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jueves, 23 de noviembre de 2023

El lagunero opina… 2023-24 (II): A cuartos del In-Season Tournament

Por Jorge

La temporada no empezó muy bien para Lakers, pero después de un mes de competición, el balance global en los primeros 15 partidos está bien (9-7), en puestos de play-in, aunque lejos de la mejor versión posible si se quiere aspirar a grandes cotas. El punto de inflexión hasta el momento estuvo en la salida de Austin Reaves del quinteto titular para reforzar el banquillo angelino.


- Lo mejor:
Cam Reddish y Christian Wood

Invictos en el In-Season Tournament (4-0)

- Lo peor:
Las lesiones que dejan inédito a Jarred Vanderbilt y casi a Gay Vincent

El exceso de minutos de juego de LeBron James

Inicio titubeante
El curso comenzó perdiendo (119-107) en la cancha de los actuales campeones, Denver Nuggets. Y la situación no mejoró en los siguientes partidos. La primera victoria fue contra Phoenix Suns (100-95), pero remontando en el último cuarto (28-11) con una gran actuación de la pareja James-Anthony Davis.



Luego de un par de victorias “por los pelos”, llegó una mini-gira fuera del Crypto Arena, con dos derrotas sonrojantes en Orlando (120-101) y Houston (128-94), más otra por la mínima en Miami (108-107).

Y, entonces, en Phoenix, Darvin Ham decidió sacar a Reaves del quinteto titular y colocar en su lugar a Reddish (curiosamente después de haber fallado el triple para ganar en Miami), y desde entonces el balance pasó del 4-4 inicial a un 6-2.

Reforzando el banquillo con Reaves, este equilibró quintetos y mantuvo su anotación pero con mejores porcentajes, permitiendo a su vez el crecimiento de Reddish.

Reddish y Wood
Reddish apenas demostró nada en pretemporada y en los primeros partidos de curso. Demasiado fallón, sin embargo, el movimiento de su entrenador colocándole entre los titulares parece que le insufló una confianza que tradujo en más acierto exterior, e incluso en un trabajo defensivo que pocos pensábamos que podía hacer.



Wood si fue desde el principio una gran combinación con Davis, aportando tiro exterior y jugando de cara, frente al juego más interior de la “ceja” (el mejor de la liga al poste bajo hasta ahora). Y también sorprendiendo por su ayuda en tareas defensivas complementando al mejor taponador de la liga (3 por partido).

Lesiones
Como en cualquier equipo, esta es la peor parte siempre, y Davis y LeBron ya dieron sus pequeños sustos que por suerte sólo les dejaron sin jugar sendos partidos.

La peor parte en este apartado se la lleva Vanderbilt, que el curso pasado fue manija clave en el armazón defensivo del equipo, y que de momento no debutó por problemas en uno de sus talones. Y también Vincent (sólo jugó 4 partidos), que a priori, no parece relevante, pero que puede ser importante en la intendencia del equipo y anotando desde fuera.

Ahora, el último en caer en la lista de lesionados fue el mencionado Reddish con un problema muscular, que no parece grave, pero que ahora que estaba en buen momento, veremos cómo le afecta a su vuelta.

In-Season Tournament
Buena parte de esas victorias con ese cambio en la alineación inicial se produjeron en el nuevo torneo, y si bien los rivales salvo los Suns, no están a estas alturas a gran nivel, fueron con mucha solvencia, y sobre todo con un punto de concentración y esfuerzo que demuestran que parece que hay ciertas ganas por llegar lejos en esta nueva competición.

Los resultados fueron:

Phoenix 119 Lakers 122
Lakers 134 Grizzlies 107
Portland 95 Lakers 107
Lakers 131 Utah 99



El récord de 4-0 garantiza tener ventaja cancha para disputar el partido de cuartos y así tener más opciones de acudir a Las Vegas a jugar la “final four”.

El minutaje de LeBron
En el primer partido de la temporada, los 29 minutos de LeBron hacían presagiar que, por fin, este curso sería el de su “dosificación”, pero desde entonces, su media es de 34 por partido, pese a los 24 de la última victoria contra Utah. Lo cual quiere decir que en otras veces jugó mucho, me atrevería a decir que demasiado. Ojo, que por ahora está en una media de minutos que está entre las menores de toda su carrera, pero no olvidemos que está a punto de cumplir 39 años, y lleva sobre sus espaldas (y sobre todo sobre sus piernas) muchísimos partidos de máxima exigencia.

Hace bastante tiempo que se espera el descenso en su rendimiento, y hay que reconocer que como el buen vino, cuantos más años parece que está mejor, pero lo cierto es que arriesgarse a que no llegue en las mejores condiciones en los momentos realmente importantes, no ya de la temporada, sino de cada partido, puede ser un problema para Lakers.

Incluso a veces ese exceso de minutos no tiene sentido, como en la última derrota frente a Sacramento. Con 24 abajo en el último cuarto (80-104), y viniendo de jugar el día anterior, el propio James y Davis jugaron a tope ese periodo buscando una remontada que no se produjo. Y lo mismo ocurrió en la última derrota contra Dallas cuando se entró al último cuarto 20 abajo (71-91) y aunque se dio la vuelta al marcador, al final los Mavs ganaron el partido. ¿Era necesario que jugase esos 12 minutos? Por cierto, que se llevó un golpe en la rodilla izquierda forzando en una situación que a lo mejor no se necesitaba mirando a largo plazo.

La razón de que siga jugando más de lo que quizá le convendría seguramente tenga que ver con su influencia en el juego angelino, de tal manera que con él en pista el más menos es positivo para el equipo, y cuando descansa es negativo. Así que ahora el reto para el entrenador estará en ver como combina las piezas para que se revierta esa situación, y permitan a la estrella una mejor dosificación de su tiempo de juego, para no asumir un desgaste que se pueda pagar en el futuro con alguna lesión.

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