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sábado, 23 de noviembre de 2024

El lagunero opina… 2024-25 (II): Buen inicio de temporada (10-5 4º Oeste)

Por Jorge

Un calendario favorable contra rivales asequibles y otros menos que arrastraban muchas lesiones (léase Sixers, Grizzlies, Pelicans) permiten que Lakers haga un buen inicio de curso apoyándose en su fortaleza en casa (7-1).

Anthony Davis lidera la ofensiva con 31 puntos de media, LeBron James sigue a lo suyo en esa batalla interminable contra el tiempo (24 puntos, 8 rebotes y 9 asistencias por partido), y el novato Dalton Knetch asombró con alguna exhibición de tiro.

Mejor inicio en casi tres lustros
Davis en modo MVP anotando de todos los colores permitió que Lakers ganara sus tres primeros partidos de la temporada, inicio no visto en L.A. desde la temporada 2010-2011, valiéndole para ser nombrado mejor jugadores de la conferencia oeste en la primera semana de competición.



Primeras derrotas y cambios en el cinco titular
El buen arranque hizo que muchos pensaran en análisis tan rápidos como precipitados, que J.J. Redick era poco menos que el adalid de la sabiduría que había dado con la tecla de este equipo hasta que llegaron cuatro derrotas en cinco partidos de gira fuera del Crypto.com. En Phoenix (109-105) con un errático James (11 puntos con 3 de 14 en tiro y -17 con él en pista), en Cleveland de paliza (134-110), y en Detroit (115-103) y Memphis (131-114) siempre por detrás en el marcador.

Redick decidió que D´Angelo Russell “cargara” con la culpa de las derrotas y fue sustituido en el quinteto inicial por Cam Reddish aunque en su primer partido (victoria contra Philly: 116-106) saliendo desde el banquillo jugó mucho (25 minutos) y bien (18 puntos con 7 de 12 en tiros para un +13 con él en pista).

Contra los Sixers LeBron haría su primer triple doble de una racha de cuatro seguidos con 21 puntos, 12 rebotes y 13 asistencias, que tendrían su continuidad en la victoria (123-103) ante Toronto con 19-10-16, luego con 35-12-14 frente a los Grizzlies (128-123), y 15-16-12 en San Antonio (115-120) en el primer partido de Copa NBA.

Knetch, el triplista
El rookie comenzó la temporada fallón y dubitativo, pero ahora con su acierto y aprovechando el hueco dejado por la lesión de Rui Hachimura (esguince tobillo izquierdo) está destacando por su nivel desde el triple. Así en la victoria ante Grizzlies hizo 19 puntos con 5 de 5 de tres, y luego en otra victoria en New Orleans (99-105) hizo 27 puntos con otros tantos triples, hasta llegar a su explosión en el segundo partido de Copa ganado ante Utah (124-118) con 37 puntos, y 9 triples que empatan la mejor marca histórica en ese apartado para un novato.



12 puntos de media con un 46% en triples y un porcentaje de tiro efectivo (combinación de tiro de 2 y 3 puntos) del 66% hasta ahora es un gran inicio para este novato.

Última derrota y balance de inicio
La imbatibilidad en casa se perdió con la visita de Orlando (118-119) en un partido decidido gracias a un triple de Franz Wagner y un desastroso final desde el tiro libre fallando 4 de los últimos 6 tiros libres (uno LeBron y otros tres Davis).

Sin embargo, esa derrota no empaña una cuarta posición en el oeste (sólo cinco equipos tienen mejor récord si contamos también el este) a estas alturas de la competición. Y estos resultados son una buena noticia si tenemos en cuenta que pese al buen ataque (115.5 puntos por cada 100 posesiones: cuarto equipo de la liga en rating ofensivo), todavía hay mucho margen de mejora en defensa (113.8 puntos concedidos por cada 100 posesiones en rating defensivo: sólo 8 equipos están peor).

Confiando en la recuperación de los lesionados (Hachimura y Jaxson Hayes), de momento, el optimismo está instalado en L.A., que además tiene un balance de 2-0 en la Copa NBA.

La estatua de Pat Riley


Esta semana se hizo público que el legendario entrenador de los Lakers del “Showtime” tendrá una estatua que rinda tributo a su gran trayectoria en el equipo angelino, donde destacó primero como jugador (campeón en 1972), y luego en el banquillo como entrenador asistente (campeón en 1980) y como entrenador jefe (campeón en 1982, 1985, 1987 y 1988).



Reconocimiento más que merecido para una leyenda de la NBA.

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sábado, 16 de noviembre de 2024

Anuncios y Promociones de BA-LON-CES-TO (27): Vinnie Johnson

Por Jorge

La publicidad es fuente de ingresos para cualquier deportista, no sólo para las grandes estrellas, y el jugador que aparece hoy aquí es un ejemplo de ello.

Y es que Vinnie Johnson puede que no aparezca demasiado los libros de historia del baloncesto, pero durante sus mejores años en la NBA como suplente en los “Bad Boys” de los Detroit Pistons de finales de los 80 y primeros 90, también tuvo su hueco publicitario... gracias a su apodo: "Microondas".



Aprovechando su apelativo, una conocida cadena de pizzerías de Michigan, el estado en el que juegan los Pistons, utilizó como reclamo al jugador de los vigentes campeones de la NBA en 1990. Poco después de salir este anuncio los Pistons volverían a repetir título, con Johnson anotando la canasta definitiva en el último partido de aquellas finales.



El sobrenombre o mote que le acompañó buena parte de su carrera le fue dado, según nos cuenta Máximo José Tobías en el recomendable libro sobre el relato de aquellos “Bad Boys”: “Isiah Thomas y los Detroit Pistons”, por Danny Ainge, jugador de Boston, cuando en un partido de playoffs Johnson anotó 22 puntos (10 de 12 en tiros) desde el banquillo en un último cuarto para darle la victoria a los Pistons, y el jugador de los Celtics dijo de él que era un microondas.

Vinnie Johnson fue un jugador pequeño para jugar en la posición de escolta (1,88 m) que destacó por su corpulencia y fortaleza física que junto a una peculiar manera de tirar (sacando el balón desde detrás de su cabeza) le permitieron anotar frente a cualquier rival, y si bien a lo largo de su carrera sus números nunca fueron excelsos (12 puntos por partido), caló hondo entre los aficionados de Detroit, hasta el punto de ser honrado con la retirada de su número 15 después de jugar diez temporadas para ellos. La anécdota para el aficionado español está en que su hermano menor Eric jugó en varios equipos de la liga ACB.

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lunes, 11 de noviembre de 2024

Protestas arbitrales (I): perder el tiempo o ayudar al arbitraje

Por Jorge

El deporte ofrece demasiadas imágenes de protestas a los árbitros. Los jugadores, el público y los entrenadores nunca se equivocan, pero los árbitros son todos muy malos a juzgar por esas imágenes, cuando la realidad es que dada la dificultad de su labor, me parece que demasiado aciertan.

Los lectores habituales del blog saben de la querencia que tengo a defender la labor arbitral, y aunque eso no quiere decir que no haya protestado alguna vez, o que me queje en ocasiones por considerar que se han equivocado, lo que tengo muy claro es que un resultado nunca depende del arbitraje.

A veces un partido de baloncesto se decide por una jugada, por una canasta, por un punto, y si por el camino hubo decisiones arbitrales cuestionables, siempre tenemos la tendencia a considerar que se perdió por culpa del arbitraje. Pero no es verdad. En el baloncesto se dan tal cantidad de decisiones, por parte de jugadores, entrenadores y árbitros, que el resultado no deja de ser una confluencia de aciertos y errores de todos ellos, y si tenemos en cuenta que el juego es de los jugadores, ellos son los máximos responsables de la victoria o la derrota.

Los árbitros no tiran a canasta, no deciden si tienen que pasar o tirar, no tienen que defender a un tirador o hacer una ayuda defensiva desde el lado contrario. Y reducir el resultado a las decisiones arbitrales es una equivocación que seguro que sirve para esconder demasiados errores propios.

No me canso de poner siempre el mismo, y sencillo, ejemplo. ¿Cuántos tiros libres falla un equipo en un partido? ¿Depende eso de los árbitros? Y podríamos poner más ejemplos.

Comer la oreja al árbitro
La ACB suele difundir, en una iniciativa muy interesante, vídeos donde se capta, gracias al uso de micrófonos, los audios de conversaciones entre jugadores o entrenadores y los árbitros durante algunos partidos, y la verdad es que es bastante sonrojante la cantidad de protestas a las que están sometidos, y sobre todo de comentarios que pretenden influir en sus decisiones arbitrales.



Un clásico es el entrenador que, como se dice vulgarmente, le “come la oreja” al árbitro con la peregrina idea de que así puede influir en su labor, como si los árbitros no se dedicaran a pitar o dejar de pitar sencillamente lo que ven o dejan de ver. Y ya el colmo de esta “iniciativa influyente” está en forzar una técnica con esa intención de cambiar la tendencia del arbitraje.

Estaría bien disponer de alguna estadística, ahora que se cuantifica todo, acerca de esa consecuencia de la técnica forzada para ver si realmente se produce algún cambio, o simplemente es poco menos que una especie de superstición sin ningún sentido, que es lo que me parece a mí. Pues uno puede entender que tales giros arbitrales se den en una liga municipal, pero en el baloncesto profesional… suena más a excepción que a una regla no escrita.

Psicología deportiva y concentración
Contrasta entre los jugadores que muchos nunca hacen falta, por clara que sea esta, a juzgar por sus protestas, hasta el punto de que algunos insisten y por sus gestos se puede deducir que su concentración dejó de estar en el juego para centrarse en una especie de rivalidad sin sentido con los árbitros que no deja de ser unn pérdida de tiempo.



El arbitraje deportivo tiene un componente subjetivo inevitable, que tiene que ver con lo que se ve y lo que se aprecia, que no siempre es igual para todos. Por cierto, aunque nos sorprenda cuando vemos las repeticiones en una retransmisión televisiva, la velocidad del juego o un simple despiste, impide que un árbitro vea una acción que parece clarísima, o simplemente puede que la interprete de manera distinta a como cree un jugador o entrenador. Y hay que aceptarlo. Es parte del juego.

Ahora bien, perder el tiempo protestando o perdiendo los papeles no parece la mejor decisión si quieres seguir jugando bien. Y es que ya lo dicen los psicólogos deportivos. Céntrate en aquello que depende de ti. Si el árbitro falla o acierta es cosa suya, el jugador sólo puede jugar, y el entrenador tiene que entrenar, pero protestar, gesticular o hacer aspavientos tiene poco sentido.



Ayudar a los árbitros
El buen deportista debe hacer gala de su deportividad, y en relación con el arbitraje, tanto jugadores como entrenadores deberían ayudar a los árbitros en lugar de complicarles todavía más su tarea.

Ejemplo de ayuda lo tenemos cuando un jugador reconoce rápidamente una falta (incluso cuando no tenga claro que lo sea), y hasta si es relativamente dura, se disculpa con el adversario para evitar cualquier tipo de altercado.



Otro ejemplo que ayuda tiene que ver con algunas declaraciones que hacen los protagonistas defendiendo su labor, como vemos en el siguiente vídeo del jugador de la NBA, Shai Gilgeous-Alexander:



Por último, en las redes sociales suelen incluirse más críticas que alabanzas hacia el trabajo arbitral, pero a veces tenemos excepciones que conviene resaltar, como en el siguiente caso protagonizado por un entrenador de Primera FEB, que después de un partido colgó el vídeo de una jugada que fue objeto de protestas y hasta técnica, y el mismo reconocía el acierto arbitral pidiendo perdón.

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sábado, 2 de noviembre de 2024

Hemeroteca (20): “Chechu” Biriukov

Por Jorge

La “hemeroteca” de BA-LON-CES-TO vuelve para recordar a uno de los mejores escoltas de la historia del baloncesto español: José Aleksándrovich Biriukov Aguirregabiria (“Chechu” Biriukov). En concreto recordaremos su pasado en la antigua URSS (Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, para los más jóvenes), cómo llegó al baloncesto español y su debut en la liga ACB, para terminar repasando brevemente su paso por la selección y su palmarés.

Biriukov nació en Moscú, hijo de madre española que huyó durante la guerra civil y padre soviético, así inició su carrera baloncestista en la Unión Soviética, donde pasó de las categorías formativas del CSKA al Dinamo, con quienes debutaría en el profesionalismo en 1983, poco antes de fichar por el Real Madrid en octubre de aquel año.

Por cierto, tiene un buen recuerdo de su infancia y sus inicios baloncestistas no solo por su actividad deportiva, también por la buena educación que recibió, especialmente de su primer entrenador en formación que le inculcó el amor por el arte y la lectura: “…además de entrenarnos, nos educaba. Tenía unas reglas muy estrictas. Si no estudiabas no te dejaba viajar para jugar. Te quedabas en casa. Además, en cada viaje nos obligaba a llevar un libro y leerlo”.

Las primeras noticias sobre este jugador que llegaron a España se remontan a un Europeo junior que se jugó en Bulgaria en 1982 donde compartió equipo en la selección de la URSS con Sarunas Marciulionis y Valeri Tikhonenko para jugar y ganar la final del torneo (97-87) a una Yugoslavia liderada por Drazen Petrovic. Por cierto, el máximo anotador de aquel campeonato fue el español Jordi Villacampa con más de 28 puntos por partido.

Aquel torneo daría lugar a la primera entrevista a Biriukov que se publicó en la prensa española (imagen vía Blog “De O´Donnell a Chamartín”), y que a buen seguro que ayudó a que el Real Madrid mostrase interés por su fichaje debido a su ascendencia española.

El Madrid fichó a Biriukov, sobre todo gracias al deseo materno de trasladar a su familia a España pues él estaba bien allí, para jugar como español, pero la burocracia no permitió que eso ocurriese hasta un año después de su fichaje. Algo llamativo si tenemos en cuentas que antes que él otros (Wayne Brabender, Clifford Luyk, Juan de la Cruz, “Chicho” Sibilio) no lo tuvieron tan difícil para jugar como españoles, y por supuesto, nada que ver con la actualidad en la que incluso las selecciones nacionales “fichan” extranjeros.

La próxima semana se cumplirá el 40 aniversario del debut de “Chechu” Biriukov en la liga ACB (10 noviembre 1984):



En el vídeo se alaba sus cualidades como pasador, pero no terminaría jugando de base como sustituto de Juan Antonio Corbalán como se vaticinaba. Sí jugó de base por necesidades del equipo cuando era necesario, pero su posición fue la de escolta aprovechando su potencia en las finalizaciones y su “peculiar” tiro exterior, que, sin embargo, era muy efectivo (40% en su carrera en triples).

Biriukov no sólo jugó con la Unión Soviética en categorías formativas, también lo hizo como sénior aunque sólo en amistosos (22 partidos incluido uno contra España en mayo de 1983), y por la reglamentación de aquella época tuvo que pasar una “cuarentena” de tres años para poder jugar después tanto en competiciones europeas con el Madrid como con la selección española, con la que debutaría el 4 de febrero de 1988 frente a Hungría (15 puntos y victoria por 84-100) en un partido de clasificación para un Eurobasket. (Fuente: “366 historia de baloncesto” de Juan Antonio Casanova).

Con España participó en los Juegos Olímpicos de Seúl en 1988, en el Eurobasket de Zagreb de 1989 y por último en los Juegos de Barcelona de 1992. Pero no pudo añadir ningún éxito al estupendo palmarés que conseguiría con el Real Madrid después de once temporadas: 4 ligas, 4 Copas, 2 Recopas, 1 Copa Korac y el colofón de la Copa de Europa ganada en su última temporada en activo en 1995. Y que pese a no jugar en ese partido final, como capitán fue quien recogió el trofeo.

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