Por Jorge "Recuerdo que desde los ocho años me pasaba muchas horas practicando el tiro. Aparte de entrenar, si un jugador joven quiere convertirse en un buen tirador, debe hacer horas extras. Debe pasárselo bien con un balón en las manos, pasar horas y más horas tirando en cualquier sitio que haya una canasta”. Juan Carlos Navarro
Entrenado el gesto técnico y conocidas las características de tiro del chico/a que quiere entrenar, además de ver algunos detalles importantes del tiro en situación de juego real, ahora toca aplicarlo todo en algunos ejercicios sencillos de entrenamiento para mejorar los porcentajes.
La práctica perseverante y metódica del tiro es un punto a favor que si bien no garantiza el futuro acierto, sí permitirá tener más posibilidades... si ese entrenamiento se hace con ejercicios aplicados al detalle.
Objetivos de una sesión de tiro
Los objetivos de un entrenamiento de tiro se pueden aplicar por separado o en conjunto, y son básicamente tres:
1) Aprender a automatizar los gestos técnicos necesarios a la hora de aplicar el tiro después de un movimiento concreto.
2) Mejorar la confianza y el acierto del tirador desde una posición determinada o después de realizar un movimiento concreto.
3) Entrenar en una situación de cansancio físico y mental que luego será como realmente se ejecuten los tiros durante los partidos.
Entrenamiento para automatizar el gesto de tiro en un movimiento concreto
El principal error que comenten los jugadores/as jóvenes es querer dominar un determinado gesto técnico o movimiento rápidamente sin respetar los tiempos adecuados en el proceso de aprendizaje.
Un ejemplo. Vemos por la tele o durante un partido de un equipo del club para el que jugamos a un jugador/a que se juega un tiro después de una salida de bloqueo. Quedamos maravillados, y al día siguiente vamos a la cancha para intentar realizarlo. No lo conseguimos, nos cansamos, y lo dejamos por imposible pensando que nunca podremos llegar a hacerlo igual.
Nadie nace sabiendo, y aunque se tenga talento y condiciones, sin entrenamiento no se mejora. En este caso concreto como en otros habrá que tener paciencia, fijarse bien en los gestos técnicos del movimiento (cambio de ritmo/dirección, parada/recepción, etc.) e ir practicando cada uno de ellos poco a poco a una velocidad reducida hasta ser capaz de hacerlo con la coordinación y fluidez necesarias.
Finalmente con el movimiento “cogido” habrá que ir añadiendo velocidad y acierto a la ejecución para ser capaces de hacer ese tiro con la rapidez que luego necesitaremos para tirar con ventaja frente a una férrea defensa en un partido.
Entrenamiento de tiro para mejorar en confianza y acierto
Este entrenamiento sirve para ampliar el rango de tiro practicando desde todas las posiciones para que la confianza y el acierto permitan que durante los partidos se eviten la dudas y así los tiros se hagan de manera natural.
En este caso, el error habitual de los más jóvenes y no tan jóvenes es querer ser capaz de aumentar ese rango de tiro de la noche a la mañana tratando de convertirse en tiradores fiables desde cualquier posición tirando desde distancias demasiado lejanas o después de movimientos complejos todavía no dominados cuando aún no se tiene un nivel de acierto mínimo de corta y media distancia.
La recomendación sería dominar los tiros y movimientos sencillos para afianzar el acierto para luego practicar tiros desde posiciones o tras movimientos cuyo acierto todavía no es bueno para ir mejorando y ampliando porcentajes.
Entrenamiento de tiro en situaciones reales de juego con intensidad
Cuando ya se tiene un notable dominio del tiro en todo tipo de posiciones/distancias y tras movimientos concretos entonces las sesiones de tiro tendrán que tener la intensidad habitual que luego se vivirá durante los partidos.
Este tipo de entrenamiento nunca debe ser de alto volumen, es decir, importa más la intensidad que el tiempo dedicado. Habrá que realizar series de tiro con ritmo pero con descanso entre ellas para evitar que se acaben por forzar los tiros y por tanto sin que se tire siempre igual.
Realizar series de tiro a sesenta pulsaciones carece de sentido porque luego durante el juego esas pulsaciones se triplican, y por tanto tendremos que ser capaces de mejorar nuestros porcentajes con intensidad.
Una recomendación para practicar este tipo de tiros. Las sesiones de tiro suelen hacerse sin defensa, por ese motivo es útil la imaginación. Imaginar defensa. Tener tensión, suponer que tienes delante a un excelente defensor sobre el que vas a tener que anotar. En definitiva hacerte su propia película en la cabeza pero siempre basada en situaciones reales de juego, porque una cosa es imaginar, y otra fantasear.
Mira en el siguiente video como Derrick Rose, durante un campus predraft, hace tiro con tensión e intensidad como si tuviera defensa:
Ejercicios de tiro y tiempo de entrenamiento
Las características de los ejercicios de una sesión de tiro vendrán marcadas además de por sus objetivos, por el tiempo que se va a dedicar, y si se realizarán en solitario o en compañía.
El tiempo de una sesión de tiro debe tener en cuenta más la calidad que la cantidad. Mejor es dedicar 30-60 minutos de tiro con buena intensidad y concentración que estar un par de horas tirando desganado, forzando tiros y sin seguir una rutina de entrenamiento adecuada. Aprovechar siempre el tiempo.
Tirar al inicio de un entrenamiento de tiro desde larga distancia puede provocar alguna lesión y además fuerza la mecánica de tal manera que no se tire como se debe, por eso conviene comenzar desde distancias cortas aunque el acierto desde esas posiciones ya sea alto, tanto a modo de calentamiento como para reforzar la confianza que supone anotar con fluidez los primeros tiros de una sesión.
Si el entrenamiento es en solitario deberemos definir un tiempo de recuperación entre cada serie de tiro pues solos, además de tener que “autopasarnos” (si practicamos tiro tras pase) tendremos que coger nuestros propios rebotes lo cual ya supone una carga física importante. Esos tiros tendrán que tener un mínimo de intensidad, pero tampoco hay que tirar excesivamente cansado porque entonces se forzará el tiro, disminuirán los porcentajes y con ello aumentará la desmotivación.
El entrenamiento por parejas o tríos permitirá que la calidad de la sesión mejore. La situación ideal sería sesiones por tríos (tirador, reboteador y pasador) con un par de balones. Así los tiros se pudiesen hacer con ritmo. Los pases serían más reales, y el tirador sólo tendrá que preocuparse por la buena ejecución e intensidad de sus tiros. El descanso de cada serie de tiro correspondería a la serie de tiro de los compañeros de entreno.
En el siguiente video, Ray Allen indica un par de posiciones y movimientos para practicar el tiro. En los dos casos hace hincapié en la importancia de los buenos apoyos en las paradas antes de recibir el balón. Por último, habla de la importancia de la rutina y concentración a la hora de hacer tiros libres:
En un texto anterior referido a rutinas prepartido, que tenía también a Ray Allen como protagonista, mencioné que determinados rituales eran muy positivos para conseguir confianza y mejora en el tiro. Pero esas rutinas también se pueden tener en cuenta para las sesiones generales de tiro a la hora de definir una serie de puntos en la pista o de movimientos a entrenar, y hacer un número de aciertos o de tiros lanzados como parte de nuestra dinámica de entrenamiento.
Algunos ejemplos de tiros a practicar en series de 10 tirados o anotados:
1) 45º al aro para tirar a tablero desde media distancia
2) Tiro tras bote en línea de fondo partiendo desde la posición de alero
3) En poste alto simulando una salida de bloqueo
Una recomendación. Si el nivel de acierto desde la posición que se está entrenando no es alto, mejor hacer series de diez tiros, para ir ganando confianza. Si no seguís este consejo corréis el riesgo de que vuestro desacierto provoque un cansancio físico y mental que termine por desmotivaros a la hora de cumplir con unos objetivos mínimos durante vuestro entrenamiento.
Una vez que los porcentajes mejoren fruto del entreno, para tratar de superarnos podemos establecer rutinas por las que tratemos de mejorar estableciendo el número de tiros que necesitamos para anotar diez, o incluso tratar de mejorar nuestras marcas de tiempo a la hora de cumplir con nuestra rutina completa de tiro. Eso sí, siempre que “esas prisas” no nos lleven a forzar tiros y a acabar por tirar de manera inadecuado haciendo lanzamientos que realmente luego no haremos durante el juego.
También cuando el entrenamiento se haga acompañado y si el nivel del jugador/a es alto, se puede tirar con defensa que será más o menos intensa en función del tipo de tiro que se practica. Así se entrena en situación más real todavía acostumbrando al tirador pues cuanto mayor sea el nivel de juego de sus partidos, más habitual será que tenga que tirar con la mano de un defensor en la cara.
Los resultados del entrenamiento de tiro se pueden registrar en una libreta para conocer cual es la evolución del tirador, y luego se pueden pasar a los entrenadores para que comprueben cual ha sido el trabajo de tiro durante el verano u otro periodo vacacional. Además de anotar tiros tirados, anotados, y el porcentaje, también puede estar bien indicar el tiempo total necesitado para hacer esos tiros así como las posiciones o movimientos en los que se practicó.
Palabras y anécdotas de algunos tiradores
Recientemente en una charla organizada por la Federación de Baloncesto de Madrid, José Manuel Beirán (tirador histórico medallista olímpico en 1984), remarcó unas ideas sencillas y básicas:
- La mecánica es el 25% del tiro, el resto es práctica y confianza.
- Entrenar haciendo muchas repeticiones para tirar siempre igual para mejorar en mecánica y acierto.
- Tirar con decisión y rapidez (para evitar las dudas).
Para aquellos que creen que los que meten son unos privilegiados o que vino Dios a verles, decir que no existen recetas mágicas para mejorar el tiro, sólo entrenamiento, paciencia, y perseverancia:
Nash demuestra que para mejorar el tiro sólo se necesita un balón, una canasta... y ganas de entrenar. Fíjate que comienza su entrenamiento desde distancias cortas para calentar, luego practica todo tipo de tiros, y pese a entrenar sólo corre a por sus rebotes para hacer tiros con pulsaciones y ritmo:
Una anécdota que explica bien a las claras cual era el nivel de perseverancia (y también diría de amor por el juego) del excelente tirador Velimir Perasovic. Jugando en Baskonia, su compañero Lucio Angulo le pidió prestado su coche para poder hacer un viaje a su Zaragoza natal. El croata se lo dejó sin problemas, y le dijo que en el maletero llevaba un balón, algo que Lucio no entendió muy bien para qué, a lo que el bueno de “Peras” le dijo que por si tenía ganas de parar a hacer algunos tiros en alguna pista que se encontrara por el camino.
Cada vez cuesta más ver a jóvenes jugadores que se quedan después de los entrenamientos o que llegan antes de la hora establecida de entreno para hacer algunas series de tiro. Lo curioso es que luego se sorprenden cuando sus porcentajes son bajos. Espero que esta serie de artículos estimule a la chavalería que tenga ocasión de leerlo para al menos tratar de mejorar su tiro durante las vacaciones.
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2 comentarios:
Pues muy de acuerdo contigo. Qué importante son todas esas horas de 1 contra 0 en la cancha del barrio sin más aprendizaje del que te proporciona el resultado de tu tiro y tus sensaciones. Al fin y al cabo no todo el entrenamiento puede estar tutorizado. Hay mucho de autoexploración y autoaprendizaje. Un saludo.
Sí, Juan José, la pena es que la chavalería da tan poca importancia a ese 1x0 o lo utilizan para hacer el ganso...
Quizás el único tutor en este caso es la observación de los más grandes para aprender de ellos. Y luego las ganas de imitarles. Otro problema es que por desgracia se tiende a tratar de imitar aquello que no se puede mejorar hasta sus niveles como son las características físicas.
En fin, habrá que seguir animándoles a que se den cuenta y practiquen.
Saludos.
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