Por Jorge
El baloncesto profesional tiene sus peligros cuando los jugadores no se andan con ojo pensando en su futuro pues sus carreras duran pocos años, y están expuestos a lesiones y otros avatares que pueden sumirles en una vida desgraciada sin la formación necesaria.
Antoine Walker, exitoso jugador (campeón NCAA con Kentucky, y NBA en Miami Heat) que cayó en desgracia por su mala cabeza (formación).
En los medios de comunicación de vez en cuando aparecen ejemplos de ex-jugadores que una vez retirados no tienen qué hacer tras sus vidas profesionales, y lo que es peor, casos de algunos que dilapidaron grandes fortunas quedando en la ruina y sin poder hacer frente a una vida “normal”.
Estas situaciones suele darse en la NBA, pero encestando.com publicó esta semana una entrevista a Xavi Crespo, jugador en su día de la ACB que incluso llego a ser internacional, en la que habla sobre como fue su experiencia cuando dejó el baloncesto profesional.
Crespo reconocía que el día que tuvo que retirarse prematuramente debido al mal estado de una de sus rodillas se le abrió un mundo de incertidumbres: “¿Ahora qué se hace?’ Es una situación complicada y a mí me faltaban los mimbres para gestionarla. Debería haber estado preparado mejor de lo que lo estuve.”.
Por suerte pudo reconducir su vida, y ahora trabaja para que otros deportistas no caigan en los mismos errores: “…gané más dinero que el que la mayoría de la gente ganará en su vida… Cuando tienes mucho, gastas mucho. (…) Busco concienciarles de que se formen, de que tengan perspectiva, conocimiento, de que cuiden el dinero…”.
Hace un tiempo, Corey Crowder en su blog de solobasket.com daba algunos consejos para evitar este tipo de situaciones después de la retirada. Esas recomendaciones eran aplicables a jugadores NBA pero por sentido común también podrían serlo en otros baloncestos y deportes.
Si esta situación la viven profesionales que pueden y suelen, aunque no siempre es así por lo que vemos, estar bien asesorados, que no les pasará a quienes no lo están tanto, o a quienes ni siquiera llegan a la elite, y descuidan su formación.
Ésta es la "cara b" del baloncesto profesional que los jóvenes aficionados pocas veces tienen en cuenta cuando sueñan con jugar en la elite, y es que todos alguna vez hemos pensado que la vida del deportista de alta competición es de color de rosa, pero sin la preparación personal adecuada el impacto de la vida profesional puede ser brutal, y acabar mal cuando esa vida se termina.
Para aquellos jóvenes o no tan jóvenes que todavía no se encuentran en estos niveles, pero que trabajan para intentar llegar a lo más alto, insistir en que independientemente de la cota profesional que se llegue a alcanzar (si es que se llega porque las probabilidades son muy pequeñas), conviene no dejar de disfrutar del baloncesto, pero sin olvidar diversificar intereses y formación pues a veces se malgasta mucho tiempo intentando alcanzar un sueño que no se consigue, y al final no se tiene ni la excelencia deportiva ni la preparación adecuada para la vida “normal”.
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2 comentarios:
Buenas Jorge!
Pues sí es un problema más habitual de lo que parece: justo hoy antes de leer tu blog me enteraba de una noticia antigua pero que a no había llegado a mi conocimiento en el sentido de lo que comentas...me refiero al caso del grandísimo Scottie Pippen, arruinado por mala gestión de su patrimonio y malos (o incluso presuntamente delictivos) asesoramientos. Otra vuelta de tuerca sería Denis Rodman, otro ex-Bulls, con problemas incluso más allá de la pérdida de sus (ingentes) ahorros. Quizás les vendría bien a los dos ponerse en contacto con Crespo ;-) En otro orden de cosas, qué te pareció la Final Four? Creo que no has escrito sobre ella, te lo sugiero posible tema para uno de tus amenos artículos...por si tienes tiempo! :-)
Un abrazo,
Alfonso.
Hola Alfonso.
Pues sí, creo que Pip tuvo un problema por invertir en una compañía aeronáutica o algo así.
Agradezco el elogio, pero después de ver la Final Four de la Euroliga no me quedaron fuerzas para escribir nada. Estaba indignado.
El final de la final me gustó porque los rusos merecieron la derrota cuando totalmente confiados, mediado el tercer cuarto, se reían durante un tiempo muerto.
Pero el juego fue lamentable, penoso, horrible...añade cuantos adjetivos negativos te parezcan. O cambian algunas reglas potenciando el juego ofensivo, o el juego se irá empobreciendo a marchas forzadas. Algo que también está pasando en la ACB y la NBA. Y es que la anotación no es el único motivo de diversión, pero para mi gusto, sí el más importante.
Gracias por comentar Alfonso. Cuídate.
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