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jueves, 29 de marzo de 2012

Leído/escuchado en los medios: Pablo Laso

Por Jorge

Esta sección, que espero que tenga continuidad, incluirá frases, audio o sencillamente historias leídas o escuchadas en algún medio o círculo de baloncesto que puedan servir para indicar algún detalle que pueda resultar interesante, además de acompañarlo a veces de mi reflexión para abrir algún debate o ver otros puntos de vista si alguien quiere dejar su opinión.


El magazine cultural “Jot Down” publicó la pasada semana una interesante entrevista con Pablo Laso. El entrenador del Real Madrid fue preguntado sobre todo tipo de temas: filosofía de juego, el Madrid, la NBA, e incluso de política. De sus palabras rescato algunas que pueden ser interesantes para los entrenadores.

"Los entrenadores compiten para ganar. No conozco ninguno que no lo haga (...). Hasta los entrenadores de minibasket. Los resultados hacen falta.”

¿Alguien juega a perder? Ahora, me parece a mí que en minibasket no debe ser ganar el objetivo principal. Aunque es verdad que ganar alguna vez ayuda a mantener cierta motivación en los más pequeños/as.

(…) en el baloncesto, para un jugador a veces es fácil decir: “No juego bien porque no me ponen, porque no me pasan, porque el árbitro me pita mal… Muchas veces el jugador debe pensar “no meto los tiros, no me sacrifico en defensa…”. Hay que mirar hacia dentro. Qué podemos hacer nosotros para mejorar.

Cualquiera que entrene, sea en la categoría que sea, dudo que no esté de acuerdo con estas palabras. El chico/a que juega nunca tiene la culpa de nada. Siempre son “agentes externos a él”: el entrenador, el balón que bota mucho, la pista que resbala, la canasta que está mal… y por supuesto, el árbitro. Excusas hay miles.

Ah, y ese tipo de justificación (la arbitral sobre todo, pero también muchas otras) se las he escuchado a muchos entrenadores, que quizás deberían entrenar esos detalles de los que luego se quejan durante los partidos.

En general un poquito de autocrítica por parte de todos no vendría mal para mejorar.

"(...) lo que entra en el top de las jugadas, son canastas, mates, asistencias… jugadas ofensivas. Y nosotros tenemos que fomentarlas (...)"

(…) la falta en medio campo para parar contraataques debería ser castigada con más dureza. (…) Habría que permitir menos contactos, aunque eso es un tema de arbitraje en el que no puedo entrar.

Estos dos extractos deberían de ir destinados a la mayoría de sus colegas de profesión en el ámbito profesional y a quienes rigen el cotarro, porque si queremos que el baloncesto enganche a los aficionados y que la gente se divierta, tendrán que poner de su parte todos para que se juegue más alegre, más divertido.

Particularmente las más que habituales “ventajas” que se dan a las defensas no me gustan. Y sobre los contactos, tan pronto hay partidos en los que por soplar se pita falta, y en otros se reparte cera a tutiplén y no pasa nada. El maldito criterio arbitral.

“Yo igual sería un fracaso como entrenador de baloncesto femenino. No por lo técnico y lo táctico, pero en el trato personal (…). Igual no sabría cómo llevarlas. El éxito del entrenador muchas veces depende de cosas que no son entrenar. Sino motivar, lidiar con el club, la presión mediática…”

El trato personal es una faceta muy importante en el entrenamiento. No todas las personas son iguales, y lo que se hace o se dice a una, no le afecta del mismo modo a otra. Como se suele decir, cada jugador/a es de su padre y de su madre.

Y esas cosas que no son entrenar, son diferentes según la categoría, pero existen para todos los entrenadores. Los profesionales tienen que hacer frente a ruedas de prensa o situaciones de club que poco tienen que ver con el baloncesto puro y duro. Pero los entrenadores de formación también se encuentras con situaciones con las que en principio no se cuentan pero que están ahí: exámenes, viajes o fiestas familiares, relación con los padres/madres, etc. Asuntos que van a afectar e influir en el entrenamiento, seguro.

"(...) pero sí tengo claro que hablar duro no es alzar el tono de voz. Yo he sido mucho más duro que eso con mis jugadores sin gritar."

Me gustan estas palabras. Los estereotipos hacen mucho daño en cualquier ámbito. Mucha gente se piensa que gritar es la panacea del control y de la autoridad. Y que gritando se va a conseguir más que hablando con normalidad. Me parece que la mayoría de las veces, las palabras en tono bajo pero reflexivo son más efectivas, y pueden demostrar afecto o dureza según se requiera en cada momento.

El entrenador que corre por la banda, que no se sienta ni para atrás, que está constantemente dando instrucciones y gritando a quienes están en la pista aunque no se enteren de nada (jugando y con el jaleo que suele haber alrededor de un partido es difícil), no sé porque tiene que parecer más o mejor entrenador que aquel que durante la semana ya ha trabajado los detalles que espera ver en el partido, y que solo da las instrucciones imprescindibles para que jugadores/as apliquen lo entrenado.

Quien quiera puede consultar
la entrevista completa. ¿Qué os parecen las palabras de Laso? ¿Alguna reflexión para compartir?

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