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lunes, 16 de noviembre de 2020

Por la izquierda se tira con la izquierda… a veces

Por Jorge

Que me perdonen los zurdos, pero los que lean esto, obviamente para ellos es igual pero por la derecha. La mayoría de los que juegan al baloncesto son diestros, y los zurdos porque en la vida (y en el baloncesto) todo está predispuesto para diestros, desde temprano suelen tener más habilidad con su mano no dominante. Un buen ejemplo en el baloncesto actual lo tenemos con Ben Simmons, que juega con la izquierda y sin embargo domina las finalizaciones con la derecha de maravilla, hasta el punto que es más común que termine con esa mano y no con su zurda, como se puede ver en algunas de sus mejores jugadas de la pasada temporada:



El entrenador de formación lidia desde las edades más tempranas con un caballo de batalla que consiste en convencer a los jóvenes jugadores de porqué se tiene que hacer determinados ejercicios en los entrenamientos. Y una de esas primeras batallas está en el uso de la mano izquierda cuando se tira haciendo una entrada por la izquierda.



¿Cuántos entrenadores no habremos insistido que por la izquierda hay que tirar con la izquierda? Así tiene que ser al principio para dotar a la jugadora de una habilidad que le será muy útil en el futuro. Y ojo, porque ese gesto técnico sólo estará afianzado no ya cuando lo haga en situaciones de entrenamiento sin defensa, sino que durante el juego real y con defensa sean capaces de atreverse a finalizar con la izquierda… porque la situación así lo hace necesario.



El siguiente paso se produce cuando esos jóvenes van creciendo y ya saben usar esa mano en sus entradas y en los tiros bajo el aro por la izquierda, y tenemos que enseñar que por la izquierda se tira con la izquierda… pero no siempre. Y entonces toca demostrar con ejemplos que a veces conviene finalizar con la derecha aunque se vaya por la izquierda (y viceversa). La defensa será quien determine la mejor mano para finalizar cuando se va al aro. Aquí tenemos un ejemplo en el que un jugador va a canasta en bote desde su derecha para buscar el aro por la izquierda, y llevando el balón con la izquierda al final cambia para tirar con la derecha… por el lado izquierdo. Sólo de esa manera evita la defensa y consigue la canasta.



Sin embargo en la siguiente acción, muy similar, el jugador no cambia de mano y la defensa que va por detrás buscando su izquierda la encuentra para conseguir un tapón y evitar una canasta que probablemente sí habría conseguido de haber finalizado con la derecha… por el lado izquierdo.



También hay que comprender y aceptar que una vez la jugadora sea capaz de utilizar su mano izquierda por la izquierda, utilice la derecha si es su mano dominante y por tanto se siente más segura con esa ejecución si va sola al aro, como en el siguiente ejemplo, porque de ese modo “asegura” la canasta:



Volviendo a la entrada con la izquierda por la izquierda, hace algunas temporadas entrené un equipo infantil (la mayoría de segundo año) cuyo uso de esa mano izquierda (y en general de su lado no dominante: para salidas, desmarques, recepciones…) era mínimo por no decir nulo, hasta el punto de que incluso teniendo la defensa por su lado derecho, insistían queriendo finalizar con la derecha con el riesgo de sufrir un tapón o la molestia suficiente como para no anotar.

Así que desde el principio uno de los objetivos de la temporada fue evidente. Aprender a finalizar por la izquierda y saber aplicarlo al juego. Y la verdad es que los chavales se esforzaron y terminaron por asumir esa opción. Y cuando subían a jugar con el equipo cadete, era un orgullo ver como aplicaban esa enseñanza mientras los mayores apenas si utilizaban la izquierda (ni para botar).

Una de las culminaciones de aquel trabajo estuvo cuando uno de los infantiles fue capaz de finalizar con la izquierda en una acción rápida en carrera tras pase (muy similar al siguiente vídeo), como debía ser por la situación defensiva y del juego, para anotar una canasta decisiva para ganar un partido. Por supuesto entonces reforcé esa acción para él y para todos sus compañeros… independientemente del resultado de la acción. La jugada requería esa finalización si se quería anotar, y su elección y ejecución fue correcta.



Los pequeños detalles son los que hacen mejorar a un jugador, y ver como se produce esa mejora es una de las mayores satisfacciones para un entrenador.

Recuperando el titular de este artículo, actualmente gracias a la regla del paso 0 las opciones para finalizar en carrera (por cualquier lado) son tan amplias disociando pies y manos, que la clave estará en entrenar cuanto antes la coordinación y el equilibrio para que los jugadores puedan añadir un mayor abanico de opciones cuando van al aro, de tal manera que las entradas por la izquierda serán con la izquierda… a veces.

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