Por Jorge
Los Celtics han ganado imponiendo su ritmo y estilo de juego sacando los colores a unos Lakers asustadizos incapaces de jugar como lo han hecho durante toda la temporada.
Esta vez “Doc” Rivers ha dado todo el protagonismo de su equipo a los titulares que han respondido haciendo un gran partido con unos excelentes Pierce, Garnett y Rondo.
Los Lakers sólo han sabido mantener la igualdad en el marcador durante el primer cuarto (22-20 para los Celtics) gracias a Fisher y Bynum mientras Bryant y Gasol estaban pasivos en el juego de ataque… y de defensa, permitiendo anotar con facilidad dentro de la zona a sus pares (Rondo y Garnett).
Los Celtics han tenido en Pierce (27 puntos) a su hombre más regular y efectivo a lo largo de todo el partido dando una lección de cómo se juegan los uno contra uno sin forzar los tiros. Y se ha visto apoyado por Garnett (18 puntos y 10 rebotes) que se ha vuelto a comer a Gasol, y por Rondo, que con acciones rápidas después de robo ha asegurado la victoria de Boston.
Kobe Bryant ha intentado la hazaña durante el tercer cuarto anotando canastas (19 puntos - 17 consecutivos) a cual más espectacular echándose su equipo a las espaldas. Pero esa no parece que sea la mejor forma de jugar un partido de baloncesto. Como rezan algunas camisetas que lucen orgullosos los aficionados de Boston: “We not me”, es decir, equipo no individualidades.
Los Angeles también ha dado su particular lección pero en este caso de cómo no se debe jugar al baloncesto. Mala circulación de balón, malos bloqueos, escaso juego sin balón, despistes defensivos y defensa permisiva concediendo muchas canastas debajo del aro… ¿Dónde está el Gasol intenso en defensa y decidido en ataque?
Es verdad que el arbitraje ha sido casero, que Boston juega a incomodar al rival, a sacarle de sus casillas. Y los Lakers vienen del oeste donde las defensas son menos intensas y se puede jugar con más ritmo y alegría en ataque. Pero estamos en una final, y a estas alturas ya deberían de haberse sabido adaptar.
Un análisis técnico y táctico del partido pone en evidencia a los Lakers, pero bastaría con mirar las caras, los gestos, el lenguaje corporal de sus jugadores para saber ya que desde el primer segundo el partido estaba perdido. La actitud es negativa, juegan con miedo, y falta concentración. Malas caras, queja perpetua a las decisiones arbitrales, reproches de unos a otros en los despistes defensivos, nulos gestos de ánimo y apoyo entre ellos más allá de unas palmaditas durante los tiros libres…
La dirección de los Lakers desde el banquillo tampoco está siendo buena. La rotación titulares-suplentes sigue siendo un despropósito, y lo peor (para los seguidores de los Lakers, claro) es que no tiene visos de cambiar. Brown, pieza importante de ese banquillo durante toda la temporada ahora no juega. Farmar sale en el segundo cuarto, empieza a coger ritmo y se le cambia. Bynum ha empezado muy bien el partido pero luego ha visto reducida su participación en el juego por sus problemas físicos pero incomprensiblemente ha jugado más minutos de los que su estado le permitía. ¿Para qué se mantiene a un jugador 32 minutos en pista si no suma para tu equipo? Es verdad que ya no queda mucho, pero los titulares son exprimidos y realmente se ve que están agotados física y mentalmente. ¿Es esa la mejor manera de afrontar partidos decisivos? Llama la atención que los cambios de los Lakers se hacen en función de las decisiones que toma el entrenador de Boston. Wallace al campo, Odom al campo. Pierce al banquillo, Artest al banquillo.
La serie no descansa porque ahora viene un viaje largo a Los Angeles y vuelta a jugar. Los Celtics han sabido apretarles las clavijas a unos Lakers que tienen que afrontar su primer match-ball, y mucho tendrán que mejorar si quieren forzar un séptimo partido. El consuelo para los seguidores de los Lakers es que jugando mal se han tenido opciones de victoria, así que a poco que se mejore...
2 comentarios:
La verdad es que Gasol está mostrando un lado timorato de su juego que no recordaba. Regulero en defensa y en ataque cuando tenía que decir aquí estoy yo. La zozobra angelina es generalizada, Odom y Artest están desaparecidos y cada vez que alguien que no es Bynum, Gasol, Bryant o Fisher mete canasta hay fiesta.
Muy complicadado para LA.
Un saludo!
Creo General que tu análisis coincide con el de la mayoría.
Los Lakers están faltos de chispa, de energía, y eso que Boston tampoco está para tirar cohetes.
Viendo la falta de calidad y acierto en estas finales hasta ahora, uno sigue preguntándose como es posible que sigan exprimiendo a los jugadores durante una temporada tan larga para llegar exhaustos a los momentos de la verdad.
Saludos.
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