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lunes, 11 de diciembre de 2023

El lagunero opina… 2023-24 (III): Campeones de la Copa NBA

Por Jorge

Unos Lakers invictos inauguran el palmarés de una Copa NBA que parece que vino para quedarse a tenor del interés despertado a estas alturas de temporada, pero que a sus muchas luces también añade algunas sombras a mejorar.

La final enfrentó a los mejores equipos del torneo, Pacers y Lakers, ambos invictos, y a los dos mejores jugadores del torneo, Tyrese Haliburton y un LeBron James que acabaría por ser elegido el mejor jugador de la Copa (26,8 puntos, 7,5 rebotes, 8,2 asistencias y 63% en tiros de 3). Sin embargo, quien decantó la balanza en el partido definitivo fue un extraordinario Anthony Davis (41 puntos, 20 rebotes y 4 tapones).

Camino hacia la “Final Four”
El recorrido de los Lakers por este torneo comenzó en un grupo del que formaban parte también los Phoenix Suns, Utah Jazz, Memphis Grizzlies y Portland Trail-Blazers. Y tal vez el punto de inflexión, como se comentó en la anterior entrega de “El lagunero”, estuvo en la primera victoria a domicilio del curso conseguida en un partido igualado en la pista de los Suns del gran Kevin Durant.

Luego hay que reconocer que el resto de rivales no estaba cuajando una buena temporada hasta el momento, más bien todo lo contrario, pero aún así, los angelinos siguieron mostrando un punto de concentración alto para ganar de manera contundente el resto de los partidos.



La eliminatoria de cuartos previa a la “Final Four” volvía a enfrentar a Lakers y Phoenix, y si bien se tenía la ventaja de cancha, los Suns en busca de la venganza de la primera derrota, recuperaban a Devin Booker, ausente la primera vez.

El partido tendría dos partes muy distintas. En la primera, el juego de Davis (20 puntos) permitía una clara ventaja de Lakers al descanso (59-47), pero Phoenix reaccionó para igualar un marcador que sólo cerró L.A. con los 15 puntos de James en el último cuarto, y un estupendo triple de Austin Reaves… seguido de la primera gran polémica de este torneo.



Y es que los Suns se quejaron de la concesión de un tiempo muerto a Lakers a falta de 7 segundos para el final del partido cuando, precisamente Reaves, perdía el balón. La jugada no ofrece dudas. El fallo arbitral es garrafal. Ahora bien, pensar que Lakers ganó por ese error, también está lejos de la realidad, porque Phoenix recuperó ese balón (Grayson Allen apenas lo coge escorado en la línea de fondo), y estaría por ver que anotase una canasta para forzar la prórroga o un triple para ganar (el marcador era 105-103 en ese momento). En cualquier caso, esta “salsa” más típica del deporte europeo que del americano, añade un poco más de interés a este “In-Season Tournament”.



“Final Four” de Las Vegas
Mientras la primera semifinal entre Milwaukee Bucks e Indiana Pacers fue reñida salpicada de algunas grandes jugadas, y bajo el mando de un enorme Haliburton, la clasificación para la final fue un paseo para los Lakers.

New Orleans Pelicans sólo aguantó el primer cuarto (29-30). Luego una secuencia de tres triples seguidos al inicio del segundo cuarto, a cual más lejano de LeBron, impulsó a los angelinos para tomar una ventaja cómoda al descanso (67-54).



El tercer cuarto confirmó la superioridad angelina con un desastroso parcial de 43-17 para el equipo de Zion Williamson, que permitió el descanso de James y Davis en el último periodo de cara a la final del torneo.



Final: Lakers 123 Pacers 109
La final comenzó con el dominio angelino en la pintura gracias al trabajo de un enorme Davis (13 puntos en el primer cuarto),y de Reaves metiendo 22 puntos en la primera parte (récord personal de anotación en una media parte).

Indiana mantendría el marcador igualado con el buen hacer de sus suplentes y al acierto desde el tiro libre (20 de 21 en la primera parte), unido todo ello al desacierto de Lakers desde el triple (encestó su primer triple al final del tercer cuarto después de 10 fallos seguidos).

Haliburton que estuvo bien frenado en la primera parte (7 puntos con sólo 4 tiros) gracias al trabajo defensivo de Cam Reddish y Jarred Vanderbilt, despertaría en el tercer cuarto (8 puntos) para meter el miedo en el cuerpo a Lakers, sobre todo después de un problema muscular de Davis.

Al final todo quedó en un susto porque el pívot volvería a su mejor nivel en el último cuarto para rematar la faena sumando 14 puntos más que cerraban el marcador y que le convertían en el mejor jugador del partido que convertía a los Lakers en el primer campeón de la historia de esta Copa NBA



Luces y sombras de la Copa NBA
Más allá de las cifras de audiencia, el balance general de este nuevo torneo parece satisfactorio para el aficionado por varios motivos, pero a sus luces también se pueden añadir algunas sombras a mejorar.

Los partidos de la Copa demuestran un mayor interés competitivo por parte de los jugadores, y ese punto extra de esfuerzo al final repercute en un juego más parecido al que más tarde se vive en tiempo de playoffs.

También se juegan hasta el final aunque los partidos ya tengan decidido el ganador, porque la diferencia de puntos puede ser decisiva para tener opción de pasar a las eliminatorias.

Y, por último, para algunos equipos que, a priori, no parten con muchas opciones de ganar el anillo al final del curso, este torneo puede servirles de acicate deportivo porque se puede adapta mejor a sus posibilidades, y ganar así una cuota de protagonismo y de éxito al que no se quiere renunciar a principio de temporada.

Por el lado negativo, terminada esta copa la temporada languidecerá hasta los playoffs, o al menos hasta después del “fin de semana de las estrellas”, momento en el que los equipos aprietan de cara a situarse en la mejor posición posible de cara a la postemporada. Así que a lo mejor convendría que este torneo fuera más extenso, por ejemplo doblando su número de partidos en la fase de grupos.

Un tema que trajo cola fue el colorido de las canchas, que hace a veces que para el televidente parezca que está delante de un partido de videojuego, y supongo que la falta de costumbre hacía difícil, o al menos raro, seguir el juego en algunas pistas más oscuras. La excusa de la liga era que así el aficionado identificase claramente qué partidos pertenecían a esta nueva competición, pero creo que no hace falta tanto color, que con poner el nombre del torneo sobre la pista, más las zonas y el centro del campo con el logo del trofeo, ya es suficiente. Todo lo más, podían añadir el color a los bordes exteriores de las líneas de juego, pero el parquet, mejor el de toda la vida.

Por último, se hace extraño que cuando se está jugando la “Final Four” de la Copa se jueguen entre sus partidos definitivos, otros partidos de temporada regular. Si la NBA quiere potenciar esta competición debería hacer porque el protagonismo y la atención de los aficionados sea exclusivamente para este torneo. Así, con todo, el balance al final es positivo, pero la NBA no es tan perfecta como se piensa muchas veces desde fuera, y todavía tienen que pulir esta competición para el futuro, y a buen seguro que lo hará.

2 comentarios:

Félix dijo...

A mí los tiempos muertos de la NBA siempre me han parecido esperpénticos. Primero por poder pedirlos cualquiera, segundo por cortar el juego en cualquier momento, y por último porque no es la primera vez (ni será la última) que se usa para evitar perder el balón o que lo conceden pese a no tener ya la posesión.

Es una de esas reglas que para mí no tiene sentido alguno, que no entiendo por qué siguen vigentes. Ni aporta al espectáculo, ni al deporte, y ha dado pie a más de una ocasión polémica.

Jorge dijo...

¡Hola, Félix!

No sé si esperpénticos, pero para mí son muchos y excesivos, y en ese punto sí que incidiría. Sé que es un utopía, especialmente en el baloncesto NBA por cuestiones publicitarias, pero con un tiempo muerto por cuarto para cada equipo y un par solicitados por el jugador en la segunda parte, ya serían más que suficientes.

Y no estoy de acuerdo contigo respecto a los tiempos muertos de los jugadores. Siempre soñé con la posibilidad de pedir un tiempo muerto mientras jugaba. Y en cuanto a que se pida para no perder la pelota, no me parece mal.


Ahora bien, lo que me cuesta comprender es que la pelota la tenga un jugador, y el tiempo muerto lo pida otro, como pasó en el tiempo muerto que se comenta en el texto. Otra cosa es que se concediese equivocadamente, porque el jugador ya no tenía la pelota controlada.

Saludos.

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