeous-Alexander (Thunder), anotan ese tipo de tiros con porcentajes tan altos que los triplistas de acierto medio-bajo no pueden equipararse con ellos desde el triple (ya no digamos lo que fallan más que una escopeta de feria). Y dentro de este rango se puede incluir el juego en el poste, al que me referiré en otra próxima entrada para completar esta reflexión sobre el exceso de triples y la queja sobre ausencia del juego de pívots.

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