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miércoles, 2 de octubre de 2013

Hemeroteca (10): Eurobasket 1991

Por Jorge

La reciente medalla de bronce conseguida por la selección española en el pasado Eurobasket de Eslovenia provocó una división de opiniones entre la afición, que a juzgar por el revuelo en las redes sociales, se decantó más por la decepción y el fracaso que por la satisfacción y la alegría de haber obtenido tal resultado.

Reconozco que teniendo en cuenta las notables ausencias (aparte de las españolas) de muchos de los mejores jugadores europeos antes del inicio de la competición me llevaron a esperar la medalla de oro, y el nivel de juego más bien bajo que se fue dando durante el campeonato no hicieron sino acrecentar en mí esa posibilidad de “tripitir” título.

Sin embargo, las dificultades que siempre plantea un torneo como éste que además se alargó demasiado en el tiempo (supongo que la pasta es lo que hace que la FIBA incremente el número de participantes y partidos), y teniendo en cuenta cierta igualdad respecto de otros equipos (Francia, Italia, Grecia) me llevan a pensar que conseguir al menos alcanzar una de las posiciones de privilegio en el pódium me parece satisfactorio porque mantiene al equipo español en la elite del baloncesto internacional.

Aprovechando las diferentes sensaciones que dejó el resultado del pasado Eurobasket rescato el recuerdo del bronce europeo de 1991 (ya habrá tiempo de acordarse del otro ganado en 2001) a través de “Gigantes del Basket”, para comentar algunos paralelismos y detalles que se dieron y que se incluían en el número 296 de la revista (8 julio 1991).


Los palos que recibió Orenga (también ganó el bronce como jugador en 1991) este año ya se los llevó entonces el seleccionador español Antonio Díaz-Miguel, y es que ya se sabe que las críticas son algo inherentes al cargo de entrenador aunque a veces sean poco o nada constructivas:


Las páginas de opinión también incluyeron algunas palabras que recuerdan a situaciones vividas en Eslovenia y que parece que dan la razón a quienes piensan que la historia es cíclica también incluso en el baloncesto:

“En la selección es malo, en estos momentos, el criterio que utiliza Díaz-Miguel para convocar a los jugadores. (…) Ahora, también, determinadas lagunas tácticas que se han dejado ver en el Eurobasket.” Manuel Saucedo

“Los sucesivos bases que se han alternado en el mando de las operaciones han sido incapaces de estar por encima del nerviosismo de Díaz Miguel.” Luis Gómez
La rotación de los bases fueron un problema en 1991 (Rafa Jofresa, Mike Hansen, y el “querido” por sus labores de comentarista este año, José Miguel Antúnez) como parece que también lo fue para muchos este año.

Los titulares interiores que recogía “Gigantes” para referirse a cada partido del combinado español tampoco tenían desperdicio:

“Patético” sobre la victoria española por 94-93 frente a la Bulgaria de Glouchkov en la segunda jornada.

“Triste heroicidad” en alusión a la victoria sobre Polonia por 73-67.

Y por supuesto, también había palos para algunos jugadores, incluso para una ya casi leyendas como Epi:

“Las palabras de Epi, acusando duramente a la prensa tras el encuentro ante Polonia me sorprenden (…) Para defender a la selección, no es necesario atacar a la prensa. Lo que sucede es que hasta para los jugadores es difícil dfender el papel que hicieron (…) No me vale que Epi diga que hace diez años se valoraba el que España venciera a selecciones como la búlgara. En estos diez años la evolución del baloncesto español y el búlgaro distan al menos 30 puntos de diferencia. Lo demás, gaitas.” Paco Torres

Por último, al loro con los dos últimos párrafos sobre el partido que valió la medalla de bronce tras vencer a Francia (99-83):
“A dos minutos para el final, Martín, el mejor hombre de la selección, dejó su puesto, en medio de una fuerte ovación del público italiano, al jugador vallisoletano, Silvano Bustos, que así hacía su debut en el campeonato.

Él y sus compañeros se colgaron el bronce. Es mejor que nada.”


Algo contradictoria la última frase si vemos la portada y además leemos el titular interior sobre la medalla: “Un bronce que pudo ser plata” (porque sólo se perdió la semifinal frente a Italia por 93-90).


Para completar el recuerdo de aquel Eurobasket, decir que los campeones fueron los yugoslavos de la mano del mejor jugador del campeonato, Toni Kukoc, que hicieron su mejor baloncesto justo antes de la disgregación del país en las diferentes repúblicas que conocemos hoy en día fruto de la guerra de los Balcanes. El alero fue acompañado en el mejor quinteto por Ferdinando Gentile (sí, el padre del actual jugador de la selección italiana), Nicos Gallis (legendario anotador griego), Vlade Divac, y Antonio Martín, que además de entrar en el cinco ideal fue el mejor reboteador del campeonato.

España vive hoy en día una etapa de “vacas gordas” en el deporte en general y en el baloncesto en particular, y eso a veces hace que no se le dé el mismo valor a determinados resultados. José Manuel Calderón dijo que la afición está mal acostumbrada debido a los éxitos de la última década, pero un bronce siempre es una medalla. Y Javier Imbroda (seleccionador del bronce de 2001) comentó que el bronce es una medalla ganadora, y me parece que debe ser bien valorada porque tiene su mérito. Este año como también ocurrió en 1991 la medalla no fue suficiente para muchos. Veremos que opinan cuando no se alcance ni siquiera un resultado como éste. Tal vez habría que irse mucho más atrás en el tiempo y recordar la historia para saber valorar mejor el presente.

4 comentarios:

Marcos dijo...

Interesante artículo e interesante ejercicio de memoria que sin duda nunca está de más. Sin entrar a valorar de nuevo la actuación de esta selección actual....solo espero que no acierten los que hablan de que la "historia siempre se repite" ...porque atendiendo a lo que pasó a partir del 91 ...el castañazo puede ser de escándalo.
saludos.

Jorge dijo...

Pues estoy con los que piensan que la historia es cíclica y aunque no espero un castañazo (como dices) de iguales dimensiones a como ocurrió en los 90, tampoco hace falta ser muy listo para saber que después de una década de éxitos casi continuados, luego lleguen las vacas flacas.

Si bien supongo que no se dará ninguna debacle durante el mundial si los ausentes en el Eurobasket vuelven.

Saludos Marcos.

Mo Sweat dijo...

Saludos, Jorge.

Bueno, estoy de acuerdo contigo en tus planteamientos y conclusiones, pero independientemente de resultados y medallas, a mi no me ha gustado nada lo que ha hecho Orenga, especialmente su forma de planificar el equipo sobre la cancha, que un tipo como Germán, que debería haber sido el cuatro titular acabara como el 12º hombre del equipo o que nunca se jugara con un base puro, un escolta (jugando en posición de 2), un alero, un ala-pívot y un pívot sobre la cancha.

Jorge dijo...

Estoy contigo Mo en lo que dices sobre Germán Gabriel, no tanto en lo demás. La polivalencia actual me parece que no sea necesario definir posiciones como en otros tiempos.

En cualquier caso, mi intención con esta entrada era reflejar ciertos paralelismos entre lo que ha pasado en el Eurobasket de este año y el de 1991.

Saludos.

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